Bosques en pie
Así, cada producto que emerge de estos bosques en pie es mucho más que una exquisitez culinaria
Ruth Delgado
Nos llenaron de esperanza las caritas de dos niñas que nos visitaron con sus mamás el mes pasado. Ellas eran parte de la delegación de representantes de asociaciones de productores de la Chiquitanía, que vinieron a varios eventos a presentar productos del bosque en combinaciones y presentaciones muy innovadoras y con un enfoque de sostenibilidad.
Uno de estos eventos fue el Cheruje 2023-Parque de sabores, el festival gastronómico más importante de Santa Cruz organizado por la Unión Gastronómica de Santa Cruz (Gastrocruz). Este evento que busca rescatar la tradición gastronómica boliviana a través de la creatividad y la diversidad dio visibilidad a la almendra chiquitana, como un ingrediente líder en generar identidad. El uso de este recurso de la biodiversidad en la gastronomía marca un momento importante en el desarrollo de esta cadena de valor, al llevar al paladar platos como pipián, paté o helado de almendra chiquitana, elaborados por reconocidos chefs y empresas bolivianas. Ellos apuestan por dar mayor valor a este producto forestal no maderable, y dar el justo reconocimiento a las comunidades y asociaciones de productores que la recolectan y transforman a la vez que cuidan el bosque.
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La producción sostenible de otros recursos como el aceite de copaibo y el aceite de pesoé es también desarrollada por comunidades que, con buenas prácticas de manejo, mantienen la calidad del producto, evitan la degradación del bosque y colaboran con otros actores para que sean usados en propuestas innovadoras de productos culinarios. Esta sinergia entre asociaciones de productores chiquitanos que aprovechan productos del bosque y microempresas bolivianas, lograron una fusión extraordinaria con miel y extractos de plantas; donde además de establecer un precio justo para las comunidades, incentiva el consumo de un producto cien por ciento boliviano, que representa una parte de la biodiversidad local y los esfuerzos que podemos hacer todos para cuidar nuestra naturaleza.
Haber logrado desarrollar estos productos innovadores con valor agregado es fruto de los esfuerzos para desarrollar capacidades, buenas prácticas y alianzas en la cadena de valor de productos del bosque como soluciones basadas en la naturaleza. Este enfoque integral que llamamos “cadenas de valor basadas en la naturaleza”, comprende todas las etapas involucradas en la producción, procesamiento y comercialización de productos del bosque y busca agregar valor en todas ellas. Esto incluye la recolección sostenible de recursos silvestres abundantes, la transformación de materias primas, el desarrollo y la distribución al mercado. Promueve la participación en igualdad de condiciones de diversos actores, la sostenibilidad, la conservación y el acceso a mercados justos para fomentar el desarrollo sostenible y la valorización de la biodiversidad.
El entusiasmo y la dedicación de estas asociaciones de la Chiquitanía, empresas y emprendedores reflejan un compromiso genuino con la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Así, cada producto que emerge de estos bosques en pie es mucho más que una exquisitez culinaria: es un testimonio de cuidado de nuestros bosques y un paso hacia un futuro más próspero y sostenible para las comunidades de la Chiquitanía y para toda Bolivia.
Unirnos a esta cadena implica tomar conciencia de la importancia de nuestras decisiones como consumidores. Elijamos ser ciudadanos comprometidos con nuestra gente y fomentemos la empatía hacia quienes silenciosamente cuidan de la gran riqueza natural de Bolivia, nuestros bosques en pie.
(*) Ruth Delgado es gerente de Proyectos de Cadenas de valor y Producción sostenible de la FAN