Falta voluntad política
Julieta Paredes Carvajal
Las luchas de nuestro pueblo han sido acompañadas por procesos de reflexión donde se articula lo urgente con lo estratégico. Quiero decir con estratégico, el vínculo con los proyectos históricos que la memoria larga de los pueblos indígenas originarios conserva, con los desafíos que nos presenta el mundo actual, donde con la ayuda de nuestras ancestras debemos encontrar las formas de construir caminos, de reconstruir y sanar el mundo y el planeta, sin caer en la tentación de ser una decoración más, incluida en un viejo sistema que devora y anula las posibilidades revolucionarias de la humanidad.
Revise: Que el pueblo decida
Hoy en lo urgente tenemos el alza de precios, que si bien no es una crisis económica como tal, sí afecta a las familias y no existen propuestas de medidas económicas concretas de parte del gobierno para controlar las exportaciones. Hoy el porcentaje de exportación no ha bajado en Bolivia, pero sí ha cambiado el actor de la exportación, pues se está haciendo esta actividad, principalmente desde el sector privado; la agroindustria y la gran minería siguen exportando y tienen condiciones más libres de libre mercado, condiciones creadas por el neoliberalismo. Resultado de esto es que no hay ningún control del ingreso de los dólares y eso es lo que está generando una inestabilidad económica. Por supuesto que la banca juega un papel importante, pues son ellos quienes especulan con los dólares. ¡Cuándo no!
A esta situación se suma la del descontento de los sectores sociales; transportistas, campesinos, gremiales, comerciantes, campesinos, pueblos originarios están movilizados y organizados, exigiendo medidas para solucionar la crisis, aunque de parte del gobierno no hay propuestas. Pero tampoco de parte de los hermanos que se articulan alrededor del Evo no presentan un plan dadas las actuales condiciones.
En las últimas semanas aparece un nuevo actor social, el ejecutivo de la Túpac de La Paz, David Mamani, que por lo que le escuchamos tampoco presenta propuestas, hace pedidos al gobierno y como solución plantea bloqueo de caminos hasta que renuncie el presidente y el vice y que se adelanten las elecciones. ¿Es eso una propuesta? No, no lo es.
Creemos que es un tiempo propicio para pensar en la democracia de los pueblos, que es como podemos llamar en castellano, para que nos puedan entender, pero en realidad son las prácticas ancestrales del auto gobierno. Es el momento de pensar y profundizar las formas de participación de hombres y mujeres en los destinos de Bolivia, nuestro territorio.
En el gobierno del hermano Evo Morales se implementó, pero muy tímidamente, medidas que nos mostraron dónde está el dinero que pertenece al pueblo de Bolivia. Nuestro dinero está en la acumulación capitalista de los empresarios y en la fuga de esta acumulación a paraísos fiscales donde ni siquiera pagan impuestos a nuestro país. Se trata entonces de fortalecer la banca del Estado y administrarla eficientemente. Se trata de que el fondo de pensiones esté siendo administrado por gente que sabe y no por chacras que ensayan medidas. O sea que hay medidas posibles, hay dinero para recuperar, pero no hay la valentía y la voluntad política de hacerlo. Sin duda que si nos mantenemos unidos, podremos encontrar muchas más soluciones. Esas son medidas que conectan lo urgente con lo estratégico.
(*) Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria