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Tuesday 18 Feb 2025 | Actualizado a 05:15 AM

Stablecoins: de la volatilidad a la seguridad

/ 21 de enero de 2025 / 06:07

En los últimos años, los criptoactivos han revolucionado el panorama financiero global, pero junto con su popularidad han surgido desafíos significativos, como la volatilidad. De hecho, una de las principales características de los criptoactivos, sobre todo de las criptomonedas, es su volatilidad extrema.

Esta es la razón por la que las stablecoins o monedas estables han ganado un lugar central en el ecosistema financiero digital y como un puente entre las finanzas tradicionales y el futuro digital. Estas criptomonedas, diseñadas para mantener un valor estable; casi fijo, se han convertido en herramientas clave para impulsar la adopción masiva y la innovación en los mercados financieros.

Las stablecoins son un tipo de criptomoneda cuyo valor está vinculado a un activo subyacente, como monedas fiduciarias (por ejemplo, el dólar estadounidense o el euro), materias primas (como el oro) o incluso una cesta de activos. A diferencia de otras criptomonedas como Bitcoin, Ethereum o Solana, cuyo valor puede fluctuar drásticamente en cuestión de horas, las stablecoins están diseñadas para ofrecer estabilidad y reducir el riesgo de volatilidad.

Existen diferentes tipos de stablecoins según el mecanismo que utilicen para mantener su estabilidad:

1.            Stablecoins respaldadas por monedas fiduciarias (fiat): Cada token está respaldado por reservas de dinero en una proporción de 1:1. Ejemplo: USDT (Tether) o USDC (USD Coin).

2.            Stablecoins respaldadas por criptoactivos: Utilizan otras criptomonedas como garantía, generalmente sobrecolateralizadas para contrarrestar las fluctuaciones del mercado. Ejemplo: DAI.

3.            Stablecoins algorítmicas: Su estabilidad no depende de reservas físicas, sino de algoritmos y contratos inteligentes que regulan automáticamente la oferta y la demanda. Ejemplo: UST (aunque este tipo ha enfrentado desafíos).

4.            Stablecoins respaldadas por commodities. Estas monedas están vinculadas a activos físicos, como el oro, la plata o el petróleo. Por ejemplo, Tether Gold (XAUT) y PAX Gold (PAXG) están respaldadas por reservas de oro.

Las stablecoins no solo resuelven el problema de la volatilidad, sino que también ofrecen ventajas clave que las hacen esenciales en el panorama financiero y tecnológico actual:

1.            Facilitan las transacciones internacionales

Enviar dinero a través de fronteras puede ser costoso y lento utilizando métodos tradicionales. Las stablecoins permiten transferencias rápidas y económicas, eliminando intermediarios y reduciendo las tarifas asociadas.

2.            Impulsan la inclusión financiera

En regiones con sistemas bancarios poco desarrollados o economías inestables, las stablecoins ofrecen acceso a un sistema financiero más seguro, guardando sus ahorros en una moneda estable y resistente a la inflación, sin necesidad de una cuenta bancaria.

3.            Juegan un rol clave en las Finanzas Descentralizadas (DeFi)

El ecosistema DeFi depende en gran medida de las stablecoins para proporcionar liquidez, servir como medio de intercambio y actuar como colateral en plataformas de préstamos.

4.            Protección contra la volatilidad

Para comerciantes e inversores, las stablecoins actúan como un refugio seguro en períodos de alta volatilidad en los mercados de criptomonedas.

5.            Modernización de los mercados tradicionales

Cada vez más instituciones financieras tradicionales están explorando el uso de stablecoins como una forma de modernizar sus operaciones, incluido la CBDCs.

El papel de las stablecoins en el mundo financiero está en constante evolución. Su adopción masiva no solo está transformando la forma en que realizamos transacciones, sino que también está sentando las bases para una economía digital más inclusiva y eficiente. A medida que los marcos regulatorios se consoliden y la tecnología avance, es probable que veamos una integración aún más profunda entre las stablecoins y los sistemas financieros tradicionales.

En un mundo donde la estabilidad y la accesibilidad son esenciales, las stablecoins están demostrando ser una solución indispensable, ofreciendo el equilibrio perfecto entre innovación y seguridad. Sin duda, estas monedas digitales seguirán siendo un componente clave en la evolución del dinero tal como lo conocemos.

Gamal Serhan Jaldin (@gamalbolivia) es experto en Tecnología e Innovación.

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DeepSeek: La revolución que sacudió el mundo de la IA

/ 5 de febrero de 2025 / 00:12

En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha experimentado avances sin precedentes, transformando industrias enteras y redefiniendo la forma en que interactuamos con la tecnología. De hecho, yo creo que la llegada de la inteligencia artificial significa la quinta revolución industrial, pero eso será motivo de otro artículo.

El principal protagonista de esta revolución, hasta ahora, se llamaba ChatGPT de OpenAI, posicionándose como un referente en el campo de los modelos de lenguaje de gran escala (LLMs), aunque después surgieron Copilot de Microsoft, Gemini de Google, Llama de Meta entre otros. Sin embargo, la aparición de DeepSeek ha marcado un punto de inflexión en el ecosistema de la IA, desafiando el “status quo” generando también una revolución en el mercado de valores, sobre todo de las empresas tecnológicas.

DeepSeek es un sistema de inteligencia artificial avanzada que combina modelos de lenguaje de última generación con capacidades de búsqueda, análisis y razonamiento profundo en tiempo real. A diferencia de los modelos tradicionales, DeepSeek se enfoca en la optimización de recursos, la escalabilidad y la personalización, lo que lo convierte en una herramienta poderosa que permite no solo responder preguntas, sino comprender el contexto a un nivel casi humano, anticipar necesidades y generar soluciones aplicables a problemas complejos.

La competencia entre DeepSeek y ChatGPT ha sido comparada con la rivalidad entre dos gigantes tecnológicos, y no es para menos. Su impacto fue tan disruptivo que provocó una caída significativa en el valor de las acciones de empresas líderes en inteligencia artificial, ya que DeepSeek ofreció ventajas competitivas que rápidamente atrajeron la atención de inversionistas, empresas y usuarios finales.

La llegada de DeepSeek ha sacudido el mercado de la IA, obligando a las empresas tecnológicas a reevaluar sus estrategias. DeepSeek no solo es un competidor más; es un disruptor que ha cuestionado las bases sobre las que se construyó el mercado de la IA, además del monto invertido en el desarrollo de estas.

Su enfoque en la eficiencia, la personalización y la transparencia ha puesto en evidencia las limitaciones de los modelos tradicionales, como ChatGPT. Además, su capacidad para operar en entornos con restricciones de recursos ha ampliado el alcance de la IA a regiones y sectores que antes estaban excluidos.

Las empresas tecnológicas han tenido que adaptarse rápidamente a este nuevo escenario, invirtiendo en investigación y desarrollo para no quedarse atrás. DeepSeek ha demostrado que la IA no es solo una carrera por tener el modelo más grande, sino también el más inteligente, eficiente y accesible.

Según informó The Wall Street Journal, DeepSeek ha demostrado ser una herramienta avanzada en muchos aspectos, pero con claras limitaciones al abordar temas políticamente delicados. Otro de los aspectos que preocupa es la seguridad de la información consultada en DeepSeek, aunque todos sabemos que cuando una aplicación es “gratuita” nuestra información es el precio que pagamos por su uso.

Lo cierto es que, a pesar de estos cuestionamientos, DeepSeek ha llegado para quedarse, y su impacto en el mundo de la inteligencia artificial es solo el comienzo. Al desafiar a gigantes como ChatGPT, ha demostrado que la innovación no siempre proviene de los actores más establecidos, sino de aquellos que se atreven a pensar diferente.

Lo que es innegable es que DeepSeek no solo es una herramienta, sino un catalizador de cambio. Su aparición ha abierto la puerta a un nuevo capítulo en la historia de la inteligencia artificial, en el que la capacidad de comprender, razonar y anticiparse define el éxito de las tecnologías del futuro.

En un mundo donde la transformación digital es imparable, DeepSeek se posiciona como una herramienta clave para impulsar la próxima ola de innovación. Su capacidad para combinar eficiencia, personalización y seguridad lo convierte en un aliado invaluable para empresas y desarrolladores que buscan aprovechar al máximo el potencial de la IA.

El mercado tecnológico ha sido sacudido, y DeepSeek es el epicentro de este terremoto. Lo que viene después dependerá de cómo las empresas y los innovadores aprovechen esta nueva era de la inteligencia artificial. Una cosa es segura: el futuro de la IA nunca volverá a ser el mismo.

Gamal Serhan Jaldin es experto en Tecnología e Innovación.

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Criptoactivos pueden transformar la economía

Este es el momento de aprovechar las oportunidades que ofrecen los criptoactivos para transformar vidas, negocios y economías

Gamal Serhan Jaldin

/ 25 de diciembre de 2024 / 07:20

En medio de la crisis económica acentuada por la escasez de dólares, hace unos meses atrás el estado boliviano a través del Banco Central de Bolivia (BCB) en coordinación con la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) sorprendieron al país con la decisión permitir la comercialización de criptoactivos a través de canales e instrumentos electrónicos de pago (IEP).

Este hito, representa una oportunidad real para modernizar nuestro sistema financiero y enfrentar la crisis con soluciones innovadoras y sostenibles, adaptándonos a una nueva realidad global donde la tecnología blockchain y los criptoactivos han demostrado su capacidad para transformar economías.

Lea: Electromovilidad: ¿El futuro o solo un sueño?

Desde su aparición en 2009 con el surgimiento de Bitcoin, las criptomonedas se han posicionado como una alternativa al sistema financiero tradicional. Nacieron en respuesta a crisis económicas globales, ofreciendo una solución descentralizada, segura y accesible para millones de personas. Sin embargo, en Bolivia, la postura oficial hacia estas herramientas fue durante mucho tiempo restrictiva, limitando su adopción debido a visión conservadora y una falta de madurez en todo el sistema financiero nacional.

Pero, la adopción de criptoactivos trae consigo ventajas directas e indirectas para los bolivianos. A continuación, se detallan algunos de los beneficios clave:

Inclusión financiera: Las criptomonedas ofrecen acceso financiero a quienes carecen de cuentas bancarias, eliminando barreras geográficas y burocráticas.

Reducción de costos en remesas: Con los criptoactivos, las transferencias internacionales son más rápidas y económicas, beneficiando a miles de familias que dependen de remesas.

Protección frente a la inflación y devaluación: Criptomonedas como Bitcoin, con suministro limitado, ofrecen una alternativa estable de protección del patrimonio frente a la inflación y devaluación.

Facilitación del comercio internacional: Empresas bolivianas pueden realizar transacciones globales sin intermediarios, agilizando y abaratando operaciones.

Atracción de inversiones: Bolivia se posiciona como un destino atractivo para startups tecnológicas e inversores interesados en blockchain.

La economía boliviana enfrenta retos importantes que requieren soluciones creativas y audaces. La adopción de criptoactivos no resolverá todos los problemas de inmediato, pero sí ofrece herramientas valiosas para dinamizar el sistema financiero y ofrecer nuevas alternativas a los ciudadanos para proteger su patrimonio.

Por ejemplo, los pequeños comerciantes y emprendedores podrán acceder a un sistema de pagos más eficiente y menos costoso. Además, los bolivianos podrán utilizar los criptoactivos como una opción para proteger sus ahorros frente a la inflación y devaluación monetaria, brindando mayor estabilidad financiera.

El mundo está transitando hacia una economía digital, y Bolivia no puede permitirse quedar rezagada. La adopción de criptoactivos es un primer paso clave hacia un sistema financiero más moderno, inclusivo y preparado para los retos del siglo XXI.

Sin embargo, este proceso debe ir de la mano con educación financiera. La población necesita entender cómo funcionan las criptomonedas, cuáles son sus riesgos y cómo pueden usarse de manera segura y responsable.

La apertura no solo moderniza el sistema financiero, sino que también demuestra que Bolivia está dispuesta a innovar y aprovechar las oportunidades que brinda la tecnología.

Este es el momento de aprovechar las oportunidades que ofrecen los criptoactivos para transformar vidas, negocios y economías. Con responsabilidad, visión y un esfuerzo conjunto, Bolivia tiene el potencial de convertirse en un referente regional en la adopción de estas tecnologías.

El futuro es digital, y Bolivia tiene un papel clave en él. ¡No dejemos pasar esta oportunidad!

Gamal Serhan Jaldin es experto en Tecnología e Innovación

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Electromovilidad: ¿El futuro o solo un sueño?

Aunque comprar un auto eléctrico puede costar más al principio, mantenerlo es muchísimo más barato

Gamal Serhan Jaldin

/ 26 de noviembre de 2024 / 06:01

¿Cuántas veces nos hemos quedado atrapados en una fila interminable para comprar gasolina? Bajo el sol, la lluvia o el viento, escuchando a la gente quejarse mientras miramos el reloj y nos preguntamos si alcanzará para todos. Es una escena que se repite una y otra vez desde hace bastante tiempo en Bolivia. Y lo peor es esa sensación de estar atrapado en un problema que parece no tener solución.

Pero ¿y si hubiera otra opción? Imagina estar en casa, disfrutando un café mientras tu auto eléctrico se carga en el garaje. Nada de filas, nada de emisiones contaminantes y gastando menos dinero en transporte. Esta es la promesa de la electromovilidad, una idea que no solo podría cambiar la forma en que nos movemos, sino también transformar la economía y el medio ambiente de Bolivia.

Revise: El fascinante camino de la Inteligencia Artificial

La gran ventaja que tenemos para hacer realidad ese sueño se llama Salar de Uyuni, hogar de una de las mayores reservas de litio del planeta, esencial para las baterías de los vehículos eléctricos. En otras palabras, tenemos el “oro blanco” del futuro.

Si logramos industrializar este recurso, podríamos no solo abastecer al mercado interno de vehículos eléctricos, sino también convertirnos en un actor clave en la transición energética regional y global. Sin embargo, esto no es sencillo, ya que la extracción de litio requiere una inversión significativa, tecnología avanzada y fundamentalmente seguridad jurídica para dichas inversiones.

Actualmente, Bolivia importa la mayor parte de la gasolina y el diésel que consume. Según cifras oficiales, en 2014 producíamos el 78% de nuestra gasolina internamente, pero hoy solo generamos el 44%. No hay dólares, pero sí una demanda creciente y unos subsidios que consumen millones del presupuesto nacional. Es un círculo vicioso: dependemos de las importaciones, pero estas nos hunden económicamente. Y las filas en las gasolineras son solo el síntoma más visible de este problema.

Aquí es donde los vehículos eléctricos ofrecen una salida. No requieren gasolina ni diésel, solamente electricidad, y Bolivia tiene un gran potencial para generar energía limpia a partir de fuentes como la hidroeléctrica. Si aprovechamos esta capacidad, podríamos movernos hacia una matriz energética más independiente y sostenible.

Sin embargo, hay un “pero”. Nuestra red eléctrica no está preparada para una avalancha de autos eléctricos. ¿Qué pasa si todos empiezan a cargar sus vehículos al mismo tiempo? Un apagón en pleno centro de cualquier ciudad, y todos con las baterías al 10%. Sí, necesitamos reforzar nuestra infraestructura eléctrica, y eso cuesta.

El otro problema es el costo de los vehículos eléctricos. En un país donde la mayoría lucha por llegar a fin de mes, gastar miles de dólares en un Tesla está fuera de discusión. Pero, la gran ventaja es que nosotros tenemos nuestro propio Tesla y se llama Quantum, la primera empresa nacional que fabrica vehículos eléctricos. Sí, leíste bien. Tenemos nuestra propia marca de autos eléctricos, accesibles y hechos aquí. Esto no solo demuestra que el cambio es posible, sino que podemos liderarlo. Apoyar a empresas como Quantum no es solo un acto patriótico; es una apuesta por un futuro mejor.

Y hay otro punto interesante: aunque comprar un auto eléctrico puede costar más al principio, mantenerlo es muchísimo más barato. No gastas en gasolina, y el mantenimiento es mínimo porque no hay motor de combustión. Al final, podrías ahorrar mucho dinero.

Ahora ¿De qué sirve tener un auto eléctrico si no hay estaciones de carga? Este es un problema que no podemos ignorar. Actualmente, en Bolivia, estas estaciones son prácticamente inexistentes. Eso significa que, si te compras un vehículo eléctrico, tendrás que cargarlo en casa… siempre y cuando vivas en una zona con electricidad estable.

La buena noticia es que los problemas son solucionables. La mala noticia es que necesitamos empezar ahora. Cada día que seguimos dependiendo de la gasolina es un día que perdemos dinero, tiempo y salud. La electromovilidad no es solo una moda, es una oportunidad para construir un país más sostenible, independiente y moderno.

Es hora de que el estado, las empresas y la sociedad trabajemos juntos. Invertir en la infraestructura necesaria, crear políticas de estado que incentiven, el uso de energía amigables con el medio ambiente y educar a la población son pasos necesarios para hacer realidad este sueño.

La próxima vez que estés atrapado en una fila interminable en una gasolinera, piensa en esto: podrías estar en casa, tomando un café, mientras tu auto se carga solo. Ese futuro no está tan lejos como parece. Está en nuestras manos, y el primer paso para alcanzarlo es empezar a imaginarlo juntos. Porque el cambio comienza con una idea, pero se concreta con acción. ¿Nos subimos al auto del futuro?

(*) Gamal Serhan Jaldin es experto en Tecnología e Innovación

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El fascinante camino de la Inteligencia Artificial

/ 11 de noviembre de 2024 / 06:05

Hace unos dos años, la irrupción de ChatGPT-3 en el mundo de la inteligencia artificial marcó un punto de inflexión comparable a la toma de la Bastilla en la Revolución Francesa. Fue el acontecimiento simbólico que representaba el fin de una era y el inicio de una nueva.

Aunque pueda parecer un concepto reciente, la inteligencia artificial tiene una larga historia. En 1950, Alan Turing publicó un artículo titulado “Computing machinery and inteligence” en el que se planteaba por primera vez la posibilidad de que una máquina pudiera pensar.

Pero no es hasta la década de los noventa que realmente se puede lograr avances significativos sobre su desarrollo con la creación de una maquina llamada LeNet; una red neuronal convolucional para reconocimiento de patrones, que fue entrenada para el reconocimiento de imágenes y solo logró tener una eficiencia del 25%.

En 2010, surge la idea de emplear procesadores de videojuegos (CPU) para entrenar redes neuronales, aprovechando la lógica multidimensional de estos procesadores fabricados por NVIDIA, logrando reducir el tiempo de respuesta de meses a horas y en el año 2013 la Universidad de Toronto publica un artículo en el cual afirma que ha logrado que una máquina similar a LeNet, tenga una eficiencia del 98%.

El año 2014, se llevó a cabo una competencia llamada el Test o la Prueba de Turing, en la cual un robot tenía que convencer a un jurado que era humano durante una sesión de 5 minutos de conversación, logrando convencer a un tercio de los jueces del concurso.

Las Big Tech, que no querían quedar fuera de esta revolución, avanzaban con mucha prudencia en el uso de la inteligencia artificial en sus diferentes modelos de negocios, temerosos fundamentalmente por las demandas que podían enfrentar de todas partes.

Mientras, Elon Musk, Sam Altman y otros socios más, al darse cuenta de su importancia decidieron crear una empresa sin ánimo de lucro (OpenAI), para desarrollar la inteligencia artificial como código libre y que esté al alcance de toda la humanidad.

En 2017 Google Research publica “Attention is All You Need” en el que describe un modelo de aprendizaje profundo revolucionario llamado Transformer (con miles de millones de neuronas) – IAG (Texto, Imágenes y Videos). Este modelo enfocado en la “atención” en diferentes partes de la entrada, que era suficiente para lograr un rendimiento superior en tareas de procesamiento de lenguaje natural (NLP), eliminando la necesidad de redes recurrentes y convolucionales tradicionales, allanó el camino para la creación de modelos de lenguaje de gran escala.

Al siguiente año OpenAI presentó GPT-2 (Generative Pre-trained Transformer-2), un modelo generativo que podía escribir ensayos, responder preguntas y generar contenido, el problema es que el algoritmo seleccionaba la respuesta de más alta probabilidad estadística y generaba un texto aburrido NO HUMANO.

Dos años después, OpenAI lanzó una versión mejorada, GPT-3, que fue entrenada con dos millones de libros digitales y más de cien millones de palabras de Internet, utilizando 175 mil millones de parámetros. Su lanzamiento aceleró la investigación en modelos de lenguaje de gran escala y sentó las bases para aplicaciones más avanzadas de IA en el procesamiento del lenguaje natural.

ChatGPT-3 era capaz de producir texto, código y poesía con una calidad excepcionalmente similar a la humana, porque a alguien se le ocurrió que en vez de elegir la respuesta de más alta probabilidad debería “jugar” con las posibles respuestas, agregándole temperatura. Contesta extraordinariamente bien, pero dependiendo de la “temperatura” puede alucinar en sus respuestas.

Nunca hay que olvidar que es una máquina alimentada con miles de millones de parámetros, pero es una máquina que NO es inteligente y que simplemente procesa toda la información que tiene a una velocidad impresionante (dependiendo del modelo de lenguaje) y que responde sobre entrelazando información que le puede parecer coherente a cualquier humano; y eso da la sensación de creación, pero que puede ser incorrecta.

Entonces, para restringir sus alucinaciones se crearon los “prompts” o las instrucciones que le permiten acotar el contexto, el objetivo y la instrucción, y regular la temperatura defiendo el grado de creatividad o precisión que queremos en una respuesta.

Indudablemente, podríamos dividir la historia en ‘a.I.A.’ (antes de la Inteligencia Artificial) y ‘d.I.A.’ (después de la Inteligencia Artificial), ya que esta tecnología representa una herramienta con potencial disruptivo para transformar vidas, negocios y sociedades enteras.

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Bolivia 2050: un futuro entre crisis y esperanza

/ 29 de octubre de 2024 / 01:21

Durante la semana pasada, participé en el Futures Weeks 2024, una iniciativa impulsada por la UniFranz en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Durante este evento, se presentó el libro “Latinoamérica 2050: Retos, escenarios y acciones”, un esfuerzo serio de la academia para analizar los desafíos y oportunidades de nuestra región para los siguientes 25 años.

En medio de la crisis política, económica y social que atraviesa Bolivia, pensar en los retos, escenarios y acciones para el 2050 es casi misión imposible, en especial cuando todos los días estamos pensando en cómo llegar a fin de mes y cumplir con todas nuestras obligaciones. Entonces ¿cómo podemos vislumbrar el futuro cuando el presente nos exige sobrevivir?

La incertidumbre política, social y económica que vivimos ha convertido el esfuerzo de proyectar un futuro en un desafío casi impensable, especialmente cuando la urgencia nos obliga a enfocarnos en los pagos mensuales y el constante ajuste ante una realidad cada vez más restrictiva.

Mientras luchamos contra la inestabilidad que afecta el poder adquisitivo, el valor de nuestra moneda y la confianza en nuestras autoridades, el horizonte parece cada vez más difícil. Las expectativas acerca de las políticas públicas con normas claras y la estabilidad económica se vuelven inquietantes, y cada vez resulta más difícil adquirir una perspectiva a largo plazo.

Mientras buscamos soluciones inmediatas, dejamos de lado una planificación estratégica para el mediano y largo plazo. Sin embargo, los retos del futuro no desaparecen por la falta de planificación; al contrario, se vuelven más complejos y urgentes. Es aquí donde entra la verdadera relevancia de iniciativas como Futures Weeks.

Es evidente que necesitamos iniciativas prácticas que respondan a la realidad actual, pero también necesitamos un horizonte claro al que podamos aspirar como sociedad.

El valor de este esfuerzo académico, lejos de quedarse en el idealismo, nos recuerda que construir el futuro es un acto de responsabilidad compartida. Si algo nos sugiere esta iniciativa es que el cambio no ocurrirá solo desde arriba, sino que los jóvenes; sobre todo lo que hoy están en las aulas y en breve asumirán tareas de liderazgo, también pueden promoverlo y para eso solo es necesario abrir los espacios para escucharlos.

La juventud tiene un rol determinante en las transformaciones que necesitamos, y apoyarlos en su visión y propósito podría no solo darnos mejores líderes, sino mejores políticas públicas y un país que se transforme, incentivando la producción de bienes y servicios, y por ende genere bienestar para sus ciudadanos.

Pero ¿por qué nos debería importar este esfuerzo académico y por qué a los empresarios nos convendría prestar atención? La respuesta es sencilla: porque si no participamos en este diálogo sobre el futuro, el futuro será decidido sin nuestra voz ni nuestras necesidades en mente, perdiendo la oportunidad de aportar con nuestra experiencia.

Esta puede ser una oportunidad primero para tener un norte claro hacia donde ir como país y establecer sobre esta base, políticas de estado que independientemente del gobierno de turno, las impulsemos todos.

Tradicionalmente hemos dependido de la extracción de recursos naturales como los minerales y el gas, lo que nos hace vulnerable a fluctuaciones de precios globales de estos commodities. Uno de los retos más grandes es diversificar la economía hacia sectores de mayor valor agregado como la tecnología, energías renovables, agroindustria sostenible y turismo ecológico, sectores que podrían generar empleo de calidad y desarrollar mercados más robustos.

La economía del conocimiento y la transformación digital exigen habilidades nuevas y especializadas. Debemos invertir en una educación diferenciada que integre habilidades digitales, técnicas y emprendedoras, enfocadas en los desafíos del futuro, capacitadas para el mercado laboral global y las industrias emergentes, lo cual requiere adaptabilidad y flexibilidad de la oferta académica.

Asimismo, debemos brindar apoyo a las generaciones futuras de emprendedores con incentivos fiscales, incubadoras de empresas y acceso a financiación sería un gran paso para expandir la economía. Las tecnologías emergentes, tales como el blockchain y la inteligencia artificial, pueden permitir ser parte de la economía digital y ser parte del mercado global.

Gamal Serhan Jaldin es experto en Tecnología e Innovación.

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