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Friday 10 May 2024 | Actualizado a 00:42 AM

UE observa denuncia de Convención de Viena

Christian Leffler - El Director para las Américas del Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea llegó al país para evaluar con el Gobierno las perspectivas de la cooperación europea. Hizo un espacio en su agenda para atender a este medio, justamente un día antes de reunirse con las autoridades bolivianas.

Por La Razón

/ 10 de septiembre de 2011 / 05:00

Christian Leffler – El Director para las Américas del Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea llegó al país para evaluar con el Gobierno las perspectivas de la cooperación europea. Hizo un espacio en su agenda para atender a este medio, justamente un día antes de reunirse con las autoridades bolivianas, y habló, entre otras cosas, sobre la protesta que presentó Bolivia al artículo 49 de la Convención de Viena de 1961, referido al tratamiento que se da a la hoja de coca.

— ¿Cuál el estado de la relación Bolivia-Unión Europea?
— Somos socios desde hace muchos años. Tenemos una cooperación bien estabilizada. Bolivia es el país en América Latina con el que tenemos la cooperación al desarrollo, el apoyo financiero, más grande del continente. En la actual programación de cooperación multianual, del 2007 al 2013, Bolivia se beneficia de más o menos 250 millones de euros (Bs 2.385.000.000)  y eso algo bastante importante. Esa es la cooperación programada para apoyar estrategias nacionales de desarrollo en varios sectores. Pero además hay también una especial en el ámbito de la seguridad alimentaria, de 120 millones de euros adicionales; entonces estamos hablando de más o menos 370 millones (Bs 3.529.800.000) de cooperación. Es una cooperación que se aplica en estrategias nacionales y prioridades nacionales, nosotros no estamos aquí para decirle al Gobierno o al pueblo boliviano qué hacer,.
— Justamente el Gobierno ha identificado el tema de la seguridad alimentaria como una prioridad. ¿Qué proyectos se encara con el apoyo de la UE?
— Tenemos un apoyo a la política sectorial de seguridad alimentaria que incluye unos 120 millones de euros, es decir más de 1.000 millones de bolivianos. Estos últimos años hemos podido apoyar al Ministerio de Desarrollo Rural en la producción de  semillas, en infraestructura, en todo lo que es apoyo a la seguridad alimentaria, enfocada sobre todo a las áreas más vulnerables.
— ¿Cómo ven en Europa el conflicto que existe en el país debido a la construcción de una carretera que pasa por un parque natural y a la que se oponen los indígenas?
— Intentamos comprender más esta evolución interna. Que haya un debate es normal y es bueno, ese es el discurso democrático en una sociedad, para clarificar y priorizar los proyectos nacionales. Es claro que aquí hay situaciones a clarificar y también para nosotros hay sectores sensibles, pero son principalmente cuestiones que hay que arreglar entre bolivianos. Nosotros trabajamos con las autoridades bolivianas para  mejorar la estructura de gobierno desde hace unos años, a fin de generar  la posibilidad de que todas las partes bolivianas contribuyan a la definición del proyecto nacional.
— Con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, dijo que se deben respetar convenios como el 169 de la Organización Internacional del Trabajo. ¿Esto se aplica para todos los casos?
— Sí, claro. Esta convención de la OIT, es algo que se aplica en Europa también y hay varios países de la UE que también tienen desafíos en ese sentido y  nosotros, como somos casi multilateralistas genéticos, estamos siempre a favor de soluciones y progresos a nivel multilateral. Cuando hay una convención que se ha negociado, que ha llegado para todos, para nosotros ese es el marco que debe ser el punto de referencia para los países y para la legislación nacional. Por eso trabajamos en muchos países de América Latina con los gobiernos, para ver cómo pueden traducirse en leyes nacionales y en prácticas nacionales las intenciones y disposiciones de esta convención de la OIT.
— ¿Y cómo se interpreta la consulta definida en esta convención? ¿Es vinculante?
— Debe haber consultas y estructuras de consulta para permitir a las poblaciones indígenas expresarse sobre todos los proyectos que puedan afectarles, y ese es el principio de base. Eso puede hacerse de varias maneras, pero la esencial es construir estructuras que permitan un diálogo, que permitan una consulta formal antes de la toma final de decisiones sobre proyectos que afectan a las poblaciones indígenas.
— En la línea que siguieron Perú y Colombia y ahora continúa Ecuador, Bolivia ha expresado su interés de concretar un acuerdo comercial con la UE. ¿En qué anda este proyecto?
— Ese es un tema a discutir con el Gobierno en el alto nivel. Nosotros hemos propuesto a todos los países del Pacto Andino, hace unos años, hacer una cuenta de asociación. En esa época no había consenso entre los miembros del Pacto Andino y por eso que avanzamos con Colombia y Perú con un acuerdo de libre comercio acompañado con otro acuerdo de diálogo y cooperación política. Es verdad que ahora estamos en discusiones avanzadas con Ecuador para ver si puede empezar también la negociación para hacer un acuerdo similar, vamos a ver, hemos discutido ya y con Bolivia continuamos. Ahora queremos comprender con más claridad lo que busca Bolivia, cómo podría integrarse en un contexto regional, de que sea un solo acuerdo o múltiples , pero para hacer también sinergias entre los acuerdos, ayudar en una cooperación más estrecha entre los países andinos.
— ¿Qué es lo que dificulta el avance de esta negociación?
— En parte una cuestión de recursos, recursos humanos y otros para hacer el trabajo. También debemos identificar muy precisamente cuáles son los intereses de parte del otro, cuál será la estructura. Claro que en el caso de Bolivia, como país en desarrollo, con un nivel ahora no muy alto en comparación con otros países de la región, la UE ya le ha otorgado ventajas, posibilidades de exportar a Europa, por ejemplo, en condiciones muy ventajosas. Entonces hay que ver cuáles son las ventajas, además de un acuerdo.
— En un anterior informe sobre la situación del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) con la UE se identificó que Bolivia aprovechaba escasamente este sistema. ¿La situación ha mejorado?
— Bolivia está utilizando el sistema de preferencias y se queda en ese sistema de preferencias. Hay el sistema general y hay el SPG y también el SPG Plus y de eso también Bolivia se beneficia, se beneficia de sus ventajas demás, pero eso está vinculado con acciones de los países beneficiarios en ámbitos multilaterales y en el contexto de varias convenciones multilaterales. Y la salida de Bolivia de la Convención de la ONU  de 1961 sobre la lucha contra las drogas puede ser un problema. Trabajamos con los ministerios bolivianos para resolver esta cuestión a fin de que Bolivia pueda continuar beneficiándose, como hoy, de todos los privilegios comerciales con la UE.
— ¿Cuándo se decide  la renovación del acceso a estas preferencias especiales? ¿Hay una fecha definida?
— No. La renovación del sistema general es un proceso muy largo. La Comisión Europea ha hecho esa propuesta a los estados miembros y ahora está en discusión, en negociación, en el Consejo de Ministros y en el Parlamento Europeo. Esto es un trabajo que va a continuar una buena parte del 2012, sino todo el 2012, pero por lo que es el SPG general no tengo duda de que Bolivia se queda en el sistema de preferencias, es más una cuestión de focalización del sistema de reestructuración, ambas dimensiones del programa, pero claro que en comparación de otros países del continente americano, Bolivia es uno de los primeros para entrar en el sistema de preferencias (general).
— Pero en este caso la gestión del Gobierno en la Convención de Viena ha generado al menos alguna susceptibilidad en los miembros de la UE…
— Sí
— Y eso probablemente pudiera influir, decía usted, en el momento en que se decida en  qué términos accede Bolivia a las preferencias plus…
— Es posible.
— Y en materia de lucha contra las drogas ¿cómo reciben esas informaciones sobre estructuras jerárquicas de la Policía boliviana comprometidas con esa actividad?
— Para nosotros el abuso de las drogas, el narcotráfico y la criminalidad que se crea alrededor es una de las más grandes amenazas a las sociedades de este continente. Lo vemos muy claro en países como Guatemala, El Salvador y México, esa lucha armada entre las autoridades y los narcotraficantes, pero aquí hasta ahora no hay esa situación tan grave, aunque hay indicadores de una degradación de esta situación en ciertas zonas fronterizas del país. En el caso de los militares o policías que son acusados de tráfico, eso puede pasar en muchos países, pero puede ser también un indicador, eso es principalmente para las autoridades bolivianas, para hacer una investigación muy profunda, muy precisa y objetiva. Pero lo que queda claro en esto es que tenemos que estar juntos para cortar ese fenómeno del narcotráfico, ese fenómeno de producción ilegal de cocaína, que es distinto al uso tradicional de la coca. Por eso es importante para nosotros que el Gobierno de Bolivia, cuando salga y se reintegre a la convención de la ONU sea muy preciso sobre esta distinción entre el uso tradicional y el tráfico ilegal, entre el cultivo legal y la producción ilegal.
— Ahora Europa es uno de los principales mercados de la droga que sale de Bolivia…
— Hemos visto en varios países de América, de Asia, que la lucha casi militar de represión tiene efectos, pero el narcotráfico siempre vuelve, siempre crece de nuevo. Entonces lo más eficaz es atacar los problemas económicos, sociales y a veces culturales.

Perfil

Nombre: Christian Leffler
Nació: 1955
Profesión: Ciencias Políticas y RREE
Cargo: Director de la UE

Un diplomático sueco de amplia experiencia

El actual Director para las Américas del Servicio de Acción Exterior de la  Unión Europea (UE) nació en Göteborg y trabajó para el Servicio de Asuntos Exteriores Sueco en 1980. Se convirtió en el primer sueco «Antici», responsable bajo la Representación Permanente para la coordinación política del trabajo en el Consejo de Ministros. Entró a formar parte de la Comisión Europea en 1996, donde ocupó el puesto de «Antici» y Jefe de Unidad en el Secretariado General responsable de la coordinación de las relaciones con el Consejo de Ministros. En 1999 fue Subdirector de la Oficina Privada de Chris Patten, Comisario Europeo de Relaciones Exteriores. Entre el 2002 y 2007 fue Director responsable del Oriente Medio y el Sur del Mediterráneo en la Dirección General para RREE de la Comisión Europea. Después trabajó como Jefe de Gabinete para Margot Wallström, vicepresidenta de la Comisión para Relaciones Institucionales y Comunicación. El 2010 fue Subdirector General de la DG para el Desarrollo y las relaciones con los países de África, Caribe y el Pacífico.

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El MAS y la crisis

La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos

Por La Razón

/ 9 de mayo de 2024 / 06:39

Para nadie debe ser desconocido que el Movimiento al Socialismo (MAS) es la fuerza política más importante de las últimas décadas y el único partido con estructura y potencia suficientes para intervenir en todas las esferas de la vida pública. Sin embargo, precisamente por estos atributos, la feroz lucha que han desatado sus dirigentes no solo afecta al partido, sino a todo el Estado.

Más tardó en terminar el X Congreso del partido, el domingo, en la ciudad de El Alto, convocado por el “ala arcista” del partido, que portavoces del “ala evista” en descalificar el encuentro de la peor forma posible y amenazar con todo tipo de recursos, legales y no, para impedir que las decisiones acordadas lleguen a materializarse.

Lea: Democracia en riesgo

No es para menos: se ha elegido a un nuevo jefe nacional del partido, honor que recayó en Gróver García, dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), afín al presidente Arce, y se ha decidido revisar el estatuto del MAS para eliminar la disposición que concede la dirección vitalicia del partido al expresidente Evo Morales y para eliminar la restricción de antigüedad como militante para asumir cualquier candidatura.

Para que el congreso masista pudiese llevarse a cabo y que contase con la presencia de veedores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), hizo falta que una Sala Constitucional de La Paz ordenase al Órgano Electoral cumplir con el artículo 30 de la Ley de Partidos Políticos. Entre analistas y opinadores de todas las tendencias hubo consenso en que se trata de un nuevo “fallo a la carta”, de los que menudean desde que los magistrados del Órgano Judicial decidieran autoprorrogarse.

A esta evidente muestra de injerencia de un órgano sobre otro (primero el Ejecutivo sobre el Judicial y luego éste sobre el Electoral), se suma la cantidad de ocasiones en que delegados y portavoces del evismo han descalificado al TSE y sus resoluciones por ser contrarias a sus intereses y expectativas. La democracia, o las formas que la hacen legítima, importan cada día menos.

Súmese a este estado de cosas la previsible pugna que se desatará en la Sala Plena del TSE cuando algunos vocales intenten incidir en favor de uno u otro aspirante a candidato. Entonces, las acusaciones y descalificaciones que hoy se sugieren, serán amplificadas, dañando de manera feroz la credibilidad y reputación del órgano llamado constitucionalmente a administrar los procesos que dan sustento al sistema democrático boliviano y a dar legitimidad a las autoridades electas.

A estas alturas de la lucha es, pues, evidente que sin importar el tono y el contenido de los mensajes que una y otra facción del MAS publicitan, lo verdaderamente central para ambas partes es asegurar que el candidato propio llegue a la papeleta y/o que el contrincante no lo logre. Si para tal fin tienen que terminar de romper la institucionalidad del Estado, no dudarán en hacerlo, y eso son malas noticias.

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Democracia en riesgo

Por La Razón

/ 5 de mayo de 2024 / 00:34

La reciente decisión de una sala constitucional en torno al “congreso del MAS-IPSP” convocado por dirigentes de la facción arcista constituye una tosca injerencia en las competencias del TSE. Y cruza un límite que pone en riesgo no solo la institucionalidad electoral, sino la propia democracia. Es fundamental ponerle freno antes de que conduzca a una deriva autoritaria.

 Una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho es la autonomía e independencia de los órganos del poder público, además de su separación. Cuando uno o más órganos se subordinan a otro o surge una especie de suprapoder, esa estructura y organización funcional del Estado se resquebraja. Asimismo, cuando el sistema de gobierno empieza a depender de decisiones arbitrarias e inconstitucionales, la democracia está en riesgo. Estamos transitando ese muy peligroso umbral en el país.

En nuestro proceso de construcción y reforma estatal, no es nuevo que el Legislativo dependa de los mandatos del Ejecutivo. Tampoco es raro que la administración de justicia esté subordinada al poder político y a poderes fácticos. Lo crítico es que surja un suprapoder que imponga sucesivos fallos por fuera del marco constitucional y pisoteando la institucionalidad democrática. Desde el año pasado hay un suprapoder en Bolivia que, en consorcio con actores políticos, opera desde el TCP y algunas salas constitucionales.

A punta de sentencias, declaraciones y autos constitucionales, y algunas acciones de defensa, un arriesgado suprapoder está llevando a límites insostenibles el funcionamiento de los órganos del poder público y del sistema de gobierno. Así, bloquearon las elecciones judiciales, suspendieron las funciones de fiscalización de la ALP, se autoprorrogaron, beneficiaron a terratenientes y ahora están emitiendo “instrucciones” sobre las organizaciones políticas y los procesos electorales. Es inaceptable.

Es muy complicado y sensible para el TSE gestionar las disputas internas en los partidos, en especial en este momento la batalla entre facciones en el MAS-IPSP. Debe hacerlo en estricto cumplimiento de la Ley de Organizaciones Políticas y de los estatutos partidarios. ¿Qué ocurre cuando una sala constitucional, desde su filiación política, impone acciones que violan la normativa y vulneran las atribuciones del organismo electoral? Eso es lo que acaban de hacer, sin sonrojarse, los vocales Campero y Angles.

En un pronunciamiento difundido este viernes, las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional exigen con timidez el respeto a la independencia de poderes para garantizar la democracia en el país. No es una exigencia menor. En realidad, se está advirtiendo que, si magistrados y jueces continúan perforando el sistema y la institucionalidad electoral, la democracia boliviana está en riesgo. Es fundamental que la disputa política no termine derrumbando el orden constitucional y el régimen democrático.

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Elección en suspenso

Las reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre

Por La Razón

/ 2 de mayo de 2024 / 06:16

Como se decía días atrás en este mismo espacio, hace mucho que actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha las elecciones judiciales. El más reciente fallo constitucional ordena no solo paralizar el proceso, sino devolverlo al inicio y comenzar con una nueva ley de convocatoria; el argumento es la defensa de derechos, pero la intención tal vez no.

El 18 de abril, Yeny Duri, dirigente indígena y abogada, candidata eliminada en el proceso de preselección, presentó una acción popular en la que denunció que las aspirantes indígenas de Pando no recibían un trato equitativo en comparación con las de otros departamentos, señalando la falta de oportunidades equitativas en el proceso de preselección. La Sala Constitucional Primera de Cobija emitió el lunes una medida cautelar que suspendió el proceso de preselección en curso y luego, el martes, dictaminó que el proceso de preselección debía dejarse sin efecto completamente, argumentando que la convocatoria inicial no había considerado adecuadamente la inclusión de mujeres e indígenas, e instruyó elaborar una nueva.

Lea: ¿EJ en septiembre?

La reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre, pues si bien hay voces, como la del expresidente Eduardo Rodríguez, quien argumentó que la Sala Constitucional de Cobija era incompetente para emitir tal fallo y que sus razonamientos eran improcedentes, sugiriendo que la Asamblea Legislativa debería continuar con el proceso de preselección, la Comisión Mixta de Constitución decidió entrar en cuarto intermedio hasta hoy, a la espera de la notificación oficial del fallo.

El Presidente de la Comisión, Miguel Rejas, del MAS, afirmó que la intervención de la Sala es una «aberración» y criticó duramente a los vocales que concedieron la tutela a la candidata Duri; dijo también que el fallo fue resultado de manipulaciones por parte de vocales y jueces, sugiriendo que algunos de ellos habían sido influenciados por quienes presentaron amparos.

A su vez, la senadora Andrea Barrientos indicó que el fallo de la Sala es «ilegal e inaplicable» y que ninguna sala constitucional tiene la competencia para declarar la inaplicabilidad de una ley, especialmente de la Ley 1549, que ha pasado por control constitucional y cuenta con amplio respaldo legislativo. El diputado por Creemos Leonardo Ayala argumentó que la decisión vulnera los derechos de los más de 400 postulantes habilitados para el proceso de preselección. El Presidente Nato de la Asamblea, como es habitual, no apareció.

La interminable sucesión de recursos judiciales y constitucionales, sumada a la incapacidad de las y los legisladores para acordar un plan de acción capaz de superar los obstáculos que unos y otros ponen en el camino, muestra todo, menos voluntad política, para cumplir con el mandato constitucional de realizar la elección de autoridades del Judicial. Mientras tanto, el sistema judicial boliviano se hunde irremediablemente.

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¿EJ en septiembre?

Por La Razón

/ 28 de abril de 2024 / 00:18

Renovadas acciones de amparo y medidas cautelares están paralizando nuevamente y dejan en incertidumbre las Elecciones Judiciales (EJ). Según lo establecido en la ley transitoria, este 5 de mayo debe concluir la fase de preselección de postulantes en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y el TSE anunció que la votación popular sería en septiembre. Hay duda sobre tales plazos.

Desde hace un año, el proceso electoral para renovar el Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional está a la deriva. Según el mandato constitucional, las elecciones debieron realizarse en 2023. Pero políticos y operadores del sistema, en especial del TCP, se encargaron de frenar, congelar y a la postre postergar la elección. Como no se eligieron nuevas autoridades, los actuales magistrados (cuyo mandato ya se cumplió) decidieron autoprorrogarse. Fue como un guion escrito desde el principio para boicotear el proceso.

Como efecto de un bloqueo de caminos realizado en enero, finalmente la bancada oficialista en la Cámara de Diputados viabilizó las truncadas elecciones. Se aprobó entonces una ley de consenso que trazó la ruta, sus fases y los plazos tanto para la preselección a cargo de la ALP como para la votación bajo responsabilidad del TSE. Así, se publicó la convocatoria, se recibieron más de 700 postulaciones, se verificaron requisitos y se resolvieron las inhabilitaciones. Hasta ahí todo conforme a lo previsto.

En medio de la evaluación de méritos, incluida una prueba de conocimientos, varios postulantes inhabilitados por incumplir requisitos activaron demandas en la justicia para la reconsideración de sus casos. Todas esas acciones prosperaron dejando en suspenso el proceso de preselección de postulantes. Y el plazo corre. Luego de calificar los méritos, la Comisión Mixta de la Asamblea debe aprobar su informe, que será la base para la elección, por dos tercios, en sesión plenaria. Queda solo una semana.

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Es evidente que algunos actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha, nuevamente, las elecciones judiciales. Sería desastroso para la institucionalidad en el país en un contexto de alta desconfianza y de crisis. Por ello es sensato que la Comisión Mixta retome el proceso desde mañana. Tampoco sería una buena señal que se amplíen los plazos, ya que ello implica postergar la votación popular (quizás hasta octubre, lo que se superpone con las elecciones primarias).

Todos sabemos que las elecciones judiciales no solucionan la crisis del sistema de administración de justicia, pero al menos implican cumplir la Constitución y evitar que los autoprorrogados continúen degradando aún más el Estado de Derecho con sus decisiones a la carta. Por ello es fundamental que la ALP culmine pronto su trabajo de preselección con voluntad política y madurez democrática. Luego será el turno de la ciudadanía en las urnas. Y seguirá en agenda la cada vez más urgente reforma estructural del sistema.

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Un asunto oscuro

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años

Por La Razón

/ 25 de abril de 2024 / 06:59

La todavía incipiente industria del litio en Bolivia no puede salir de las sombras. Al violento arresto del exministro de Minería y exresponsable de la planta en la región de Lípez en Potosí, Luis Alberto Echazú, se ha sumado, ayer, la muerte del exgerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). El tema se ha politizado y, ahora, judicializado, pero del negocio no hay más que promesas.

Los contornos del caso, la actuación presuntamente arbitraria e irregular de la Fiscalía el lunes, según denuncia del abogado de Echazú, así como las declaraciones de jerarcas y portavoces del ala evista del MAS, hacen pensar en intereses políticos ligados a la sorda pelea por el poder en el partido gobernante antes que en aquellos ligados al efectivo despegue de la industria del litio en el país. El intercambio de acusaciones, con y sin fundamento, en nada ayuda a reactivar el proyecto.

Lea también: Ley ‘antihombres’

El tono y el contenido de una “carta abierta” firmada por el exgerente de YLB, Juan Carlos Montenegro, otro de los imputados, antes de morir (incluyendo una última línea en la que pide perdón a sus seres queridos por el “dolor” que les causará “esta mi decisión”), hace pensar en que detrás de la acusación hecha el jueves de la semana pasada por la actual gerente del proyecto y el procurador del Estado, además de la sorprendentemente rápida actuación del Ministerio Público, hay mucho más que la búsqueda de justicia o de castigo a la corrupción.

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años, asunto del cual ni ella ni su antecesor habían dicho nada anteriormente. Al ser conducido a celdas policiales, el exministro, ahora en detención domiciliaria, afirmó que “el Gobierno quiere ocultar tres años y medio” de parálisis en el que debería ser el proyecto más importante del Estado Plurinacional en los últimos años.

Coincidiendo con la denuncia de YLB contra exfuncionarios de la institución, el mismo día, el Presidente del Estado acusó a “potencias mundiales” y un “país vecino” de pretender controlar los recursos naturales del país, especialmente el litio, bloqueando las exportaciones y excluyendo a Bolivia en procesos estratégicos de comunicación. A la luz de lo sucedido en los últimos años, es evidente que el principal obstáculo está en el Estado y no fuera de las fronteras.

Mientras Chile se abre a las inversiones de riesgo compartido y se propone recuperar el sitial de primer exportador de litio en el mundo en los próximos dos años, y el presidente de Argentina busca entregar las reservas de su país a las transnacionales del sector, Bolivia todavía no ha mostrado cuál es su estrategia de industrialización y comercialización del preciado mineral, al extremo que ni siquiera ha transparentado los acuerdos (no contratos) que tiene con empresas chinas y rusas. Así, es imposible tener optimismo en el futuro del litio.

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