Los ODS y el Presupuesto General del Estado

Bolivia como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el resto de los países que la conforman, adoptan un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales, para erradicar la pobreza, proteger el planeta, reducir las desigualdades, mejorar la calidad educativa, promover el desarrollo sostenible social, económico y ambiental, entre otros desafíos; objetivos que también se contrastan con el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, elaborado con la participación de todas las entidades públicas, municipales, departamentales y empresas.
Los 17 ODS se centran en : 1) Fin de la Pobreza, 2) Hambre Cero, 3) Salud y Bienestar, 4) Educación de Calidad, 5) Igualdad de Género, 6) Agua Limpia y Saneamiento, 7) Energía Asequible y no Contaminante, 8) Trabajo Decente y Crecimiento Económico, 9) Industria, Innovación e Infraestructura, 10) Reducción de las Desigualdades, 11) Ciudades y Comunidades Sostenibles, 12) Producción y Consumo Responsable, 13) Acción por el Clima, 14) Vida Submarina, 15) Vida de Ecosistemas Terrestres,16) Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, 17) Alianza para Lograr los Objetivos.
Esta agenda es un plan de acción con metas integradas en tres dimensiones: económica, social y ambiental; metas que se proyectan con la ejecución de programas y proyectos del PGE 2025 que, pese al contexto político, las entidades públicas, respondiendo a las necesidades de las regiones del país, hacen el esfuerzo de continuar promoviendo el desarrollo sostenible.
Es importante considerar que la implementación de los ODS depende de las políticas públicas que los Estados desarrollan en cada año. Para el caso de Bolivia, su implementación está estrechamente relacionada con el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) y el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025, “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, Hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones”. Y su principal instrumento financiero para concretar estos compromisos es el PGE, que contempla la proyección de ingresos y gastos para una gestión.
Hasta aquí podemos comprender que el modelo económico, el plan de desarrollo y las metas del PGE se encuentran articuladas a estos ODS, su cumplimiento estimula el crecimiento y desarrollo económico y social, a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, el lector también debe considerar que coyunturalmente en Bolivia se adelantó el periodo electoral, promovido y agudizado por frentes políticos desde mediados del 2022, intensificando una comunicación persuasiva que impidió cumplir las proyecciones económicas en los últimos 3 años. Además, el contexto externo se agravaba con una crisis múltiple, financiera, climática, alimentaria, energética, hídrica y macroeconómica.
En estas semanas se registran nuevamente acciones de sabotaje económico por organizaciones sociales y asambleístas afines a “Evo”, acciones que podrían tener un impacto negativo para el 2025 y del cumplimiento de los ODS. Ya son más de tres años consecutivos de obstáculos en la gestión pública del presidente Luis Arce, lo que pone en riesgo los compromisos internacionales asumidos por el Estado y limita la capacidad del país para contribuir a la sostenibilidad ambiental y social. Por tanto, es fundamental que estos sectores, vinculados al «evismo», prioricen el bienestar de las bolivianas y los bolivianos, trabajando en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Edson Surco es licenciado en Administración de Empresa y Contaduría Pública.