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¿Perón y Kirchner, orgullosos del rumbo libertario?

Juan Domingo Perón, Néstor y Cristina Kirchner estuvieron en las antípodas de La Libertad Avanza

Emilia Trabucco

/ 25 de junio de 2024 / 10:54

El gobierno volvió a festejar el supuesto superávit financiero, de la mano de su vocero presidencial. Manuel Adorni destacó en su conferencia del 19 de junio que «es la primera vez desde el 2008 que Argentina logra superávit financiero durante cinco meses consecutivos, aún sin haberse aprobado el paquete fiscal».

Como ya tiene acostumbrada a su audiencia, desde el gobierno libertario lanzaron nuevamente una falacia y esta vez fueron por más en la construcción del relato: el vocero agregó que “21 años después, seguramente Néstor Carlos Kirchner estaría orgulloso de Milei y del programa económico liderado por Caputo y su equipo de notables economistas”.

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Una parte del relato es cierta. Cristina Kirchner, expresidenta, lo corroboró en su discurso en Quilmes, en abril: «En este país, en los seis años que hubo superávit fiscal gobernó Néstor Kirchner y quien les habla». «2003, 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008. Y en 2008 se cayó el mundo, crisis global. No se pudo sostener». Pero apuntó contra el relato oficial: «Se escuchó al presidente congratularse por el superávit fiscal. Es como no pagar el alquiler, la luz, el agua, las expensas. ¿Superávit de dónde? No tienen superávit”.

Lo que el gobierno libertario omite decir es cómo se está logrando, más allá de las deudas que lo niegan, el ahorro de las arcas del Estado. Fueron los recortes o “licuación” en jubilaciones, ayuda social y fondos provinciales lo que explica en mayor medida la disminución del “gasto público”; eso sí, los fondos para pagos de intereses de deuda no los tocaron. Muy lejos está su estrategia de la instrumentada en aquellos años de superávit fiscal durante los años de los gobiernos kirchneristas.

La falacia lanzada por el vocero, en un marco de intentos de instalar un discurso de exitismo económico, llega en momentos donde el FMI publica su informe sobre la situación argentina, a días de aprobar el desembolso de $us 800 millones. Aunque el organismo “festeje” el cumplimiento de metas en relación al superávit, lo define como “endeble”, vuelve a señalar los riesgos de hacerle pagar el ajuste a los que menos tienen —exigiendo a la vez bajar aún más los subsidios, poner más alta las tarifas y cobrar ganancias— y “recomienda” al gobierno levantar el cepo y liberar todas las restricciones cambiarias.

Ello hace prever un panorama complicado para el gobierno, ya que las proyecciones aseveran un rebote inflacionario para el mes que viene —golpeando sobre eje central de su relato—, una profundización de la recesión y una posible segunda devaluación de la moneda local, paso necesario para responder a las exigencias del Fondo, el verdadero digitador de la política económica del presidente y su ministro de Economía, Luis Caputo.

Lo cierto es que los y las trabajadoras en Argentina conocieron en diciembre las consecuencias de un 118% de devaluación de la moneda local, lo que significó cerca del 50% de pérdida real de su poder adquisitivo, situación que se fue agravando con el correr de los meses, aunque los libertarios se esfuercen en demostrar lo contrario. Milei declaró el 19 de junio que «ya van dos meses donde la evolución de los salarios y las jubilaciones le gana a la inflación», asegurando que en la segunda mitad del año bajará la cantidad de pobres.

No hace falta ser economista para reconocer la falsedad de las declaraciones. No hay ningún indicador económico que permita afirmar que “el sacrificio” al que intenta someter al pueblo argentino logre la esperada y falsa recuperación. Lo cierto es que ni el FMI puede declarar a su favor y las ganancias extraordinarias de las grandes empresas demuestran que no todos están haciendo el sacrificio que pide reiteradamente el gobierno.

Cristina Kirchner analizó el rumbo de la política del Ejecutivo como un “experimento anarcocapitalista”. Ya transcurridos seis meses de gobierno libertario, está claro que sus resultados no dejarían orgulloso a Néstor Kirchner, como pretende el vocero presidencial. Estamos ante modelos opuestos de país, donde las profundas transformaciones económicas y, sobre todo, políticas, ameritan comprender qué está en juego, detrás de las falsas contradicciones que inundan la agenda pública.

Juan Domingo Perón, Néstor y Cristina Kirchner estuvieron en las antípodas de La Libertad Avanza. Solo pueden sostener este relato aquellos cuyo objetivo es destruir, también desde las propias filas, la herencia de una reserva material y moral necesaria para rearticular el proyecto de las mayorías.

(*) Emilia Trabucco es psicóloga, magister en Seguridad de la Nación, analista de CLAE Argentina, directora del Área de Universidad, Género y Trabajo del IEC-CONADU

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Argentina, otro paro contundente

Solo la presión popular puede lograr torcer la voluntad de los representantes en el Congreso y del rumbo del propio gobierno

Emilia Trabucco

/ 15 de mayo de 2024 / 11:26

El segundo paro general realizado el 9 de mayo contra las políticas del gobierno de Javier Milei en los casi cinco meses de gestión, fue contundente. Todas las centrales sindicales convocaron a la medida de fuerza —la Central General de Trabajadores (CGT), la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma y la Unión Nacional de Trabajadores de la Economía Popular—, bajo la consigna “los derechos no se venden, la Patria se defiende”, y en rechazo a la Ley Bases y el paquete fiscal que están tratándose en las comisiones del Senado, luego de lograr su media sanción en Diputados.

Las calles de todas las ciudades del país se mostraron vacías, así como las fábricas, los aeropuertos, las oficinas públicas, los bancos, las escuelas y las universidades, evidenciando el masivo acatamiento de los trabajadores, a pesar de que el gobierno nacional instrumentó una estrategia de deslegitimación de la medida y de los sindicatos, donde el propio presidente posteó la consigna “Yo no paro”, que logró el primer puesto en las tendencias de la red social X. Otra vez, la conocida estrategia de enfrentar “trabajadores vs. trabajadores”.

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La CGT realizó el mismo día una conferencia de prensa, donde sus referentes hicieron hincapié en los efectos destructivos que la Ley Bases tendrá sobre los trabajadores y sobre un proyecto de desarrollo nacional en caso de aprobarse. El gobierno espera lograr dictamen en las comisiones del Senado para llevarla al recinto y tener su aprobación antes del “Pacto de Mayo”, encuentro con gobernadores previsto para el 25 de este mes.

Pablo Moyano, co-secretario de la CGT, secretario general de Camioneros y uno de los enemigos declarados del mileísmo, expresó: “La gente ya está cansada de un gobierno que solo ataca los derechos de los trabajadores. Está enfocado en darle la posibilidad a las grandes empresas de hacer su negocio. Ellos gobiernan para ese sector».

La agenda presidencial corrobora las declaraciones del líder sindical. En pleno tratamiento de la Ley Bases, y lejos de atender el clima de conflictividad social en aumento, Milei protagonizó su cuarto viaje a Estados Unidos (la “meca del capitalismo”, como él mismo expresó), cuyas reuniones se redujeron exclusivamente al mundo del empresariado privado. Disertó en la reunión del Milken Institute frente a empresarios e inversores, se volvió a reunir con Elon Musk, dueño de X y Tesla, y tuvo su encuentro con Gianni Infantino, titular de la FIFA. Es de esperar que todo el empresariado del “Círculo Rojo” digital y financiero internacional esté muy expectante ante la posible aprobación del megaproyecto de ley, especialmente por el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), marco legal para la fuga de divisas sin control y el lucro a costa de la apropiación privada de los recursos nacionales.

La contracara es la reforma laboral y previsional, que supone la consolidación de una transferencia brutal de ingresos desde los bolsillos de les trabajadores y jubilados hacia las cuentas en dólares de los hombres más ricos del mundo, la destrucción del entramado pyme y la legalización de la informalidad laboral, lo que “profundizará el grave cuadro de pobreza estructural e indigencia que devasta nuestra comunidad», como reza el comunicado conjunto de las centrales sindicales lanzado en la previa del paro general.

La medida de fuerza se inscribe además en un contexto que viene mostrando un aumento de niveles de movilización de distintos sectores que se agudizan en el marco del debate legislativo. Lo que se vuelve evidente es que, ante las condiciones que vuelven insostenible la vida de millones de argentinos, solo la presión popular puede lograr torcer la voluntad de los representantes en el Congreso y del rumbo del propio gobierno.

(*) Emilia Trabucco es psicóloga, magíster en Seguridad de la Nación, analista del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) Argentina

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