¿Realmente el IVA ‘asfixia’ al sector alimentario en Bolivia?
Ante las recientes y aventuradas declaraciones de algún pseudo candidato a presidente sobre la política tributaria aplicada al sector productivo primario y su comercialización en el mercado interno, con las que propone la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para productos alimenticios, un análisis más responsable con base en datos oficiales del sector alimentario en Bolivia muestra que la realidad es bastante diferente.
El planteamiento de liberar del IVA a los productores de alimentos, ya que “el sector está siendo asfixiado por la carga tributaria” y que “existe falta de apoyo a los pequeños productores”, solo demuestra un total desconocimiento sobre el tratamiento tributario para el sector agrícola y comercio minorista de alimentos vigente desde 1996 hasta la fecha. Me refiero concretamente al Régimen Agropecuario Unificado (RAU), diseñado para promover la producción de alimentos en Bolivia, asegurando que los productores primarios, como los arroceros, no enfrenten obstáculos fiscales que puedan afectar su competitividad.
Este régimen especial simplifica el pago de obligaciones tributarias correspondientes a cuatro impuestos (IVA, IT, IUE y RC-IVA) en una sola cuota mínima anual, que va desde Bs 3 por hectárea de acuerdo con la zona y superficie en la que se desarrolle la actividad económica. Ello representa solamente el 0,05% de la recaudación total por tributos; es decir, el pago de impuestos del sector agropecuario constituye una contribución simbólica para el Estado, permitiendo a los productores agrícolas operar sin una carga tributaria significativa, constituyéndose también en otro de los mecanismos fiscales que apoya a los productores agropecuarios, quienes son los encargados de abastecer el mercado nacional con alimentos.
Por lo señalado, los datos oficiales de recaudación y padrón del SIN muestran que la carga tributaria por IVA no incide en el cumplimiento de las obligaciones tributarias del sector que cumpla con las condiciones para pertenecer al mismo.
Por tanto, queda claro que las mencionadas “sugerencias”, en un afán de crear expectativa en la población, solo buscan engañar a la misma, proponiendo medidas que ya están dentro del sistema tributario boliviano. En todo caso, es importante analizar de manera objetiva, y con respaldo técnico, las causas del desabastecimiento de algunos productos alimenticios, teniendo en cuenta factores como los efectos climatológicos, la especulación y las posibles motivaciones políticas que podrían estar contribuyendo a este fenómeno.
*Verónica Gutiérrez es economista