Icono del sitio La Razón

Que ningún humedal desaparezca

heidy_resnikowski.jpg

Heidy Resnikowski

Estimado lector, en esta columna lo invito a conocer más sobre los humedales, los ecosistemas en los que el agua es el factor principal que interviene en el ambiente y determina las plantas y los animales que los habitan. En el planeta tenemos humedales continentales, más familiares para nosotros, como pantanos, ríos, llanuras, lagos y bofedales, también humedales marinos como los manglares y arrecifes. Están entre los ecosistemas más diversos y productivos y si bien cubren solo el 6% de la superficie terrestre, son el hábitat del 40% de las especies de plantas y animales que existen.

Lea también: Parques nacionales

Estos sistemas benefician a las personas, a otros ecosistemas y al clima a través de la regulación de las inundaciones y la reducción del riesgo de desastres, la provisión de alimentos y principalmente el suministro y purificación del agua, entre otros. Además, los humedales sostienen los medios de vida de más de 1.000 millones de personas en el mundo, tanto en el campo como en las ciudades proporcionando alimentos, transporte y trabajo como la pesca, el turismo y actividades recreativas. Inclusive la ciencia afirma que estos paisajes mejoran la salud mental de las personas.

A pesar de conocer los múltiples beneficios que nos dan, los estamos destruyendo por actividades humanas insostenibles como la minería, el cambio de uso de la tierra y deforestación, el crecimiento desordenado de las ciudades, los estamos desecando, desviando sus aguas y los estamos contaminando con agroquímicos y basura, situación que se agrava por eventos extremos de sequía a consecuencia del cambio climático.

El 2 de febrero se conmemora el día internacional de los humedales y el tema elegido por Naciones Unidas para 2024 es “Los humedales y el bienestar humano”, para resaltar la interconexión entre estos ecosistemas y la vida humana. La fecha recuerda la adopción de la Convención Ramsar sobre los Humedales instaurada en 1971 con la misión conservar y usar racionalmente estos ecosistemas como aporte al desarrollo sostenible global. La lista Ramsar reconoce más de 2.400 sitios en 172 países, por su gran valor para cada país y la humanidad en su conjunto. Bolivia es el país con la mayor extensión de sitios Ramsar del mundo con 14.842,405 ha bajo protección en 11 sitios que son los Bañados del Izozog y el río Parapetí, la cuenca de Tajzara, el Pantanal Boliviano, los lagos Poopó y Uru Uru, Lago Titicaca, la Laguna Concepción, el Palmar de las Islas y las Salinas de San José, los ríos Blanco, Matos y Yata.  

Lamentablemente, el ritmo de degradación de los humedales es creciente y los escenarios que parecían lejanos y hasta imposibles están ocurriendo ahora. En 2015 fuimos testigos de la desaparición completa del lago Poopó junto a las especies de flora y fauna y las comunidades que subsistían de este humedal. En 2021 se borró del mapa la laguna Concepción donde la deforestación ha llegado hasta sus orillas y sus aguas han sido desviadas. En octubre de 2023 vimos como el lago Titicaca registraba niveles de agua por debajo de la mínima histórica en un paulatino proceso de desecamiento y deterioro ambiental.

Estimado lector, que esta fecha sea una oportunidad para mirar a nuestros humedales con otros ojos, entendiendo cuántos beneficios recibimos de ellos. Que también podamos reflexionar sobre las acciones grandes y pequeñas que podemos tomar para protegerlos y conservarlos. Y que los tomadores de decisiones se comprometan a que, a solo seis años para cumplir los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), ni un solo humedal más desaparezca.

(*) Heidy Resnikowski es Subgerente de Planes de Manejo, Fundación Amigos de la Naturaleza