Las cinco fases de la evaluación
Luis Callapino López
En sujeción al calendario escolar de la gestión educativa 2024 del Subsistema de Educación Regular, el desarrollo curricular del primer trimestre concluyó el 10 de mayo en unidades educativas fiscales, privadas y de convenio de los niveles inicial, primaria y secundaria.
Por ello, es imperante resaltar las cinco fases establecidas en el Reglamento de Evaluación de Desarrollo Curricular del Subsistema de Educación Regular, aprobado mediante Resolución Ministerial 0190/2024, el 12 de marzo.
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En ese marco normativo, la primera fase es la evaluación de inicio o diagnóstica, que se constituye en el proceso de valoración y análisis que equiparará principalmente los saberes y conocimientos de los estudiantes en los primeros días y semanas del primer trimestre, a objeto de reconocer necesidades y potencialidades, las cuales deberán ser registradas por los maestros en el Cuaderno Pedagógico, comúnmente conocido como registro.
La segunda fase es la evaluación permanente y continua, que se circunscribe principalmente a la estimación cuantitativa y cualitativa en el proceso de las capacidades, cualidades y potencialidades de los estudiantes durante el desarrollo curricular.
Las vertientes de esta evaluación son la transición del año de escolaridad al inmediato superior; los exámenes escritos, orales y productivos a ser registrados por los maestros y las sesiones permanentes de la Comisión Técnico Pedagógica, con la finalidad de analizar las dificultades de aprendizaje de los alumnos.
La tercera fase es la evaluación de logros de aprendizaje, que necesariamente debe efectuarse al finalizar el trimestre, posibilitando a los maestros la proyección de estrategias inmediatas ante la presentación de casos de desniveles en la asimilación de los contenidos desarrollados.
Mientras que la cuarta etapa es el apoyo y acompañamiento a los estudiantes que presenten dificultades de aprendizaje y limitaciones en el desarrollo de las dimensiones (ser, saber, hacer y decir). Ante tales eventualidades, primordialmente los directores, maestros, madres y padres de familia, en coordinación con la Comisión Técnico Pedagógica, deberán delinear las acciones que sean necesarias para alcanzar los objetivos holísticos y perfiles de salida establecidos en el currículo base.
Finalmente, la quinta fase es la entrega de informes, que se realizará únicamente a solicitud expresa del director de la unidad educativa y/o el interesado; se podrá efectuar durante todo el año escolar. Ante las solicitudes, los maestros deberán entregar de manera oportuna lo solicitado, adjuntando respaldos fehacientes (tangibles) sin ningún tipo de alteración.
Al respecto, es necesario aclarar que la información presentada por los maestros a la dirección de la unidad educativa tiene carácter de privacidad y confidencialidad, debiendo ser remitida únicamente al estudiante, madre y padre de familia, y tutor; además, a instituciones competentes que demuestren interés legítimo.
(*) Luis Callapino López es magister en Políticas de Formación Docente