Solidaridad con el Pueblo Palestino
Cada año, desde 1977, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebra el 29 de noviembre como el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. ¿Por qué este día del calendario fue elegido por la ONU? Simplemente porque 30 años antes, ese mismo día, las NNUU aprobaron la resolución 181 para dividir el territorio palestino en dos estados: el Estado Palestino y el Estado de Israel. Lamentablemente, las NNUU reconocieron al Estado de Israel en el acto y, hasta el día de hoy, no reconoce al Estado de Palestina como un estado con plenos derechos como cualquier estado del mundo. El pueblo palestino desde entonces sigue sufriendo injusticias y genocidio a manos del ejército israelí y gracias a la protección de los países coloniales que le otorgan todo tipo de armas, financiación y protección legal.
En caso de que la nacionalidad, o color del pueblo palestino sea algo extraño para algunos, mal que les pese, somos seres humanos y el mundo debe tratarnos como tales ¿Acaso hay normas y leyes internacionales para Israel y otras normas distintas para los palestinos? ¿Acaso Israel tiene la licencia y el derecho a asesinar y los palestinos el único derecho que tienen es a morir? ¿Qué más tiene que hacer Israel para que la Comunidad Internacional actúe y se ponga fin al genocidio contra el pueblo palestino? ¿Qué hace falta hacer para saber quiénes son realmente los que amenazan la paz y la seguridad en el Oriente Medio? Cuando las cosas están muy claras y nadie puede negarlas, cuando todos somos testigos del genocidio y de la destrucción del pueblo palestino, cuando ya no es un secreto sino que ocurre ante los ojos de todo el mundo, cuando se practica este genocidio desde hace más de 14 meses sin que el Consejo de Seguridad de la ONU exija un alto al fuego debido al veto de la primera potencia mundial que alimenta con más de 86 mil toneladas de bombas (ocho veces más que las bombas atómicas lanzadas contra Japón, o cuatro veces más que las bombas lanzadas contra Londres en la segunda guerra mundial) a Israel para asesinar a niños y mujeres palestinas. ¿Acaso las vidas de los palestinos no merecen ser salvadas? ¿Israel tiene la obligación de asesinar a los palestinos?
Si el alto al fuego se hubiera producido hace un año, se habrían salvado muchas vidas de inocentes. El cese del fuego no resuelve todo, pero es el primer paso para buscar una solución a un problema. Más de un año de genocidio y el Consejo de Seguridad sigue discutiendo lo que debe hacer para frenarlo. No existe ninguna justificación para usar el derecho de veto que impide poner fin a estas tragedias.
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En el futuro, algún historiador contará lo que hoy día estamos reclamando a voces con la intención de salvar vidas inocentes de este genocidio; las futuras generaciones juzgarán a los dirigentes de países que participaron en este genocidio directa o indirectamente y a las instituciones internacionales que no han cumplido con su papel para poner fin a las matanzas. Las futuras generaciones preguntarán ¿Cómo un genocidio fue transmitido en directo a través de las pantallas durante más de un año y ante los ojos de todo el mundo incluido presidentes de gobiernos y organizaciones internacionales y no se pudo frenar?
Palestina fue y sigue siendo la verdadera prueba de la eficacia y sostenibilidad del sistema internacional basado en el derecho. Ninguna afirmación, ninguna mentira equiparando a la víctima con el verdugo y a la ocupación con los ocupados puede eludir la realidad. El hecho de no comprometerse o de ignorar el sistema del que nació la cuestión palestina es un fracaso de este sistema y de su continuidad. Los pueblos y las voces libres y solidarias que se alzaron por millones en las capitales del mundo respaldan el derecho palestino y la legendaria firmeza de nuestro pueblo, y respetan los principios del derecho internacional, así como la necesidad de aplicarlos sin dobleces, con objetividad.
El pueblo palestino, junto con todos los países solidarios del mundo, no aceptará la opresión y la injusticia, y no aceptará nada que no sea vivir libre y dignamente en su Estado, con el derecho a defenderse a sí mismo, derecho a su existencia y a sus derechos nacionales. Los pueblos libres del mundo tienen el derecho de ayudarnos a alcanzar nuestra libertad e independencia para a vivir con seguridad, dignidad y paz, como el resto de los pueblos. Ninguna fuerza en la tierra lo impedirá.
Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.