Bolivia lleva a la OEA controversia por el Silala; Chile responde que no hay temas pendientes
En la 46ª Asamblea de la OEA, desarrollada en República Dominicana, la representación boliviana expuso los pormenores del juicio que instaló el vecino país ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) pese a que el recurso nace y muere en suelo nacional, y que fluye fuera de las fronteras por una canal artificial.
Como ocurrió con la causa marítima, el canciller David Choquehuanca puso este martes en mesa del pleno de la Organización de Estados Americanos (OEA) el diferendo de las aguas del Silala que Chile llevó a la CIJ para que reconozca su derecho de uso por ser un río.
En la 46ª Asamblea de la OEA, desarrollada en República Dominicana, la representación boliviana expuso los pormenores del juicio que instaló el vecino país ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) pese a que el recurso nace y muere en suelo nacional, y que fluye fuera de las fronteras por una canal artificial.
Choquehuanca y su par chileno, Herlado Muñioz, hicieron uso del derecho a la réplica y duplica en el pleno del ente hemisferio, que en 1979 ya abogó por una solución del diferendo marítimo, otro tema pendiente en la agenda bilateral y que hoy radica en la CIJ.
El jefe de la diplomacia chilena esgrimió la tesis de que ríos como el Támesis, el Amazonas y el Rin “nacen en manantiales de otros países y cruzan las fronteras, razón por la cual –justificó– su país acudió a la corte de La Haya para “evitar la incerteza jurídica” y conseguir “respecto a las aguas del río Silala”.
Choquehuanca recordó como un argumento de la posición boliviana el hecho que la Prefectura de Potosí entregó en concesión el uso de las aguas a una empresa chilena de ferrocarriles
“El gobierno de Chile pide a la Corte que declare que se trata de un río internacional, la realidad es otra, la realidad es diferente. Se trata de un sistema de manantiales que fueron drenados y canalizados por empresas chilenas previa autorización de Bolivia `para el uso de locomotoras a vapor en el siglo XIX”, explicó.
Recordó que ante la negativa de Santiago de resolver esta temática y su “uso arbitrario”, la administración de Evo Morales había anunciado un nuevo juicio, pero el gobierno de Michelle Bachelet se anticipó e instaló el proceso ante la CIJ la semana pasada.
“Bolivia saluda que el gobierno de Chile haya decidido finalmente respetar y someterse al derecho internacional y resolver en paz y en justicia nuestros diferendos, saludamos que el gobierno de Chile respete el Pacto de Bogotá y nuestros mecanismos de resolución pacífica de controversias”, añadió.
Muñoz replicó en el mismo escenario que a su país le “corresponde un uso razonable y compartido” de las aguas y aseguró que Santiago propuso “varias veces a Bolivia” la resolución del diferendo.
La autoridad boliviana afirmó en la OEA que “hay temas pendientes” entre ambas naciones que no se han podido resolver de manera bilateral, como el diferendo marítimo, una temática que Bolivia llevó a la CIJ en 2013 para que declare la obligación de Santiago de negociar un acceso soberano al Pacífico.
Muñoz respondió que “no hay nada pendiente” y destacó que país entrega a los bolivianos algunas facilidades portuarias pero no un acceso soberano: “Entonces que no nos vengan a decir que Bolivia no tiene acceso al mar porque lo tiene, lo que no tiene es acceso soberano y eso es lo que pretende”.
“Estamos optimistas que el derecho internacional hará justicia. Invito a todos los estados a alentar los esfuerzos que realiza Bolivia para encontrar una solución efectiva y conveniente entre ambos países”, señaló Choquehuanca respecto de ambas controversias que ahora radican en la Corte de La Haya. “Estamos seguros que la verdad nuevamente se impondrá”, añadió. (14/06/2016)
