Rafael García
‘Queremos extender nuestra experiencia a más escuelas’
— ¿Qué es Fe y Alegría y cuál es la misión que se traza?
— Es un movimiento de educación popular integral y de promoción social. No quiere decir educar a las clases populares, sino que tenemos bases metodológicas para aportar a la construcción de una sociedad inclusiva, intercultural, democrática y productiva.
— ¿Cómo ve el estado de la educación en la actualidad?
— No se trata de entregar un certificado, sino de poner mucho énfasis en la formación de docentes y brindar educación de calidad, que haya un verdadero cambio social con gente comprometida con su sociedad y con una versión crítica de la realidad.
— ¿En qué aportó Fe y Alegría a la educación desde que ingresó al país, hace 45 años?
— En ofrecer una buena educación a gente de escasos recursos de zonas marginales, porque hubo escuelas deficientes. Hemos capacitado a nuestros maestros, ofrecemos infraestructura, equipamiento adecuado y una serie de elementos que se traducen en la calidad de la educación.
— Ustedes llegan a una población regularmente marginada.
— Partimos del principio de que la educación es un derecho de todos, para niños, jóvenes y adultos, gente del área rural, aquellos que no terminaron el colegio, niños especiales, en sí, para toda la población. Fe y Alegría procura equilibrar todo eso.
— ¿Y cómo evalúan la labor que desarrollaron en 4 décadas?
— Tenemos resultados exitosos, gente que logró pasar todo el proceso de formación de escuela primaria, secundaria y técnica. En el caso de quienes presentan capacidades diferentes, aprenden según sus habilidades y ayudamos a que se incorporen en el campo laboral; tenemos más de 40 personas con esas características (capacidades diferentes) trabajando.
— ¿Nos podría ejemplificar algunos casos de esos?
— Por ejemplo, una mujer con síndrome de Down, que estudió con nosotros, trabaja en una guardería; en Santa Cruz, un muchacho prepara el mejor arroz de una chifa, según contó el dueño del local; y otros ayudan en supermercados en la colocación de productos y en broasterias. Es gente noble, cariñosa y responsable.
— ¿Cuáles son los planes de Fe y Alegría para el futuro?
— La idea es extender esta experiencia a otras escuelas del sistema público porque se debe entender que la educación no es un trabajo de fe, sino un compromiso conjunto de toda la sociedad. Los invitamos a sumarse.
— ¿Cómo se financian?
— El Gobierno paga a los profesores. Para otros requerimientos, buscamos recursos externos que suelen ser de 15 millones de bolivianos al año. La ayuda viene de cooperación externa de España, Alemania, Japón, Suiza, Estados Unidos y otros donantes particulares.