La ONU y su resolución sobre la ocupación israelí
El pasado miércoles 18 de septiembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó abrumadoramente a favor (con una mayoría de 124 votos favorables, 43 abstenciones y con la oposición de 14 países) de la resolución que exige a Israel, la potencia ocupante, “poner fin a su presencia ilegal en el territorio palestino ocupado en un plazo de 12 meses sin demora”, así como derogar toda legislación racista, basándose en una opinión consultiva sobre los efectos legales de las políticas de Israel y su práctica en Palestina, emitida por la Corte Internacional de Justicia el 19 de julio de 2024.
La resolución es una decisión jurídica y no política que exige a Israel cumplir con todas sus obligaciones conforme al derecho internacional, incluida la de retirar todas sus fuerzas militares del territorio palestino ocupado, el cese inmediato de todas las actividades de asentamiento, la evacuación de todos los colonos del territorio palestino ocupado, el retorno de todos los palestinos desplazados durante el conflicto para regresar a sus lugares de residencia, el desmantelamiento del muro de separación de apartheid construido por Israel, la devolución de las tierras y otros bienes inmuebles confiscados, así como de todos los activos que le han sido incautados desde el inicio de su ocupación en 1967 y a no obstruir el ejercicio del pueblo palestino a su derecho a la autodeterminación, incluido su derecho a establecer un Estado independiente sobre todo el territorio palestino ocupado. La resolución también pide a todos los Estados que no reconozcan la legitimidad de la situación resultante de la presencia ilegal de Israel en el territorio palestino ocupado y que no proporcionen ninguna ayuda para mantener esta situación. El resultado de la votación es un golpe significativo que pone de manifiesto que el mundo está de un lado mientras que Israel y sus aliados están en el lado contrario.
El Secretario General de la ONU deberá presentar un informe dentro de tres meses sobre el alcance del compromiso y la implementación de lo señalado en la resolución por parte de Israel. Esta resolución, basada en el derecho internacional y en la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia, principal órgano judicial de las Naciones Unidas, confirma la ilegalidad de la presencia de Israel en los territorios palestinos ocupados, envía un mensaje claro de que la ocupación debe terminar lo más rápido posible y que el pueblo palestino tiene derecho a la autodeterminación. Esta es la primera resolución de este tipo presentada por el Estado de Palestina desde que éste obtuvo derechos y privilegios adicionales en las Naciones Unidas en mayo de 2024. La resolución es una nueva condena a la ocupación y a sus continuas prácticas racistas contra nuestro pueblo y sus derechos nacionales; se deben tomar medidas individuales y colectivas para obligar a Israel a implementar la resolución.
El consenso internacional sobre esta resolución renueva la esperanza del pueblo palestino, sometido a una agresión y a un genocidio generalizados en Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén, para lograr sus aspiraciones de libertad e independencia y establecer su Estado palestino independiente. Esta resolución es un primer paso para poner fin a la impunidad de Israel, destacando que “Israel no puede seguir cometiendo crímenes de guerra y ocupación racista sin disuasión internacional”. La comunidad internacional ha manifestado alto y claro que es hora de poner fin a esta ocupación.
El Estado de Palestina llamó a la comunidad internacional a tomar medidas concretas para garantizar la implementación de esta resolución de la ONU con el fin de lograr una paz justa y duradera y la independencia del Estado soberano de Palestina en las fronteras del 4 de junio de 1967 con Jerusalén Este como su capital.
La resolución de la ONU abre la puerta a una mayor presión, no sólo para mejorar la posición del Estado de Palestina en la Asamblea General, sino para trabajar en paralelo para expulsar a la entidad hostil de su membresía en la organización global o suspenderla hasta su pleno cumplimiento con todas las resoluciones de legitimidad internacional relacionadas con Palestina en sus diversos aspectos.
La resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas a favor de Palestina ha marcado un momento histórico, pero no será suficiente por sí sola para lograr la justicia a menos que se transforme en medidas prácticas sobre el terreno. La comunidad internacional debe continuar ejerciendo presión sobre Israel, es necesario que todos los Estados miembros de las Naciones Unidas asuman sus responsabilidades en la implementación de las resoluciones internacionales, sin selectividad ni doble moral. Los palestinos deben permanecer firmes en su lucha, beneficiándose de este impulso internacional para lograr su sueño de libertad e independencia.
Mahmoud Elalwani es Embajador del Estado de Palestina en Bolivia.