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La ciudad y el mundo del cine

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Patricia Vargas

Desde su nacimiento el cine pareciera haber sabido aprovechar la vida urbana de las ciudades como el lugar significante donde se realizaban las escenas más ricas en contenido. Mucho más, las películas han aprovechado a la ciudad como el gran espacio escénico y para ello, los directores descubrieron sus potencialidades, sin olvidar aquellos lugares ocultos y de gran valor escénico.

De esa manera esos sectores urbanos —útiles para ser apropiados como grandes espacios escénicos—, pareciera que fueron los óptimos para sobresaltar los hechos que allí debían suceder.

Es evidente que la arquitectura ha jugado un rol fundamental en las películas, esencialmente cuando se presentaban las distintas tipologías espaciales urbanas de carácter hibrido. Mucho más sucede en la actualidad, cuyo interior de ciertas películas presenta un fuerte imaginario tecnológico digital.

Lo singular es como la vida en las ciudades, está expuesta en las historias fílmicas de gran prestigio, las cuales inspiraron a ser convertidas en tramas escénicas, por demás atractivas.

Por todo ello, el cine desde su nacimiento ha demostrado que es urbano por excelencia, el cual siempre ha utilizado ciertos espacios públicos, que colaboraron en el logro de una especie de teatralización de la vida cotidiana, sin olvidar a los habitantes que sirvieron no solo como parte del contexto escenográfico secundario, sino del relato de grandes historias fílmicas.

Existen ejemplos dentro de algunas de esas historias fílmicas que remarcan y resaltan los bellos entornos de las ciudades, los cuales imprimen un significado singular a sus historias. Lugares de estética y cultura sobresaliente, que colaboran en elevar el significado del contenido de sus historias, mucho más, hasta podrían convertirse en parte protagónica de estas últimas. Un ejemplo fue la película Muerte en Venecia. 

Lo particular es cómo en ese filme se olvida lo bello de Venecia. Relega el valor de la ciudad, las bellas obras de arquitectura y las de arte que tiene. Allí se muestra una playa que releva la temática de su historia. Mucho más, remarca el significado de la misma dentro de un hotel. Está basado en una historia de amor idealista e imaginaria, que es el fundamento de la misma.

Una película, por tanto, que omite el aprovechar en convertir a Venecia en el más bello escenario y de valores urbano arquitectónicos. Todo lo contrario, relata su historia dentro de un hotel y en playas, lo cual pareciera dar con ello mayor valor al relato romántico e imaginario.

Y con ello la trama de esa historia de un amor irreal e imaginario, pareciera buscar sensibilizar la problemática y elevar el sentido sensitivo de la misma.

Para terminar, es evidente que la cinematografía ha creado ciudades imaginarias; desde las digitales, las desérticas, las futuristas, donde la creatividad no deja de sorprender. Allí es donde muchas obras son creadoras de historias inimaginables.

Y para ello la complejidad de las urbes son bien aprovechadas por el ojo mecánico. Empero, en esta historia pareciera que privilegia el tiempo más que el espacio. El primero demostrativo de la vida de un personaje que vivirá sus últimos días de vida.

Muerte en Venecia es una representación de un libro escrito por Thomas Mann que recibió el premio de Cannes.

Para terminar, expertos como Burque afirman que las películas aportan visiones diferentes de la realidad que colaboran en ganar en perspectiva e imaginación. Elementos claves para la motivación a la creatividad.

Patricia Vargas es arquitecta.

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