Estabilidad de precios y desarrollo económico

Jaime Jordán Costantini
El inicio de la campaña electoral permitió que la ciudadanía se informe de las propuestas de política económica de los posibles candidatos para solucionar algunos de los problemas actuales. Un programa para lograr estabilidad y desarrollo económico debe abordar tres temas: evaluar las condiciones iniciales, el plazo para estabilizar los precios con las medidas propuestas y el tiempo que demorará a la economía recuperar su nivel de crecimiento anterior a las medidas. Son interrogantes complejas que en estas pocas líneas se tratarán, con base en la experiencia de dos programas de estabilización: El plan Eder (PE), aplicado en 1956, en el gobierno del presidente H. Siles, y el Decreto 21060, de 1985.
Las condiciones iniciales del PE fueron aplicadas para controlar una inflación de 150% al año registrada en 1956. Antes de su aplicación se tenía un sistema de múltiples tasas de cambio, una reducción de la producción agrícola por efecto de la reforma agraria y mal desempeño de Comibol. El país había agotado sus reservas internacionales y tenía pesadas deudas externas asumidas desde la Guerra del Chaco. Entre 1952 y 1956, el PIB cayó 4,2%.
El 21060 fue aplicado en condiciones iniciales severas. Desde 1978, a finales del gobierno de Banzer, el país enfrentó problemas de gran endeudamiento y caídas de las exportaciones. Entre 1978 y 1982, se sucedieron ocho gobiernos (dos civiles), que duraron seis meses en promedio. El primer gobierno electo en 1982 fue presidido por H. Siles, quien —en medio de presiones políticas y profunda crisis— acortó su mandato y convocó a elecciones para luego entregar el poder a Víctor Paz, en 1985, artífice de la Nueva Política Económica y del conocido 21060, aplicado para enfrentar la hiperinflación y el desorden económico. En este periodo, el PIB por persona se redujo —entre 1978 y 1985— en 19%, caída más alta en la historia de Bolivia.
En ambos programas se controló la inflación. Después de 1957, la inflación estuvo entre 12% y 13%. Los resultados del 21060 —en términos de inflación— fueron rápidos y permitieron estabilizar los precios. Las medidas aplicadas fueron similares: disminución de la liquidez con restricciones a la política monetaria y fiscal. Y la diferencia fue la política cambiaria: el PE optó por una tasa de cambio fija de 12.000 pesos por dólar por varios años. El 21060 optó por una tasa de cambio variable y deslizante, mediante un esquema de remate de dólares del Banco Central.
A la economía le tomó 16 años recuperar los niveles del PIB de 1952 con el PE. En el caso del 21060, la economía retomó el nivel del PIB por persona, de 1978, recién en 2004, después de 26 años, lo que derivó en una concentración severa de la renta, generando crisis política y polarización.
La información que presento enseña algo importante: la estabilidad de precios se logra rápidamente y es una condición necesaria para conducir al país al crecimiento. Pero si esta estabilidad se consigue con desempleo, destrucción de capital privado y restricciones graves de demanda, la recuperación económica puede ser lenta, generar mayor desigualdad y crear procesos de polarización política.
Actualmente, escuchamos enfoques radicales para evaluar la situación actual, comparándola con 1985, dando a entender que se requieren fuertes choques fiscales y monetarios. Doria Medina declaró que la inflación en Argentina es más baja que en Bolivia, afirmación alejada de la realidad. Saravia, líder del Partido Liberal, declaró que despedirá a 200.000 empleados públicos. Manfred está de acuerdo con solo 12 ministerios. ¿Cuál es el diagnóstico inicial que enfrentará el gobierno que asuma el poder en 2025, que establezca sólidamente y con cifras que actualmente la situación es peor que en 1985?
Aparentemente, estos posibles candidatos aplicarían medidas radicales en política monetaria y fiscal, cuyos efectos harían que la economía demore años o décadas en retomar su ritmo actual de crecimiento y distribución de la riqueza. Poca prudencia de algunos, con su abierto llamado a políticas económicas contraccionistas.
*Es doctor en Economía y docente universitario.