Antonio Muñoz Molina gana el Príncipe de Asturias 2013
Literatura. El español explora en su obra la historia de su país
Autor de libros como El jinete polaco, Plenilunio o Sefarad, el escritor español Antonio Muñoz Molina fue reconocido ayer con el premio Príncipe de Asturias de las Letras por el compromiso de una obra fuertemente vinculada a la realidad contemporánea.
Con “hondura y brillantez”, plasmó “fragmentos relevantes de la historia de su país, episodios cruciales del mundo contemporáneo y aspectos significativos de su experiencia personal”, afirmó el jurado del certamen sobre Muñoz Molina, primer autor de habla hispana galardonado por la Fundación Príncipe de Asturias desde que en 2000 lo fuese el guatemalteco Augusto Monterroso.
Su obra “asume admirablemente la condición del intelectual comprometido con su tiempo”, consideraron los jueces, que lo eligió entre los 18 escritores de 11 países que optaban al galardón, entre ellos el japonés Haruki Murakami, el irlandés John Banville y el español Luis Goytisolo.
“Ante reconocimientos como éste sólo cabe expresar gratitud y sorpresa, porque son muchos los escritores que lo merecerían tanto o más que yo”, agradeció Muñoz. “Desearía disfrutar este premio como una celebración de la literatura, oficio que ha dado sentido a mi vida y que me vincula con miles de lectores a los que no conozco, pero con los que mantengo un diálogo íntimo”, agregó.
Nacido en la localidad andaluza de Úbeda en 1956, Muñoz Molina, exdirector del Instituto Cervantes de Nueva York y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1995, comenzó su carrera como columnista en el Diario de Granada.
Debutó como novelista en 1986 con Beatus Ille, tras la que llegaron obras como El jinete polaco, que le valió el Premio Planeta en 1991 y el Premio Nacional de Narrativa, un año después.
Con novelas como Beltenebros (1989), ambientada en la posguerra civil española, Los misterios de Madrid (1992), en los últimos años de la transición a la democracia, o La noche de los tiempos (2009), sobre el hundimiento de la Segunda República, Muñoz Molina se adentró en la historia reciente de España.
“La ficción crea modelos de explicación del mundo mediante el relato de los símbolos. Sirve, como sirve el mito, para explicar algo y también para refugiarse”, sostuvo en una entrevista al diario español El Mundo en 2009.