Un millón de mentiras
Gustavo Gómez
En el actual contexto en que se desarrolla el país algunas personas, en su afán individual y político, vierten diferentes comentarios inapropiados acerca del sistema financiero nacional, generando zozobra en la población y, lo que es peor aún, utilizan a diferentes grupos, en muchos casos vulnerables, para intereses personales.
De este mar de mentiras que se vienen afirmando sorprenden publicaciones como que existiría una “capitalización de intereses en la banca”, con el argumento de que los bancos estarían cometiendo “anatocismo” a través del cobro no regulado y arbitrario de intereses y en un extremo afirmar que existiría “un millón de bolivianos que están a punto de perder sus casas”.
En nuestro país esta prohibido el anatocismo, aspecto que se produce cuando los intereses generados de una operación crediticia se los adiciona al capital y en consecuencia éstos generan nuevos intereses, situación que no se presenta en el sistema financiero boliviano. Por su parte, la Ley N°393 de Servicios Financieros atribuye a la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi) a regular, controlar y supervisar los servicios financieros por lo que, en caso de detectar indicios de anatocismo e incumplimiento normativo por parte de las entidades financieras, inicia los procesos sancionatorios correspondientes.
De hecho, este aspecto es corroborado por información publicada en Asfi, en la cual no se identifica reclamo alguno efectuado ante la Defensoría del Consumidor Financiero referido a este tipo de práctica.
Con relación a que un millón de personas estaría a punto de perder su casa, inicialmente es importante recordar que las tasas de interés para créditos de Vivienda de Interés Social (VIS) están reguladas, con un máximo de 6,5% anual, medida que ha viabilizado que más de 100.000 familias bolivianas cuenten con un techo propio.
Por su parte, de acuerdo con la información publicada en el sitio oficial de la Autoridad de Supervisión, al 31 de julio de 2024, el índice de mora se mantuvo en niveles controlados, alcanzando a 3,5%, cifra que se sitúa por debajo del promedio regional (3,6%), por lo que el 96,5% de los prestatarios de VIS no presenta retrasos en sus obligaciones y solo el 2,6% tiene créditos en ejecución. Esto significa que la mayor parte de los prestatarios está pagando sus deudas de forma normal, no evidenciándose excesos en el cobro de tasas que generen dificultades indebidas en el pago de las deudas.
Cabe recordar que está vigente la reprogramación de créditos, medida por la cual los deudores que fueron afectados por diferentes vicisitudes pueden solicitar a su entidad financiera modificar las condiciones de sus cuotas mensuales, considerando su nueva capacidad de pago, aspecto que está apoyando a muchos prestatarios, viabilizando de esta manera el pago de sus obligaciones crediticias y garantizando futuros financiamientos.
No es apropiado que candidatos presidenciales intenten atraer la atención de la población aprovechándose de sectores vulnerables para beneficio personal, generando expectativas a cambio de votos, conducta desafortunada que atropella la legalidad y va en desmedro de los derechos fundamentales de todos los bolivianos.