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Friday 17 May 2024 | Actualizado a 01:15 AM

La burocracia en Migración es un vía crucis para los extranjeros

La Paz. Procesos que debían durar dos meses, demoran hasta siete

Por La Razón

/ 29 de noviembre de 2010 / 05:00

Certificados de antecedentes de la Interpol y de la Policía, registro domiciliario, solvencia económica, cartas notariadas, contratos y el «vuélvase la próxima semana» son algunos de los documentos que se convierten en un vía crucis para los extranjeros que tienen trámites en Migración.

Esos requisitos, sumados a la vigencia de una normativa legal que no se ajusta a la realidad, a la falta de funcionarios públicos y de información respecto a los requisitos y al aumento de los trámites de ciudadanos de otros países en al menos 25% en Extranjería, retrasan más los papeleos en el Servicio Nacional de Migración.

Trámites que debían durar entre uno y dos meses, son realizados hasta en siete meses, según denuncias recibidas por este diario. La explicación de autoridades de Migración es que los interesados tardan en presentar los requisitos adecuadamente.

«Cuando se presentan todos los papeles requeridos nos empiezan a pedir más. Un trámite con Interpol (Policía Internacional) tarda entre 15 a 20 días. Y si no se tiene ese certificado, no se puede hacer el pedido de antecedentes ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, por lo tanto, hay que esperar. A veces son semanas o meses», contó una española que pidió no ser identificada.

Trámites. ¿Qué tipo de trámites realizan los extranjeros? Están las residencias temporales por uno y dos años, la residencia permanente, ser boliviano por padres, ser boliviano por matrimonio, traspaso de residencia y visa de objeto determinado.

Otro afectado, que también pidió no ser identificado, es padre boliviano de un niño que nació en EEUU. Llegó al país y se acogió a lo establecido en el artículo 141 de la Constitución, que señala que «la nacionalidad boliviana se adquiere por nacimiento o por naturalización». «Empecé los trámites el 15 de marzo. La boleta que me entregaron decía que terminaría el 19 de abril. Me hacían venir cada tres semanas. Me entregaron el pasaporte el 19 de noviembre».

Otro ciudadano, de Chile, calificó de absurdo que le hayan hecho hacer el trámite migratorio completo para obtener un duplicado de su carnet de extranjero que le robaron.

El director Nacional Técnico de Extranjería y Pasaportes, Boris Rodríguez, reconoció la burocracia existente en Migración y otras oficinas estatales «que hace que el usuario extranjero se estrese y se sienta impotente con el trámite», producto de las normas decretos como el 24423, de 1997, y 25150, de 1998, destinados al funcionamiento de Migración.

Hizo notar que muchos de los retrasos en los trámites se debe a la falta de responsabilidad de los usuarios que lo dejan por meses o tienen su documentación incompleta. «Hay que reconocer que las normas actuales son burocráticas», señaló. La directora de Migración, María René Quiroga, aseguró que hay una política de apertura al extranjero para que sea atendido si es afectado.

Se redacta una ley migratoria

La directora de Migración, María René Quiroga, informó de que las actuales normas de extranjería dejan grandes vacíos legales que no dan soluciones inmediatas a los usuarios. Por ello, en coordinación con la OIT se elabora una Ley Migratoria para el próximo año.

El servicio colapsa por miles de trámites

Entre enero y octubre del presente año, se realizaron 16.273 trámites de extranjería en Migración; es decir, un promedio de 54 solicitudes diarias que son revisadas por 10 empleados, sin contar los procesos efectuados en las distritales del interior.

Según la Jefatura de Cómputo de Migración, el 2008 ingresaron 16.900 trámites y se espera que a finales de esta gestión se sobrepase  las 20.000 solicitudes.

«Nuestros funcionarios trabajan a 100 por hora, de tanto trámite que ingresa, para cumplir los plazos establecidos en la normativa. Cuando se hicieron las normas, no había tanta afluencia de extranjeros. Ahora son demasiados», declaró la directora de Migración, María René Quiroga.

Al respecto, el director Técnico Nacional de Extranjería y Pasaportes, Boris Rodríguez, advirtió que es urgente contar con más personal en la entidad, pero reconoció que para ello, también se necesitaba infraestructura más amplia.

«Tiene que haber una buena infraestructura para que puedan caber más funcionarios. Eso conlleva a invertir otra cantidad de presupuesto, además de los equipos logísticos que se necesitarían. Necesitamos incrementar al menos un 50% de personal», dijo.

Testimonios

Española
‘Funcionarios no conocen las leyes’

«El problema  principal es que algunos funcionarios en las fronteras no conocen las leyes y, por ello, perjudican al inmigrante. No saben aconsejarnos cuando llegamos o cuando salimos del país. Además, he visto que los precios se han triplicado en los últimos tres años en Migración. Si un visado de 30 días costaba unos 700 Bs, ahora está en los 2.500. Al final de un trámite, son casi Bs. 6.000 lo que se gasta para quedarse sólo por un año con todos los papeleos que se hacen».

Padre boliviano
‘Existen tremendos retrasos’

«Existen tremendos retrasos de cuatro, seis, 10 y hasta 12 meses en Migración para sacar los trámites con pasaportes de extranjeros, y de paso te cobran 100 dólares para no hacer nada. Esto incluye a los hijos de bolivianos que quieren acceder a su derecho constitucional (art. 141 CPE) de adquirir la ciudadanía boliviana cuando nacen en otro país. También sufren otros extranjeros que son casados con bolivianos y estudiantes que vienen de otro país».

Trámites y requisitos para los extranjeros

Reconocimiento
Para solicitar un trámite de reconocimiento de «boliviano por padre» (art. 141 CPE), se presenta un memorial, pasaporte vigente y registro domiciliario de la FELCC, entre otros. El costo es Bs 750

Visa determinada
Formulario de solicitud, pasaporte, contratos de trabajo, de actuación artística o deportiva, acreditación de la actividad realizada, solvencia económica, etc. El costo del trámite es de Bs 2.500

Residencia anual
Para la residencia temporal de un año, se presenta un memorial, pasaporte, contrato de trabajo, antecedentes de la Interpol y FELCC y registro domiciliario. El trámite
cuesta Bs 1.350

Residencia 2 años
Se presenta un memorial solicitando residencia temporal por ese tiempo, pasaporte, visa de objeto determinado y carta notariada sin cambio de estatus personal, entre otros. Cuesta Bs 2.000

Permanente

Memorial solicitando residencia permanente, pasaporte, carta notariada acreditando que no salió del país por más de 90 días, ni haber cambiado de estatus personal. Tiene un costo de Bs 3.930

Traspaso

Para tramitar un traspaso de residencia, se presenta el pasaporte vigente y el antiguo, certificado de antecedentes expedido por la FELCC y registro domiciliario de la FELCC. Costo del trámite: Bs 150

Por matrimonio
Para el reconocimiento de la nacionalidad por matrimonio (art. 142 CPE) se presenta un memorial, pasaporte, certificado de matrimonio y registro domiciliario. Cuesta Bs 750

Atribución

Según el Decreto 25150, Migración tiene la misión de regular, registrar y controlar el ingreso y salida de personas del territorio nacional; administrar el régimen de extranjería y de naturalización.

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Riesgo de convulsión

De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces

Por La Razón

/ 16 de mayo de 2024 / 06:25

En menos de una semana, el Gobierno promulgó un decreto supremo y lo abrogó debido a amenazas de movilizaciones y actividades de protesta contra la norma, que, como tantas otras, no había sido promocionada y mucho menos socializada, lo cual permitió que circule abundante desinformación que galvanizó las posiciones de rechazo. El Gobierno dio el paso atrás para evitar la “convulsión”.

Se trata del DS 5143, creado, según autoridades de gobierno, para transparentar los trámites de propiedades en las oficinas de Derechos Reales y desburocratizar el procedimiento, que actualmente puede tardar hasta dos o tres años. Según el viceministro de Defensa del Consumidor, el decreto disponía la bancarización, para pagos en línea, y la interoperabilidad, para el cruce de información entre gobiernos municipales, el Servicio General de Identificación Personal (Segip) y el Servicio de Registro Cívico (Serecí); además, se trataba de la actualización de un decreto promulgado durante el gobierno de Carlos Mesa en 2004.

Lea: Día del Periodista

Nada de esto es lo que se discutía en las calles y centros de reunión de opositores: se especuló que el decreto serviría para posibilitar la intromisión del Estado en la administración y la tenencia de la propiedad inmueble de privados o que exigiría una nueva certificación para trámites de compra-venta. De nada sirvieron las escasas y tardías explicaciones de algunas autoridades, el rumor había echado raíces y se multiplicaban las amenazas de movilizaciones.

Más tardó el Presidente en anunciar la abrogación de la norma que los líderes de las únicas dos fuerzas políticas con representación parlamentaria en salir al espacio público y celebrar la “derrota” del Gobierno. En tiempos de política de suma cero, poco o nada importa la relevancia o necesidad de políticas públicas: todo se reduce a imponer las ideas propias y evitar a cualquier costo las opuestas. Agréguese a ese estado de cosas una gestión gubernamental llena de contradicciones y se produce lo que tantas veces se ha lamentado en este mismo espacio: pérdida de confianza de la población en las instituciones gubernamentales.

La creciente conflictividad, las dirigencias opositoras claramente orientadas a la solución por el desastre y la incapacidad gubernamental para crear y sostener alianzas y consensos (excepto cuando se trata de apropiarse del partido político), son un buen caldo de cultivo para la convulsión, lo cual no significa que haya, en realidad, planes para provocarla y forzar la caída del Gobierno.

En tiempos cuando menudean los discursos desinformadores y polarizadores, además de la memoria reciente de hechos sediciosos, es tentador acusar a la oposición, o a agentes no identificados, de buscar la convulsión; sin embargo, también suele ser evidente que los conflictos pueden ser fabricados con el propósito de influir sobre el ánimo de la población. Identificar quién gana más con la polémica, el conflicto y la abrogación del mentado decreto serviría para señalar quién es el más interesado en que haya miedo por la amenaza de convulsión.

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Día del Periodista

Por La Razón

/ 12 de mayo de 2024 / 00:57

El 10 de mayo, las y los periodistas de Bolivia recordamos nuestro día. ¿Hay algo que celebrar?, nos preguntamos. Y sí, existen motivos. Pero también hay nubarrones para el oficio. Por ello, más allá de los homenajes, fue un día de balance y reflexión. ¿En qué condiciones realizamos nuestra labor? ¿Cuánto aportamos a la conversación pública en democracia? ¿Cómo nos ve la sociedad?

Hace más de ochenta años, en 1938, el presidente Germán Busch promulgó un decreto supremo – luego elevado a rango de ley– que creaba la Caja de pensiones, jubilaciones y montepíos de los trabajadores asalariados de la prensa. No fue una concesión, sino una conquista como resultado de años de exigencia de derechos. Así, el 10 de mayo fue declarado Día del Periodista. Tiempo después, en 1953, un decreto supremo del presidente Víctor Paz Estenssoro estableció ese día como feriado para los periodistas.

De ese modo, cada 10 de mayo las y los periodistas revindicamos nuestro oficio y recibimos homenajes, salutaciones, reconocimientos. Es como un día destinado a elogiar el lugar que ocupa el periodismo en una sociedad democrática. Celebramos pues que, pese a dificultades y condiciones adversas, seguimos en el empeño diario de brindar información y opiniones como insumo para la deliberación colectiva. Sostenemos asimismo la necesidad de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información.

Pero el Día del Periodista es, o debiera ser, además, una ocasión propicia para el balance, para mirarnos puertas adentro y evaluar nuestro desempeño. Este ineludible ejercicio frente al espejo no puede ser autocomplaciente ni tampoco de solo flagelación, sino autocrítico. Para empezar, es importante evaluar las condiciones difíciles, a veces precarias, en las que estamos realizando nuestro trabajo, en un contexto donde las nuevas tecnologías digitales plantean serios desafíos a los medios de comunicación.

Es preocupante asimismo para el oficio periodístico el escenario de crisis no solo político-institucional en el país, sino también la complicada situación económica. Trabajamos en medio de la incertidumbre, sin horizonte de futuro. Y somos parte de la persistente polarización, que bloquea el diálogo plural y dinamita los puentes de encuentro. Diferentes estudios de opinión señalan que la ciudadanía y los liderazgos ven a los medios como promotores del enfrentamiento. Y hasta nos perciben como actores políticos.

¿Cuánto estamos contribuyendo, en el día a día, a la convivencia en democracia? ¿Cómo mejorar nuestras condiciones de trabajo, libres de presiones y amenazas? Y la pregunta esencial: ¿estamos haciendo buen periodismo, conforme a nuestros códigos de ética o, más bien, un periodismo instrumental, con arreglo a nuestra propia agenda y otros intereses? Hay que celebrar el Día del Periodista con llamamiento urgente para cuidar el oficio y, entre otras cosas, frenar la degradación de nuestras asociaciones. 

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El MAS y la crisis

La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos

Por La Razón

/ 9 de mayo de 2024 / 06:39

Para nadie debe ser desconocido que el Movimiento al Socialismo (MAS) es la fuerza política más importante de las últimas décadas y el único partido con estructura y potencia suficientes para intervenir en todas las esferas de la vida pública. Sin embargo, precisamente por estos atributos, la feroz lucha que han desatado sus dirigentes no solo afecta al partido, sino a todo el Estado.

Más tardó en terminar el X Congreso del partido, el domingo, en la ciudad de El Alto, convocado por el “ala arcista” del partido, que portavoces del “ala evista” en descalificar el encuentro de la peor forma posible y amenazar con todo tipo de recursos, legales y no, para impedir que las decisiones acordadas lleguen a materializarse.

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No es para menos: se ha elegido a un nuevo jefe nacional del partido, honor que recayó en Gróver García, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), afín al presidente Arce, y se ha decidido revisar el estatuto del MAS para eliminar la disposición que concede la dirección vitalicia del partido al expresidente Evo Morales y para eliminar la restricción de antigüedad como militante para asumir cualquier candidatura.

Para que el congreso masista pudiese llevarse a cabo y que contase con la presencia de veedores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), hizo falta que una Sala Constitucional de La Paz ordenase al Órgano Electoral cumplir con el artículo 30 de la Ley de Partidos Políticos. Entre analistas y opinadores de todas las tendencias hubo consenso en que se trata de un nuevo “fallo a la carta”, de los que menudean desde que los magistrados del Órgano Judicial decidieran autoprorrogarse.

A esta evidente muestra de injerencia de un órgano sobre otro (primero el Ejecutivo sobre el Judicial y luego éste sobre el Electoral), se suma la cantidad de ocasiones en que delegados y portavoces del evismo han descalificado al TSE y sus resoluciones por ser contrarias a sus intereses y expectativas. La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos.

Súmese a este estado de cosas la previsible pugna que se desatará en la Sala Plena del TSE cuando algunos vocales intenten incidir en favor de uno u otro aspirante a candidato. Entonces, las acusaciones y descalificaciones que hoy se sugieren, serán amplificadas, dañando de manera feroz la credibilidad y reputación del órgano llamado constitucionalmente a administrar los procesos que dan sustento al sistema democrático boliviano y a dar legitimidad a las autoridades electas.

A estas alturas de la lucha es, pues, evidente que sin importar el tono y el contenido de los mensajes que una y otra facción del MAS publicitan, lo verdaderamente central para ambas partes es asegurar que el candidato propio llegue a la papeleta y/o que el contrincante no lo logre. Si para tal fin tienen que terminar de romper la institucionalidad del Estado, no dudarán en hacerlo, y eso son malas noticias.

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Democracia en riesgo

Por La Razón

/ 5 de mayo de 2024 / 00:34

La reciente decisión de una sala constitucional en torno al “congreso del MAS-IPSP” convocado por dirigentes de la facción arcista constituye una tosca injerencia en las competencias del TSE. Y cruza un límite que pone en riesgo no solo la institucionalidad electoral, sino la propia democracia. Es fundamental ponerle freno antes de que conduzca a una deriva autoritaria.

 Una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho es la autonomía e independencia de los órganos del poder público, además de su separación. Cuando uno o más órganos se subordinan a otro o surge una especie de suprapoder, esa estructura y organización funcional del Estado se resquebraja. Asimismo, cuando el sistema de gobierno empieza a depender de decisiones arbitrarias e inconstitucionales, la democracia está en riesgo. Estamos transitando ese muy peligroso umbral en el país.

En nuestro proceso de construcción y reforma estatal, no es nuevo que el Legislativo dependa de los mandatos del Ejecutivo. Tampoco es raro que la administración de justicia esté subordinada al poder político y a poderes fácticos. Lo crítico es que surja un suprapoder que imponga sucesivos fallos por fuera del marco constitucional y pisoteando la institucionalidad democrática. Desde el año pasado hay un suprapoder en Bolivia que, en consorcio con actores políticos, opera desde el TCP y algunas salas constitucionales.

A punta de sentencias, declaraciones y autos constitucionales, y algunas acciones de defensa, un arriesgado suprapoder está llevando a límites insostenibles el funcionamiento de los órganos del poder público y del sistema de gobierno. Así, bloquearon las elecciones judiciales, suspendieron las funciones de fiscalización de la ALP, se autoprorrogaron, beneficiaron a terratenientes y ahora están emitiendo “instrucciones” sobre las organizaciones políticas y los procesos electorales. Es inaceptable.

Es muy complicado y sensible para el TSE gestionar las disputas internas en los partidos, en especial en este momento la batalla entre facciones en el MAS-IPSP. Debe hacerlo en estricto cumplimiento de la Ley de Organizaciones Políticas y de los estatutos partidarios. ¿Qué ocurre cuando una sala constitucional, desde su filiación política, impone acciones que violan la normativa y vulneran las atribuciones del organismo electoral? Eso es lo que acaban de hacer, sin sonrojarse, los vocales Campero y Angles.

En un pronunciamiento difundido este viernes, las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional exigen con timidez el respeto a la independencia de poderes para garantizar la democracia en el país. No es una exigencia menor. En realidad, se está advirtiendo que, si magistrados y jueces continúan perforando el sistema y la institucionalidad electoral, la democracia boliviana está en riesgo. Es fundamental que la disputa política no termine derrumbando el orden constitucional y el régimen democrático.

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Elección en suspenso

Las reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre

Por La Razón

/ 2 de mayo de 2024 / 06:16

Como se decía días atrás en este mismo espacio, hace mucho que actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha las elecciones judiciales. El más reciente fallo constitucional ordena no solo paralizar el proceso, sino devolverlo al inicio y comenzar con una nueva ley de convocatoria; el argumento es la defensa de derechos, pero la intención tal vez no.

El 18 de abril, Yeny Duri, dirigente indígena y abogada, candidata eliminada en el proceso de preselección, presentó una acción popular en la que denunció que las aspirantes indígenas de Pando no recibían un trato equitativo en comparación con las de otros departamentos, señalando la falta de oportunidades equitativas en el proceso de preselección. La Sala Constitucional Primera de Cobija emitió el lunes una medida cautelar que suspendió el proceso de preselección en curso y luego, el martes, dictaminó que el proceso de preselección debía dejarse sin efecto completamente, argumentando que la convocatoria inicial no había considerado adecuadamente la inclusión de mujeres e indígenas, e instruyó elaborar una nueva.

Lea: ¿EJ en septiembre?

La reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre, pues si bien hay voces, como la del expresidente Eduardo Rodríguez, quien argumentó que la Sala Constitucional de Cobija era incompetente para emitir tal fallo y que sus razonamientos eran improcedentes, sugiriendo que la Asamblea Legislativa debería continuar con el proceso de preselección, la Comisión Mixta de Constitución decidió entrar en cuarto intermedio hasta hoy, a la espera de la notificación oficial del fallo.

El Presidente de la Comisión, Miguel Rejas, del MAS, afirmó que la intervención de la Sala es una «aberración» y criticó duramente a los vocales que concedieron la tutela a la candidata Duri; dijo también que el fallo fue resultado de manipulaciones por parte de vocales y jueces, sugiriendo que algunos de ellos habían sido influenciados por quienes presentaron amparos.

A su vez, la senadora Andrea Barrientos indicó que el fallo de la Sala es «ilegal e inaplicable» y que ninguna sala constitucional tiene la competencia para declarar la inaplicabilidad de una ley, especialmente de la Ley 1549, que ha pasado por control constitucional y cuenta con amplio respaldo legislativo. El diputado por Creemos Leonardo Ayala argumentó que la decisión vulnera los derechos de los más de 400 postulantes habilitados para el proceso de preselección. El Presidente Nato de la Asamblea, como es habitual, no apareció.

La interminable sucesión de recursos judiciales y constitucionales, sumada a la incapacidad de las y los legisladores para acordar un plan de acción capaz de superar los obstáculos que unos y otros ponen en el camino, muestra todo, menos voluntad política, para cumplir con el mandato constitucional de realizar la elección de autoridades del Judicial. Mientras tanto, el sistema judicial boliviano se hunde irremediablemente.

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