El reto del Mercosur
Rolando Kempff Bacigalupo
Bolivia es miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur). Hace unas tres semanas participó, por primera vez, de la cumbre de este proceso de integración. Esta incorporación representa para el país retos y oportunidades.
Hablando de retos, debemos ser claros al afirmar que para que Bolivia se beneficie del mercado ampliado del Mercosur, en su calidad de miembro pleno, debe tener la capacidad de competir en precio y calidad con la producción de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
En la primera cumbre del Mercosur en la que participó Bolivia como miembro pleno, la canciller Sosa planteó una integración plena, con la eliminación de barreras comerciales que respeten el medio ambiente.
Para tener productos competitivos en precio y calidad, necesitamos de mucha inversión privada que oriente sus recursos a una adecuada y necesaria tecnificación que permita mejorar la calidad y aumentar los volúmenes de producción.
En el caso de la producción agrícola, en particular, debemos remarcar que el incremento de la producción, con precios competitivos, solo será posible con el uso de biotecnología que debe ser autorizada por el Gobierno.
Una ventaja inmediata de ser miembro pleno de Mercosur, como lo remarcó el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, es la reducción de la dependencia del dólar para la compraventa de productos entre los países miembros.
El Sistema de Monedas Locales (SML) permite realizar operaciones en las monedas de los países que integran el Mercosur. Por medio del SML, las transacciones tienen un costo menor porque se logran mejores tasas de cambio.
“Con su ingreso en el sistema de pagos en moneda local, reduciremos la dependencia del dólar; y los costos de transacción de las operaciones de cambio en nuestros países. Esa medida es de gran utilidad para las pequeñas y medianas empresas del continente”, explicó Lula.
Los empresarios manifestamos nuestra predisposición al trabajo necesario, exhortando al Gobierno para poder fomentar la inversión privada nacional y extranjera.
Varios analistas destacaron las palabras del presidente Lula da Silva dirigidas a su homólogo Luis Arce, al sostener que la estabilidad económica y política son importantes para avanzar en el desarrollo y la atracción de inversiones, además del uso de tecnología y biotecnología.
La incorporación de Bolivia como miembro pleno del Mercosur fue aplaudida por muchos. Así, Oscar Mario Justiniano, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC), sostuvo que es “una oportunidad impresionante” porque abrirá grandes mercados para la producción nacional, como son Brasil y Argentina. Así lo hicieron, en su momento, Paraguay y Uruguay.
Sin embargo, el ingreso de Bolivia al Mercosur como miembro pleno conlleva desafíos que deben ser encarados, como la inseguridad de circulación por las carreteras bolivianas, lo cual hace que Bolivia sea un país de mucho riesgo, pues el exportador no tiene la seguridad de que su mercadería llegue a destino en el tiempo programado, o que sus importaciones de insumos arriben oportunamente.
Nuestras exportaciones a Brasil y el Mercosur deben tener el mayor valor agregado posible, logrando la competitividad de productos bolivianos en mercados internacionales. Los empresarios expresamos que estamos dispuestos a trabajar por el país, y el Gobierno debe hacer su parte, facilitando el trabajo empresarial, con leyes que den las garantías que demanda el inversor; ofrecer, a los nuevos inversionistas, incentivos tributarios y promover el uso de la biotecnología, que nos permita competir en igualdad de condiciones con los productores agropecuarios de los países vecinos.
Rolando Kempff Bacigalupo
es licenciado en Economía de la UMSA, académico de Número de la ABCE y presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).