Chantajes y desatinos de Marcelo Claure

Desde hace un par de semanas Marcelo Claure, empresario boliviano que vive en Estados Unidos, ha logrado acaparar los titulares de la prensa nacional vertiendo declaraciones fuera de foco, en su afán de figurar para las elecciones presidenciales de agosto próximo. A través de dos entrevistas televisivas, concedidas a dos periodistas elegidos por él mismo, el empresario comentó dos encuestas presidenciales, mandadas a realizarse por él también, que desataron infinidad de opiniones entre analistas políticos, empresarios y en la población boliviana.
En cada una de las entrevistas, Claure se presentó como el “mesías” y el “salvador” que pondrá fin a la crítica situación política y económica por la que atraviesa el país debido a la mala administración del gobierno de Luis Arce Catacora en los últimos cuatro años.
Utilizando el ardid más sucio como el chantaje, Claure amenazó que si el Movimiento al Socialismo (MAS) ganará las próximas elecciones generales se irá del país y no hará ninguna inversión por la patria que lo vio nacer. Posición que fue ratificada recientemente a través de las redes sociales, cuando el empresario escribió: “Pueden intentar distorsionar la verdad, pero mi posición es firme: si el MAS es reelegido, me voy de Bolivia y no haré nada más en mi país. No quiero ser parte de un sistema sin libertad ni justicia”. Ya a inicios de mes, en la entrevista concedida a la Red Uno, Claure fue enfático al asegurar: “Si el MAS continúa gobernando a Bolivia, ahí sí, yo Marcelo Claure me retiro de Bolivia y de Bolívar y terminó mi vida con Bolivia”.
Claure mantuvo un acercamiento de tanteo con el MAS motivado solamente por su interés con la explotación y exportación del litio. Al no tener una respuesta que le sea favorable a sus intereses personales (aunque él puede jurar y rejurar que no tiene ningún interés por el mineral), decidió declararle la guerra sin cuartel al gobierno, aseverando que el presidente Arce Catacora es el peor jefe de Estado que ha tenido el país.
Dos nuevas declaraciones de Claure volvieron a ocupar titulares de la prensa cuando, primero, anunció que dotaría de veinte aeronaves a la línea aérea Boliviana de Aviación, siempre y cuando el gobierno le otorgue seguridad jurídica para su inversión; y segundo, sugirió a través de las redes sociales, en total extralimitación y falta de decoro, ofrecer una recompensa de un millón de dólares por la captura del expresidente Evo Morales.
Con estas afirmaciones, el empresario que dice tener la solución a todos los males del país, demuestra que quiere llevar la batuta de la oposición política y ser un eslabón totalmente parcializado con la derecha boliviana para así lograr tener una marcada influencia en cualquier decisión gubernamental.
Al parecer, Claure desconoce totalmente la idiosincrasia de millones de bolivianos que habitan este Estado Plurinacional. Los millones de bolivianos saben bien que la actual crisis económica que impera en el país no se soluciona con anuncios o chantajes. Por más que diga que ama y que le preocupa el país, Claure debería realizar las inversiones que dice tener en mente, pero sin condiciones.
Claure no es tan “intachable” como dice ser. Según el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) el club de fútbol Bolívar, del cual es su presidente, tiene una deuda de 307.000 bolivianos. Según el SIN, en 2012 se realizó la fiscalización al club Bolívar para establecer la deuda, pero el club no pagó e impugnó el monto.
Hay que recordar que en septiembre de 2021 los hermanos Jorge y José Mas Santos compraron el 48% de las acciones del equipo de fútbol Inter de Miami de manos de Marcelo Claure y del japonés-coreano Masayoshi Son. Jorge y José Mas Santos son hijos del cubano Jorge Mas Canosa quien en 1981 creó, por pedido del entonces presidente estadounidense Ronald Reagan, la Fundación Nacional Cubano-Americana. Amparado por la CIA, Mas Canosa estuvo involucrado en varios actos de terrorismo contra Cuba, siendo el más connotado el atentado del 6 de octubre de 1976 donde murieron 73 pasajeros del vuelo de Cubana de Aviación que despegó de Barbados con destino a Cuba.
Alfredo Jiménez Pereyra es periodista y analista internacional.