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Monday 4 Nov 2024 | Actualizado a 14:57 PM

La ONU y su resolución sobre la ocupación israelí

/ 2 de octubre de 2024 / 00:14

El pasado miércoles 18 de septiembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó abrumadoramente a favor (con una mayoría de 124 votos favorables, 43 abstenciones y con la oposición de 14 países) de la resolución que exige a Israel, la potencia ocupante, “poner fin a su presencia ilegal en el territorio palestino ocupado en un plazo de 12 meses sin demora”, así como derogar toda legislación racista, basándose en una opinión consultiva sobre los efectos legales de las políticas de Israel y su práctica en Palestina, emitida por la Corte Internacional de Justicia el 19 de julio de 2024.

La resolución es una decisión jurídica y no política que exige a Israel cumplir con todas sus obligaciones conforme al derecho internacional, incluida la de retirar todas sus fuerzas militares del territorio palestino ocupado, el cese inmediato de todas las actividades de asentamiento, la evacuación de todos los colonos del territorio palestino ocupado, el retorno de todos los palestinos desplazados durante el conflicto para regresar a sus lugares de residencia, el desmantelamiento del muro de separación de apartheid construido por Israel, la devolución de las tierras y otros bienes inmuebles confiscados, así como de todos los activos que le han sido incautados desde el inicio de su ocupación en 1967 y a no obstruir el ejercicio del pueblo palestino a su derecho a la autodeterminación, incluido su derecho a establecer un Estado independiente sobre todo el territorio palestino ocupado. La resolución también pide a todos los Estados que no reconozcan la legitimidad de la situación resultante de la presencia ilegal de Israel en el territorio palestino ocupado y que no proporcionen ninguna ayuda para mantener esta situación. El resultado de la votación es un golpe significativo que pone de manifiesto que el mundo está de un lado mientras que Israel y sus aliados están en el lado contrario.

El Secretario General de la ONU deberá presentar un informe dentro de tres meses sobre el alcance del compromiso y la implementación de lo señalado en la resolución por parte de Israel. Esta resolución, basada en el derecho internacional y en la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia, principal órgano judicial de las Naciones Unidas, confirma la ilegalidad de la presencia de Israel en los territorios palestinos ocupados, envía un mensaje claro de que la ocupación debe terminar lo más rápido posible y que el pueblo palestino tiene derecho a la autodeterminación. Esta es la primera resolución de este tipo presentada por el Estado de Palestina desde que éste obtuvo derechos y privilegios adicionales en las Naciones Unidas en mayo de 2024. La resolución es una nueva condena a la ocupación y a sus continuas prácticas racistas contra nuestro pueblo y sus derechos nacionales; se deben tomar medidas individuales y colectivas para obligar a Israel a implementar la resolución.

El consenso internacional sobre esta resolución renueva la esperanza del pueblo palestino, sometido a una agresión y a un genocidio generalizados en Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén, para lograr sus aspiraciones de libertad e independencia y establecer su Estado palestino independiente. Esta resolución es un primer paso para poner fin a la impunidad de Israel, destacando que “Israel no puede seguir cometiendo crímenes de guerra y ocupación racista sin disuasión internacional”. La comunidad internacional ha manifestado alto y claro que es hora de poner fin a esta ocupación.

El Estado de Palestina llamó a la comunidad internacional a tomar medidas concretas para garantizar la implementación de esta resolución de la ONU con el fin de lograr una paz justa y duradera y la independencia del Estado soberano de Palestina en las fronteras del 4 de junio de 1967 con Jerusalén Este como su capital.

La resolución de la ONU abre la puerta a una mayor presión, no sólo para mejorar la posición del Estado de Palestina en la Asamblea General, sino para trabajar en paralelo para expulsar a la entidad hostil de su membresía en la organización global o suspenderla hasta su pleno cumplimiento con todas las resoluciones de legitimidad internacional relacionadas con Palestina en sus diversos aspectos.

La resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas a favor de Palestina ha marcado un momento histórico, pero no será suficiente por sí sola para lograr la justicia a menos que se transforme en medidas prácticas sobre el terreno. La comunidad internacional debe continuar ejerciendo presión sobre Israel, es necesario que todos los Estados miembros de las Naciones Unidas asuman sus responsabilidades en la implementación de las resoluciones internacionales, sin selectividad ni doble moral. Los palestinos deben permanecer firmes en su lucha, beneficiándose de este impulso internacional para lograr su sueño de libertad e independencia.

Mahmoud Elalwani es Embajador del Estado de Palestina en Bolivia.

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El mito del proyecto del ‘Nuevo Medio Oriente’

/ 23 de octubre de 2024 / 06:10

Simón Pérez publicó en 1992, cuando era ministro de Asuntos Exteriores de Israel, un libro titulado “El Nuevo Medio Oriente” en el que hablaba de las negociaciones de paz que comenzaron en Madrid a finales de 1991 y que desembocaron en los Acuerdos de Oslo de 1993. El libro versaba sobre los horizontes que abrigaría el nuevo Oriente Medio y que conducirían hacia la paz en la región, donde Israel sería el motor, guía y líder para garantizar la seguridad, la prosperidad y la estabilidad de la región. Netanyahu publicó más tarde un libro titulado “Un lugar bajo el sol”, en el que enfatizaba en la construcción de relaciones con los países árabes bajo el control de Israel.

A medida que el genocidio en Gaza entra en su segundo año, los objetivos de Israel son más claros y queda en evidencia la mentalidad colonial impulsada por Benjamín Netanyahu, no sólo a través de sus declaraciones incendiarias, sino a través de sus acciones sobre el terreno. Entre esas acciones, destaca la presentada en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde exhibió un nuevo mapa de Oriente Medio que revelaba su intención de remodelar la región en línea con los intereses de Israel y de su plan de expansión, lo que significa crear una entidad en Medio Oriente como alternativa al mundo árabe. A través de esta estrategia, Israel pretende obtener un control total sobre la tierra histórica palestina para lograr lo que se conoce como el proyecto del “Gran Israel”, mediante el cual los territorios palestinos ocupados quedan abandonados o lo suficientemente debilitados como para imponer un control total sobre ellos. Para algunos sionistas fanáticos y extremistas como Smotrich, el ministro de Finanzas y su colega Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, el objetivo de Israel debe ampliarse a tierras más alejadas como son el Líbano, Jordania, parte de Egipto, Siria, Irak y Arabia Saudita, tal y como queda patente en las fronteras dibujadas en el mapa del Gran Israel que está presente en una de sus monedas nacionales conocido como el shekel.

La idea de un nuevo Medio Oriente no es una idea novedosa creada por Netanyahu, ya en febrero de 2004 el presidente Bush presentó el proyecto del Gran Medio Oriente y en la introducción de su iniciativa, Bush advirtió que el Medio Oriente estaba al borde de la explosión debido al deterioro económico y a la tiranía política y resaltó el peligro que esto representaría para Occidente y sus intereses en la región.

Lea también: La ONU y su resolución sobre la ocupación israelí

En junio de 2019, el expresidente Trump presentó en Bahréin un plan titulado “Acuerdo del Siglo y el Gran Oriente Medio”, este plan constaba de tres pilares: la economía, el pueblo y el gobierno y se describe a sí mismo como la apertura de un nuevo capítulo en la historia palestina que no tiene nada que ver con la historia anterior de adversidad y pérdidas. De la lectura del plan se desprende claramente que el objetivo es para perpetuar el statu quo existente, la ocupación. En su campaña electoral Trump dijo que cuando se mira el mapa del Oriente Medio se ve Israel ocupando un territorio muy pequeño y que necesita extenderse.

El apoyo estadounidense a estas políticas se manifiesta en un apoyo absoluto a la financiación militar y cobertura política, lo que da a Israel un gran espacio para moverse sin disuasión internacional.

Hoy en día se está discutiendo el mapa del nuevo Medio Oriente y su reestructuración de una forma que se adapte a la ambición estadounidense, occidental e israelí: propiciar la fragmentación y alimentar el sectarismo y la etnicidad en este vasto espacio árabe para que sea más fácil de controlar. El Nuevo Proyecto de Medio Oriente y el proyecto del Gran Israel son dos caras de la misma moneda y todo indica que la derecha religiosa sionista en Israel actualmente está planeando su control más allá de la Palestina histórica.

Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.

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¿Israel continúa el escenario de Gaza en Cisjordania?

/ 1 de septiembre de 2024 / 01:03

El pasado miércoles 28 de agosto, el ejército de ocupación israelí lanzó un ataque a gran escala en el norte de Cisjordania. Dicho ataque se produce once meses después de su brutal guerra contra la Franja de Gaza que ha dado como resultado más de 150.000 víctimas palestinas (entre muertos y heridos), siendo considerado el más violento en el último cuarto de siglo. Un gran número de soldados y vehículos blindados irrumpieron en los campamentos de Nour Shams en Tulkarm, en el de Jenin y en el de Al-Faraa, al sur de Tubas, en la ciudad de Naplusa y en sus campamentos, así como en varias aldeas palestinas de la región del Valle del Jordán, en Cisjordania. El número de víctimas desde el pasado 7 de octubre en Cisjordania y Jerusalén ha superado los 676 muertos, más de 4.500 heridos y más de 10.400 detenidos.

El ataque israelí estuvo acompañado de diversas declaraciones de funcionarios del gobierno de extrema derecha israelí, destacando la del canciller, Israel Katz, que dijo: “Debemos hacer una evacuación temporal de los residentes de Cisjordania”, en clara referencia a la destrucción masiva, limpieza étnica y desplazamiento forzoso que está teniendo lugar en Gaza. Este ataque forma parte de un proceso organizado y estratégico para cumplir con los planes israelíes a largo plazo de anexar ilegalmente las tierras palestinas. Los políticos israelíes amenazan con repetir el escenario de Gaza en Cisjordania. Está claro que la guerra genocida emprendida por Israel en Gaza ha intensificado las operaciones de exterminio, limpieza étnica y reemplazo en Cisjordania; la presencia de ministros extremistas sionistas en puestos de decisión política, militares y de seguridad, les ha dado fuerza dentro de la sociedad israelí, pudiendo declarar con total impunidad el deseo de aniquilar Gaza con armas nucleares y la consideración de la matanza de dos millones de habitantes sometidos a la hambruna, sed y enfermedades infecciosas como “justa y moral”.

La violencia de la ocupación es una característica inherente a ella y no necesita ninguna justificación para surtir efecto. La ocupación es una fuente inagotable de violencia, su supervivencia y continuidad depende de la resistencia y lucha en contra de quienes la sufren, frente al esfuerzo constante por reprimirla. La intensificación de la violencia en forma de agresión militar en Cisjordania tiene objetivos concretos, quizás el más importante de ellos sea llevar a cabo operaciones militares a gran escala sin que ello haya provocado una protesta internacional significativa.

El objetivo de la nueva invasión es expandir el genocidio contra el pueblo palestino en todos los territorios ocupados del Estado de Palestina y llevar a Cisjordania al borde del abismo para ampliar el alcance de la invasión a los territorios ocupados del Estado de Palestina; pretenden empujar a los ciudadanos palestinos hacia el desplazamiento forzado a Jordania y a otros países con el fin de lograr el objetivo de limpieza étnica integral, para poder ampliar y profundizar los asentamientos coloniales en tierras palestinas impidiendo el establecimiento de un Estado palestino y, como resultado final, liquidar la causa palestina.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su profunda preocupación por los recientes acontecimientos que provocaron víctimas y daños a la infraestructura civil en la ocupada Cisjordania, en un comunicado emitido el mismo día de la invasión a Cisjordania y pidió el cese inmediato de estas operaciones. El Secretario General destacó que la violencia no terminará a menos que concluya la ocupación y haya un retorno a un proceso político significativo que conduzca a una solución de dos Estados, añadiendo que las Naciones Unidas continuarán trabajando con todas las partes para lograr este objetivo y buscarán reducir la escalada de la situación actual y mejorar la estabilidad en la región.

La invasión de Cisjordania se produce como resultado de una serie de factores, entre ellos: de la total protección y apoyo estadounidense al Estado fascista de Israel, de la incapacidad de la comunidad internacional para detener la violación y la aniquilación del pueblo palestino perpetrada por el gobierno de Netanyahu y de su fracaso en la implementación del derecho internacional y el derecho internacional humanitario, así como para imponer sanciones diplomáticas, económicas, comerciales y financieras al Estado de Israel en lugar de sus continuas denuncias sin ningún resultado.

Mahmoud Elalwani Embajador del Estado de Palestina en Bolivia

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Las guerras de Netanyahu

La guerra de agresión en la Franja de Gaza no es fruto de una respuesta a un acontecimiento concreto

Mahmoud Elalwani

/ 19 de julio de 2024 / 11:00

Las guerras de Netanyahu no tienen una fecha de inicio concreta, son abiertas y no tienen límite desde su primer mandato hasta su último y actual. Un documento preparado por el Ministerio de Inteligencia del gobierno de Israel revela el plan de Netanyahu respecto a la Franja de Gaza antes del «ataque» de Hamás del pasado 7 de octubre. La American Associated Press publicó el 31 de octubre de 2023 lo que dijo que era “un documento preparado por el Ministerio de Inteligencia del gobierno de Netanyahu” y que fue presentado el 13 de octubre de 2023 para su discusión, es decir, seis días después del asalto a los militantes de Hamás.

Lea: Netanyahu y la resolución 2735 del Consejo

Los acontecimientos que siguieron tras el ataque de Hamás comenzaron con una guerra integral de agresión en la Franja de Gaza, que fueron publicados en una web hebrea el 3 de julio, 272 días tras su inicio. Sin embargo, debe llamar la atención la historia de dicho documento porque se presentó solo seis días después de los sucesos de octubre, pero ya contemplaba un “plan completo” para el futuro de la Franja de Gaza. Es importante detenerse y analizar los puntos del documento.

— El documento traza claramente el curso que iba a tener la guerra cuya finalidad era la de imponer como realidad la resultante del desplazamiento interno de la población palestina del norte de Gaza al sur, como consecuencia de la agresión integral y de la división de la Franja de Gaza en dos partes.

— El documento incluye un proyecto integral para un proceso de “desplazamiento masivo” hacia múltiples países limítrofes, con mecanismos específicos y bajo el auspicio internacional denominado “tutela temprana”.

— El documento ponía de manifiesto rechazar el retorno del gobierno de la Autoridad Palestina a la Franja de Gaza, por considerar que supondría un peligro real para el proyecto de judaización, para evitar la consagración de la entidad palestina y con el fin de desarrollar la separación político-geográfica de Cisjordania.

— El documento habla de la formación de “herramientas de gobernanza local” fuera del marco y la representación oficial palestina.

— El documento habla de una “presencia” israelí en la Franja de Gaza, de tal forma que evite una acción de la comunidad internacional que le presione y le obligue a salir de Gaza.

Examinando la esencia de los elementos presentados, este documento no puede ser fruto de la reacción a las acciones llevadas a cabo por el movimiento Hamás el 7 de octubre. Sus componentes revelan un plan integral para el futuro de la Franja de Gaza. La esencia principal del documento es el desplazamiento de la población gazatí, cuya gobernanza representa un obstáculo central para el nacimiento del Estado de Palestina.

El núcleo del debate después de que el documento fuera revelado en octubre de 2023 y reeditado en julio de 2024, es que la guerra de agresión en la Franja de Gaza no es fruto de una respuesta a un acontecimiento concreto, no es autodefensa, más bien se trata de un plan que estaba preparado con detalle para implementar un plan político vinculado al reconocimiento del Estado de Palestina; se estaba buscando un “pretexto” y “los eventos del 7 de octubre” le abrieron la puerta para implementar el gran plan.

Tras la lectura del contenido del documento del Ministerio de Inteligencia israelí, se confirma que los servicios de seguridad israelíes en todas sus ramas: el ejército, el Shin Bet, el Mossad y los militares «eran conscientes de la existencia del plan de ataque de Hamás» y no lo abordaron de la manera «tradicional» de movilización y de toma de medidas para neutralizarlo; ocurrió todo lo contrario, se dejaron abiertas todas las puertas para facilitarlo bajo pretextos que nada tenían que ver con la dimensión de seguridad.

Los principales objetivos al margen del «pretexto del ataque de Hamás” son debido a la crisis existencial que estaba golpeando los cimientos del Estado fascista de Israel, que había llegado a un punto crítico que solamente podía detenerse con un evento cuyo impacto superara las interacciones de la crisis interna, y también debido a un interés regional norteamericano una vez que el movimiento de influencia que poseía en una época anterior se hubiera visto muy afectado.

El documento del Ministerio de Inteligencia israelí impone una nueva lectura política de todo lo sucedido y de la realidad de la situación, objetivos que reveló como un plan integral dirigido a la esencia del proyecto nacional palestino.

(*) Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia

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Netanyahu y la resolución 2735 del Consejo

La continuación de los proyectos de asentamiento es condenada y rechazada y no traerá seguridad a nadie

Mahmoud Elalwani

/ 2 de julio de 2024 / 07:15

El primer ministro del Estado fascista de Israel, Benjamín Netanyahu, no tuvo reparos al declarar un claro rechazo a la resolución 2735 del Consejo de Seguridad del 10 de junio, sobre el alto de fuego en Gaza, basada en la “Declaración Biden” que derivaba de una propuesta israelí y como fruto de una campaña de desinformación para culpar a la parte palestina. El 24 de junio, Netanyahu dijo que estaba “preparado solo para concluir un acuerdo parcial que traería el regreso de algunos rehenes”, mientras que estaba comprometido a continuar la guerra después de una pausa para completar su objetivo. No obstante, ha negado repetidamente que la propuesta israelí estipule poner fin a la guerra antes de que Israel logre sus objetivos.

Lea: El anuncio de Biden para un alto el fuego en Gaza

Netanyahu no ve margen para hablar de ningún plan para detener la guerra y define el “marco de la solución” con la condición de que nunca habrá un Estado palestino y de que no hay lugar para la Autoridad Palestina en la Franja de Gaza, en su lugar se formará una administración civil adjunta al nuevo gobierno de ayuda militar; además, no habrá salida del ejército de ocupación hasta que él decida el momento. Las medidas más destacadas tomadas por el gobierno de ocupación fueron la adopción de una ley en la Knesset, con la aprobación de 99 de 120 diputados, rechazando la idea de un Estado palestino. Las declaraciones de Netanyahu sobre el control total de la seguridad en Cisjordania y la Franja de Gaza son un desafío a la legitimidad internacional, y un desprecio por la posición internacional cuando el mundo entero habla de un Estado palestino independiente y busca su reconocimiento.

No es la primera vez que Netanyahu esboza su “visión judaizante moderna” para la Franja de Gaza, especialmente la que completa sin ninguna ambigüedad el proyecto declarado por Smotrich, asegurando que no existe ni un Estado palestino ni una autoridad palestina. Smotrich, en un comunicado distribuido por su oficina el 23 de junio, añadió que está trabajando para «frustrar cualquier posibilidad de establecer un Estado palestino y para consolidar los asentamientos en Cisjordania, que considera una barrera protectora para impedir el control palestino». «Vinimos a colonizar y construir la tierra, a evitar su división y a desarrollar los asentamientos». El gobierno de ocupación ha elaborado una lista de más de 70 nuevos puestos coloniales con el fin de trabajar para proporcionarles servicios básicos y de seguridad, lo que supone imponer un sistema de guetos y cantones destinados a provocar un desmantelamiento sistemático de la geografía palestina, que conduce a la destrucción total de cualquier posibilidad para establecer un Estado palestino.

El 23 de junio en Luxemburgo, en una conferencia tras la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, dijo: «Parece haber una clara voluntad israelí de anexar gradualmente a Cisjordania, y este asunto no conducirá a la paz». Añadió: “No hemos alcanzado un alto el fuego en la Franja de Gaza, a pesar de que han transcurrido tres semanas desde la resolución 2735 del Consejo de Seguridad que cuenta con el apoyo de la comunidad internacional”.

 Las políticas israelíes no aportan seguridad ni estabilidad a nadie. La continuación de este enfoque destructivo conducirá a una explosión total. Es necesario trabajar para detener la continua agresión israelí contra el pueblo palestino y construir el Estado independiente de Palestina en las fronteras del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Este como su capital, hay que lograr obtener membresía plena en las Naciones Unidas. Una paz justa, integral y duradera sigue siendo una opción estratégica y una necesidad para la paz y la seguridad regional e internacional.

La continuación de los proyectos de asentamiento es condenada y rechazada y no traerá seguridad a nadie. La comunidad internacional ha confirmado, especialmente en la Resolución 2334 de la ONU, que los asentamientos son ilegales, en todas sus formas y en todos los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén Oriental. Los asentamientos israelíes constituyen una bofetada al mundo entero, que exige el cese de la violencia de los colonos terroristas. La comunidad internacional debe continuar brindando posiciones firmes en el apoyo al pueblo palestino y sus derechos justos y legítimos, de conformidad con el derecho internacional, las resoluciones pertinentes de legitimidad internacional.

(*) Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia

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El anuncio de Biden para un alto el fuego en Gaza

La tercera fase contempla el plan de reconstrucción de Gaza y la liberación de los últimos rehenes

Mahmoud Elalwani

/ 10 de junio de 2024 / 10:12

El viernes 31 de mayo, el presidente estadounidense Joe Biden, en un discurso pronunciado en la Casa Blanca sobre la situación en Medio Oriente, dijo que Israel había presentado una propuesta para un alto el fuego sostenible en Gaza que constaría de tres etapas y pondría fin al conflicto que lleva más de ocho meses en marcha.

La primera fase duraría seis semanas y comenzaría con el cese de hostilidades. Durante esta fase se liberarían mujeres, niños, ancianos y los rehenes heridos, se produciría la retirada de las fuerzas de ocupación israelíes de zonas densamente pobladas de Gaza y el regreso de los gazateís a sus hogares en todas las zonas de Gaza, incluido el norte, también se incrementaría el número de camiones cargados con ayuda humanitaria a 600 por día.

Consulte: La Nakbah y la limpieza étnica en Palestina

Durante estas seis semanas, Israel y Hamás negociarán los arreglos necesarios para llegar a la segunda fase en la que se produciría un alto el fuego permanente. Biden reconoció que hay «una serie de detalles» que deben negociarse para pasar de la primera etapa a la segunda porque Israel quiere asegurarse de que sus intereses estén protegidos.

La segunda fase incluye la liberación de los rehenes restantes, incluidos los soldados varones. En esta fase Israel retirará todas sus fuerzas de Gaza siempre que Hamás cumpla con sus obligaciones y “el alto de fuego temporal se convertirá en un cese permanente de las hostilidades”.

La tercera fase contempla el plan de reconstrucción de Gaza y la liberación de los últimos rehenes.

Biden destacó que esta es la oferta que ahora está sobre la mesa. El presidente estadounidense dijo que la continuación de este conflicto agotará las capacidades de Israel y aumentará su aislamiento, destacando que este acuerdo conducirá a la calma en la región, incluida la conclusión de un acuerdo histórico entre Israel y el Reino de Arabia Saudita. Asimismo, señaló que Israel tiene derecho a defenderse, y puntualizó que sabía que algunos miembros del gobierno de Israel no aceptarían esta propuesta porque quieren que la guerra continúe, quieren ocupar Gaza para siempre, pero indicó que la idea de una victoria completa solo mantendrá a Israel atrapado en Gaza, aislándolo del mundo y que los secuestrados no regresarán a sus hogares. Biden concluyó que es hora de que esta guerra termine y comience la siguiente etapa.

El discurso del presidente estadounidense constituye la presentación de una propuesta israelí, pero plantea interrogantes. Si esta propuesta no la hubiera hecho el gobierno de Israel, el presidente de los Estados Unidos no la habría presentado, sino que habría solicitado que la presentara el secretario de Estado de los Estados Unidos o el presidente de su Consejo de Seguridad Nacional. El hecho de que el propio presidente presente este plan tiene connotaciones inusuales, es indicativo de que esta propuesta ha sido adoptada por el gobierno de Estados Unidos porque le confiere importancia en términos de patrocinio e implementación del plan y, al hacerlo, corta el camino al primer ministro Netanyahu de la guerra en Gaza, para evitar que posponga el estudio de las propuestas de paz con el fin de mantener su guerra en Gaza con armas estadounidenses. Este es un mensaje a Netanyahu de que no debe someterse a las amenazas de sus ministros de Seguridad y de Finanzas, Ben Gvir y Smotrich, los más extremistas del gobierno, que están llenos de odio por la humanidad, que practican matanzas y exterminio sin dudarlo.

La propuesta del discurso tiene mensajes dirigidos al pueblo estadounidense y a aquellos que se levantan contra el genocidio del pueblo palestino en Gaza de cara a la campaña electoral del próximo noviembre. También contiene mensajes para Europa y para otros países del mundo de que Estados Unidos apoya el cese de la guerra en Gaza para así blanquear la imagen de su administración que ha utilizado el poder de veto en más de una ocasión negándose a condenar la agresión israelí y que ha rechazado una resolución del Consejo de Seguridad que solicitaba el cese de la guerra en Gaza.

El discurso de Biden no incluye una solución política a un Estado palestino independiente con continuidad geográfica entre Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental; sobre este tema no hay ninguna propuesta en la iniciativa del presidente estadounidense, solo se habla de aceptar el statu quo anterior a la guerra en Gaza, lo que supone una mayor privación de los derechos nacionales del pueblo palestino.

(*) Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia

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