Sociedad

Monday 13 May 2024 | Actualizado a 10:17 AM

Flores dice que entró al cuarto de David antes de conocer su deceso

Sandra Flores

Por La Razón

/ 19 de mayo de 2011 / 05:00

La viuda del periodista David Niño de Guzmán habló ayer con reporteros de tres medios en la Fiscalía, a donde acudió para reclamar a Sergio Céspedes, fiscal del caso, por sus declaraciones, en sentido de que ella hubiera entrado al departamento del fallecido antes y después de que se hallara el cadáver de su esposo. Ella admite que lo hizo, pero cuando aún no sabía que él estaba muerto y asegura que tiene testigos. Por su importancia, se reproduce la charla en formato entrevista.

— ¿Hay indicios que llevarían a concluir la investigación?
— Lo que pude conversar en la FELCC es que todavía no hay nada. Faltan pruebas por entregar, faltan los análisis (…). Yo no puedo seguir dando más pie a esto. A mí, lo que sea, pero que declaraciones impertinentes causen daño a mis hijos…, porque las declaraciones no están haciéndome daño a mí, sino a ellos.  Son niños, son menores de edad. Ustedes (a los periodistas) deben ser papás, mamás. Por favor, colabórenme, seremos más profesionales, esperaremos a que se concluyan todas las investigaciones.
— ¿Vino a buscar al fiscal?
— Sí, quiero tener una conversación, porque hay algunos aspectitos que no me están gustando o que tal vez el propio fiscal no está pudiendo analizar bien. Yo estoy acá y tal vez un poquito molesta, soy mamá y como mamá voy a proteger cien por ciento a mis hijos.
— Ayer el fiscal dijo que Ud. había entrado al departamento…
— Sí, sí, sí, ¡por Dios! Recién estoy recordando, discúlpenme si me he llegado a equivocar en algún momento, porque recién estoy tomando conciencia. El día miércoles que mi esposo desapareció, a las 07.30 (de la noche) me hice presente allá con mi hijito para ver qué estaba pasando, porque me dijeron que había desaparecido. Fui a su departamento y pedí al Sr. Galo (el portero del edificio): por favor permítanme pasar, porque me agarró a la   y no me dejó entrar. Yo le dije: Soy la esposa de David Niño de Guzmán. Él me dijo: No, porque ya ha venido  una señorita. Pero usted me conoce, le dijo mi hijito. Sí te conozco, pero no a ella, respondió. Mirá papito (le dije al portero) acompañame, sólo quiero tocar la puerta, tal vez me lo han pegado o se ha enfermado y no me quiere decir. Toco la puerta y me retiro, le dije.
No quiso y me dijo: Ha venido una señorita bastante molesta, dijo que era la esposa. Le dije ¡ya! permítame hacer esto. Subimos con mi hijo, tocamos la puerta, no abrió. Entonces vino el Sr. Galo y me dijo: Doctora venga acá, vea la ventana, está apagada su luz. Yo le dije: papito hazme un favor, si le ves entrar o ves a alguien, llamame. Me dio su teléfono. Al volver a tocar salió el dueño, al ladito había sido su cuarto, y me dijo: No ha venido David, yo le dije (…) por favor, usted es el dueño, sólo abra (la puerta) tal vez está enfermo, tirado. Me dijo que no había las llaves y que para abrir se requiere de un requerimiento. Yo me fui a las 20.00 (de la noche) a buscar a mi cuñada. Llamé (al portero) a las 09.30, 10.00, 10.30 y a las 11.00. A las 11.00 (de esa noche) me dijo: Le voy a  llamar a las 06.00  (del jueves). Me llamó y me dijo: No volvió. Yo le dije: Gracias papito, voy a bajar tengo que ver yo el cuarto, necesito. ¿Tú no me lo puedes abrir?, ¡vémelo!, tal vez se me ha caído, algo me lo ha debido pasar.
Temprano he bajado, bajamos con mi hermano y mi hijo, y ahí me he encontrado con el dueño:  Mire señora no le puedo dejar pasar, usted tiene que venir con orden, me dijo. Vaya a buscar fiscal, vaya a buscarse testigos porque nosotros no tenemos la llave. Estábamos mi hermano, mi cuñada, mi sobrina, mi persona, el Sr. Galo y él. Me fui a la Fiscalía a hacer la denuncia, (pero) no me permitieron. Ustedes saben que tienen que pasar 48 horas. No había fiscal de turno y me mandaron a la Fiscal de Análisis, yo le dije ¡ayúdeme!, mándeme con dos policías, sólo quiero abrir la puerta y ver si está mi marido, y me dijo: Andate con dos policías y que te lo abran nomás.  Agarré en la puerta de mi esposo a dos policías y me dijeron sólo podemos mirar de la puerta. Y les dije quiero que vean que no voy a mover nada.
Ante la insistencia el (dueño) me dijo: Tiene razón, tal vez algo le ha pasado. Entonces el mismo señor ha dicho vayan a buscar (un cerrajero). Ha venido un cerrajero, lo ha abierto y se ha ido, testigos hay, hasta hay un acta, estaba intacto su cuarto. Me dicen los dueños: acercate al baño, tal vez está ahí, me acerqué, no está, listo, afuera, y se echó llave.
Yo volví con mi cuñada y mi sobrina después. He sacado la ropa de mi esposo. Ustedes han visto cómo estaba. En la morgue me dicen: Traiga ropa. Yo necesitaba sacar ropa, he ido y he sacado y los policías sabían.
— ¿Había candado en la puerta?
— No,  (nosotros) hemos puesto, con la Policía hicimos poner para que nadie pueda entrar ya.  
— ¿Vio que había explosivos?
— Ellos estaban sacando, estaban revisando, y en las chompas estaba (…) pensaron que eran velas, me extrañó, él no era muy devoto a las velas, cuando abrieron  había sido dinamita me dijeron: Yo me he reído, sinceramente y hasta el día de hoy me sigo riendo, no conozco la dinamita.

El estudio psicológico está a punto de concluir

Sandra Flores, viuda del periodista David Niño de Guzmán, cuya muerte está en investigación, dijo ayer que los exámenes psicológicos de su persona, requeridos por el fiscal del caso, están a punto de concluir.

«Yo creo que mañana o pasado mañana recién estaríamos terminando con la psicóloga, porque es arduo su trabajo», apuntó. El fiscal Sergio Céspedes solicitó una autopsia psicológica del Jefe de Informaciones de la Agencia de Noticias Fides (ANF) para establecer si pudo haber cometido suicidio.

En el curso de las pesquisas y tras haber detectado contradicciones en las declaraciones de la viuda y de Sheyla C., pareja sentimental de Niño de Guzmán, amplió su pedido y requirió un examen psicológico de ambas.

El representante del Ministerio Público aún maneja tres hipótesis sobre la muerte del comunicador: suicidio, homicidio o asesinato, y además de las circunstancias personales y sentimentales que pudieron provocar su deceso no ha descartado la posibilidad de que hubieran motivos profesionales. Por ello citó a declarar al director de la ANF, José Gramunt de Moragas, para confirmar si, como dicen sus colegas, el periodista solicitó no firmar las notas elaboradas por su persona sobre el caso terrorismo para evitar represalias.

Niño de Guzmán desapareció el 19 de abril y su cuerpo fue hallado el 21 de abril, desde entonces ya han pasado 28 días.

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Día del Periodista

Por La Razón

/ 12 de mayo de 2024 / 00:57

El 10 de mayo, las y los periodistas de Bolivia recordamos nuestro día. ¿Hay algo que celebrar?, nos preguntamos. Y sí, existen motivos. Pero también hay nubarrones para el oficio. Por ello, más allá de los homenajes, fue un día de balance y reflexión. ¿En qué condiciones realizamos nuestra labor? ¿Cuánto aportamos a la conversación pública en democracia? ¿Cómo nos ve la sociedad?

Hace más de ochenta años, en 1938, el presidente Germán Busch promulgó un decreto supremo – luego elevado a rango de ley– que creaba la Caja de pensiones, jubilaciones y montepíos de los trabajadores asalariados de la prensa. No fue una concesión, sino una conquista como resultado de años de exigencia de derechos. Así, el 10 de mayo fue declarado Día del Periodista. Tiempo después, en 1953, un decreto supremo del presidente Víctor Paz Estenssoro estableció ese día como feriado para los periodistas.

De ese modo, cada 10 de mayo las y los periodistas revindicamos nuestro oficio y recibimos homenajes, salutaciones, reconocimientos. Es como un día destinado a elogiar el lugar que ocupa el periodismo en una sociedad democrática. Celebramos pues que, pese a dificultades y condiciones adversas, seguimos en el empeño diario de brindar información y opiniones como insumo para la deliberación colectiva. Sostenemos asimismo la necesidad de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información.

Pero el Día del Periodista es, o debiera ser, además, una ocasión propicia para el balance, para mirarnos puertas adentro y evaluar nuestro desempeño. Este ineludible ejercicio frente al espejo no puede ser autocomplaciente ni tampoco de solo flagelación, sino autocrítico. Para empezar, es importante evaluar las condiciones difíciles, a veces precarias, en las que estamos realizando nuestro trabajo, en un contexto donde las nuevas tecnologías digitales plantean serios desafíos a los medios de comunicación.

Es preocupante asimismo para el oficio periodístico el escenario de crisis no solo político-institucional en el país, sino también la complicada situación económica. Trabajamos en medio de la incertidumbre, sin horizonte de futuro. Y somos parte de la persistente polarización, que bloquea el diálogo plural y dinamita los puentes de encuentro. Diferentes estudios de opinión señalan que la ciudadanía y los liderazgos ven a los medios como promotores del enfrentamiento. Y hasta nos perciben como actores políticos.

¿Cuánto estamos contribuyendo, en el día a día, a la convivencia en democracia? ¿Cómo mejorar nuestras condiciones de trabajo, libres de presiones y amenazas? Y la pregunta esencial: ¿estamos haciendo buen periodismo, conforme a nuestros códigos de ética o, más bien, un periodismo instrumental, con arreglo a nuestra propia agenda y otros intereses? Hay que celebrar el Día del Periodista con llamamiento urgente para cuidar el oficio y, entre otras cosas, frenar la degradación de nuestras asociaciones. 

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El MAS y la crisis

La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos

Por La Razón

/ 9 de mayo de 2024 / 06:39

Para nadie debe ser desconocido que el Movimiento al Socialismo (MAS) es la fuerza política más importante de las últimas décadas y el único partido con estructura y potencia suficientes para intervenir en todas las esferas de la vida pública. Sin embargo, precisamente por estos atributos, la feroz lucha que han desatado sus dirigentes no solo afecta al partido, sino a todo el Estado.

Más tardó en terminar el X Congreso del partido, el domingo, en la ciudad de El Alto, convocado por el “ala arcista” del partido, que portavoces del “ala evista” en descalificar el encuentro de la peor forma posible y amenazar con todo tipo de recursos, legales y no, para impedir que las decisiones acordadas lleguen a materializarse.

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No es para menos: se ha elegido a un nuevo jefe nacional del partido, honor que recayó en Gróver García, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), afín al presidente Arce, y se ha decidido revisar el estatuto del MAS para eliminar la disposición que concede la dirección vitalicia del partido al expresidente Evo Morales y para eliminar la restricción de antigüedad como militante para asumir cualquier candidatura.

Para que el congreso masista pudiese llevarse a cabo y que contase con la presencia de veedores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), hizo falta que una Sala Constitucional de La Paz ordenase al Órgano Electoral cumplir con el artículo 30 de la Ley de Partidos Políticos. Entre analistas y opinadores de todas las tendencias hubo consenso en que se trata de un nuevo “fallo a la carta”, de los que menudean desde que los magistrados del Órgano Judicial decidieran autoprorrogarse.

A esta evidente muestra de injerencia de un órgano sobre otro (primero el Ejecutivo sobre el Judicial y luego éste sobre el Electoral), se suma la cantidad de ocasiones en que delegados y portavoces del evismo han descalificado al TSE y sus resoluciones por ser contrarias a sus intereses y expectativas. La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos.

Súmese a este estado de cosas la previsible pugna que se desatará en la Sala Plena del TSE cuando algunos vocales intenten incidir en favor de uno u otro aspirante a candidato. Entonces, las acusaciones y descalificaciones que hoy se sugieren, serán amplificadas, dañando de manera feroz la credibilidad y reputación del órgano llamado constitucionalmente a administrar los procesos que dan sustento al sistema democrático boliviano y a dar legitimidad a las autoridades electas.

A estas alturas de la lucha es, pues, evidente que sin importar el tono y el contenido de los mensajes que una y otra facción del MAS publicitan, lo verdaderamente central para ambas partes es asegurar que el candidato propio llegue a la papeleta y/o que el contrincante no lo logre. Si para tal fin tienen que terminar de romper la institucionalidad del Estado, no dudarán en hacerlo, y eso son malas noticias.

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Democracia en riesgo

Por La Razón

/ 5 de mayo de 2024 / 00:34

La reciente decisión de una sala constitucional en torno al “congreso del MAS-IPSP” convocado por dirigentes de la facción arcista constituye una tosca injerencia en las competencias del TSE. Y cruza un límite que pone en riesgo no solo la institucionalidad electoral, sino la propia democracia. Es fundamental ponerle freno antes de que conduzca a una deriva autoritaria.

 Una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho es la autonomía e independencia de los órganos del poder público, además de su separación. Cuando uno o más órganos se subordinan a otro o surge una especie de suprapoder, esa estructura y organización funcional del Estado se resquebraja. Asimismo, cuando el sistema de gobierno empieza a depender de decisiones arbitrarias e inconstitucionales, la democracia está en riesgo. Estamos transitando ese muy peligroso umbral en el país.

En nuestro proceso de construcción y reforma estatal, no es nuevo que el Legislativo dependa de los mandatos del Ejecutivo. Tampoco es raro que la administración de justicia esté subordinada al poder político y a poderes fácticos. Lo crítico es que surja un suprapoder que imponga sucesivos fallos por fuera del marco constitucional y pisoteando la institucionalidad democrática. Desde el año pasado hay un suprapoder en Bolivia que, en consorcio con actores políticos, opera desde el TCP y algunas salas constitucionales.

A punta de sentencias, declaraciones y autos constitucionales, y algunas acciones de defensa, un arriesgado suprapoder está llevando a límites insostenibles el funcionamiento de los órganos del poder público y del sistema de gobierno. Así, bloquearon las elecciones judiciales, suspendieron las funciones de fiscalización de la ALP, se autoprorrogaron, beneficiaron a terratenientes y ahora están emitiendo “instrucciones” sobre las organizaciones políticas y los procesos electorales. Es inaceptable.

Es muy complicado y sensible para el TSE gestionar las disputas internas en los partidos, en especial en este momento la batalla entre facciones en el MAS-IPSP. Debe hacerlo en estricto cumplimiento de la Ley de Organizaciones Políticas y de los estatutos partidarios. ¿Qué ocurre cuando una sala constitucional, desde su filiación política, impone acciones que violan la normativa y vulneran las atribuciones del organismo electoral? Eso es lo que acaban de hacer, sin sonrojarse, los vocales Campero y Angles.

En un pronunciamiento difundido este viernes, las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional exigen con timidez el respeto a la independencia de poderes para garantizar la democracia en el país. No es una exigencia menor. En realidad, se está advirtiendo que, si magistrados y jueces continúan perforando el sistema y la institucionalidad electoral, la democracia boliviana está en riesgo. Es fundamental que la disputa política no termine derrumbando el orden constitucional y el régimen democrático.

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Elección en suspenso

Las reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre

Por La Razón

/ 2 de mayo de 2024 / 06:16

Como se decía días atrás en este mismo espacio, hace mucho que actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha las elecciones judiciales. El más reciente fallo constitucional ordena no solo paralizar el proceso, sino devolverlo al inicio y comenzar con una nueva ley de convocatoria; el argumento es la defensa de derechos, pero la intención tal vez no.

El 18 de abril, Yeny Duri, dirigente indígena y abogada, candidata eliminada en el proceso de preselección, presentó una acción popular en la que denunció que las aspirantes indígenas de Pando no recibían un trato equitativo en comparación con las de otros departamentos, señalando la falta de oportunidades equitativas en el proceso de preselección. La Sala Constitucional Primera de Cobija emitió el lunes una medida cautelar que suspendió el proceso de preselección en curso y luego, el martes, dictaminó que el proceso de preselección debía dejarse sin efecto completamente, argumentando que la convocatoria inicial no había considerado adecuadamente la inclusión de mujeres e indígenas, e instruyó elaborar una nueva.

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La reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre, pues si bien hay voces, como la del expresidente Eduardo Rodríguez, quien argumentó que la Sala Constitucional de Cobija era incompetente para emitir tal fallo y que sus razonamientos eran improcedentes, sugiriendo que la Asamblea Legislativa debería continuar con el proceso de preselección, la Comisión Mixta de Constitución decidió entrar en cuarto intermedio hasta hoy, a la espera de la notificación oficial del fallo.

El Presidente de la Comisión, Miguel Rejas, del MAS, afirmó que la intervención de la Sala es una «aberración» y criticó duramente a los vocales que concedieron la tutela a la candidata Duri; dijo también que el fallo fue resultado de manipulaciones por parte de vocales y jueces, sugiriendo que algunos de ellos habían sido influenciados por quienes presentaron amparos.

A su vez, la senadora Andrea Barrientos indicó que el fallo de la Sala es «ilegal e inaplicable» y que ninguna sala constitucional tiene la competencia para declarar la inaplicabilidad de una ley, especialmente de la Ley 1549, que ha pasado por control constitucional y cuenta con amplio respaldo legislativo. El diputado por Creemos Leonardo Ayala argumentó que la decisión vulnera los derechos de los más de 400 postulantes habilitados para el proceso de preselección. El Presidente Nato de la Asamblea, como es habitual, no apareció.

La interminable sucesión de recursos judiciales y constitucionales, sumada a la incapacidad de las y los legisladores para acordar un plan de acción capaz de superar los obstáculos que unos y otros ponen en el camino, muestra todo, menos voluntad política, para cumplir con el mandato constitucional de realizar la elección de autoridades del Judicial. Mientras tanto, el sistema judicial boliviano se hunde irremediablemente.

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¿EJ en septiembre?

Por La Razón

/ 28 de abril de 2024 / 00:18

Renovadas acciones de amparo y medidas cautelares están paralizando nuevamente y dejan en incertidumbre las Elecciones Judiciales (EJ). Según lo establecido en la ley transitoria, este 5 de mayo debe concluir la fase de preselección de postulantes en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y el TSE anunció que la votación popular sería en septiembre. Hay duda sobre tales plazos.

Desde hace un año, el proceso electoral para renovar el Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional está a la deriva. Según el mandato constitucional, las elecciones debieron realizarse en 2023. Pero políticos y operadores del sistema, en especial del TCP, se encargaron de frenar, congelar y a la postre postergar la elección. Como no se eligieron nuevas autoridades, los actuales magistrados (cuyo mandato ya se cumplió) decidieron autoprorrogarse. Fue como un guion escrito desde el principio para boicotear el proceso.

Como efecto de un bloqueo de caminos realizado en enero, finalmente la bancada oficialista en la Cámara de Diputados viabilizó las truncadas elecciones. Se aprobó entonces una ley de consenso que trazó la ruta, sus fases y los plazos tanto para la preselección a cargo de la ALP como para la votación bajo responsabilidad del TSE. Así, se publicó la convocatoria, se recibieron más de 700 postulaciones, se verificaron requisitos y se resolvieron las inhabilitaciones. Hasta ahí todo conforme a lo previsto.

En medio de la evaluación de méritos, incluida una prueba de conocimientos, varios postulantes inhabilitados por incumplir requisitos activaron demandas en la justicia para la reconsideración de sus casos. Todas esas acciones prosperaron dejando en suspenso el proceso de preselección de postulantes. Y el plazo corre. Luego de calificar los méritos, la Comisión Mixta de la Asamblea debe aprobar su informe, que será la base para la elección, por dos tercios, en sesión plenaria. Queda solo una semana.

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Es evidente que algunos actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha, nuevamente, las elecciones judiciales. Sería desastroso para la institucionalidad en el país en un contexto de alta desconfianza y de crisis. Por ello es sensato que la Comisión Mixta retome el proceso desde mañana. Tampoco sería una buena señal que se amplíen los plazos, ya que ello implica postergar la votación popular (quizás hasta octubre, lo que se superpone con las elecciones primarias).

Todos sabemos que las elecciones judiciales no solucionan la crisis del sistema de administración de justicia, pero al menos implican cumplir la Constitución y evitar que los autoprorrogados continúen degradando aún más el Estado de Derecho con sus decisiones a la carta. Por ello es fundamental que la ALP culmine pronto su trabajo de preselección con voluntad política y madurez democrática. Luego será el turno de la ciudadanía en las urnas. Y seguirá en agenda la cada vez más urgente reforma estructural del sistema.

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