La prensa asesinada en Palestina
El terrorismo mediático del “lobby sionista” hace que los medios hegemónicos no cubran las masacres y los asesinatos a periodistas palestinos, evidenciando la impunidad que tiene Israel, en callar la realidad del pueblo palestino; ya que hasta el presente son más de 170 periodistas palestinos asesinados en la Franja de Gaza, desde el 7 de octubre del 2023, cuando se llevó a cabo la Tormenta Al Aqsa, fecha en que recrudeció la aniquilación, el genocidio en Palestina.
Este poder mediático no sólo está silenciando las voces de los que se encuentran en el lugar de los hechos, sino también censurando a los medios de comunicación alternativa como la reciente decisión del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de cerrar la red panárabe Al Mayadeen en Cisjordania, calificándola como una organización terrorista.
A eso se suma, la nueva ola de acusaciones de EEUU a la cadena de televisión internacional de noticias RT (Russia Today), de tener, supuestamente, vínculos con los servicios de inteligencia rusos, y de querer imponerle nuevas sanciones, hasta llegar a su bloqueo indefinido; mismas que fueron desmentidas por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, quién ha denunciado que los periodistas rusos son objeto de “un auténtico ataque informativo terrorista de EEUU”; pues se trata de un “ataque a la libertad de expresión”, “un ataque a la profesión periodística” y “un ataque a la dignidad humana”.
Para nadie es desconocido que la mayoría de los mass media se encuentran bajo el control del poder económico, ligados a las multinacionales, a las jerarquías de poder, por ende, no sólo vemos la ausencia de la libertad de prensa, sino también el control del “lobby sionista”.
Todo ello, ya lo hemos manifestado en el libro: “Palestina entre piedras y misiles”, donde se demuestra que la mayoría de los medios del mundo se encuentran bajo la influencia de las políticas de Estados Unidos, y del “Lobby judío”, los que controlan y definen el rango noticioso que ocurre en el mundo; y esto lo vemos a diario en el discurso de complicidad en auspiciar el genocidio en Palestina, los que continúan llamando terroristas a los palestinos y al Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (Hamás), en la mayoría de los titulares de medios hegemónicos como la BBC, la ABC, France Presse, Associated Press o AP, CNN, The New York Times, Infobae, El Clarín, Unitel, entre muchos otros, son los que pertenecen a los holdings mediáticos, los gigantes emporios.
Este es el amordazamiento de los pueblos libres del mundo; pues ya lo hemos visto con las censuras de otros medios alternativos como lo son HispanTV, Al Manar, Press TV, SANA (Agencia Árabe Siria), Al Jazeera entre otros, los cuales al igual que Al Mayadeen, muestran al mundo las masacres israelíes y el trabajo de la Resistencia en Gaza, Cisjordania y Jerusalén, lo cual preocupa y molesta a toda la entidad agresora.
Israel en su fracaso de querer eliminar a los movimientos de resistencia Palestina, no solo utiliza el hambre como arma de guerra dejando en la inanición a los niños en Gaza, en Cisjordania, también el asesinato, ya que al presente en estos 11 meses ya son más de 42.000 palestinos muertos, la mayoría de ellos niños y mujeres, y ahora está utilizando el arma más poderosa que existe, los medios de comunicación de masas, censurándolos, controlando los contenidos, asesinando a las(os) periodistas palestinos, y a los que se encuentran informando desde el lugar.
Hoy más que nunca los medios alternativos independientes, las redes sociales, los medios digitales y los periodistas que se encuentran informando el genocidio en Palestina cumplen un rol muy importante en mostrar al mundo la verdadera realidad, no por nada la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) concedió su Premio Mundial de la Libertad de Prensa a todos los periodistas palestinos involucrados en la cobertura de la masacre israelí en Gaza, en ese entendido, la humanidad tiene una enorme deuda con los periodistas palestinos por su valentía y compromiso con la libertad de expresión.