José Tirado Cruz: El diputado obrero del PS-1
José Tirado Cruz fue uno de los diputados del Partido Socialista 1 elegidos junto a Marcelo Quiroga Santa Cruz en las elecciones nacionales de 1979. Activista de izquierda de cepa, tras el asesinato del líder socialista fue parte del sector obrero del MIR, dirigente transportista, luego del Comité Laboral paceño del MAS.
José Tirado Cruz es potosino, de Pulacayo; el mayor de cuatro hermanos criados por el sacrificio de su mamá; se le nublan los ojos al recordar esos días. En 1979 fue electo diputado nacional por el Partido Socialista 1, junto con Marcelo Quiroga Santa Cruz y otros jóvenes socialistas.
“Yo nunca fui teórico, sino de actividad política; mayormente, cuando yo estaba de diputado, mi trabajo era viajar; yo he viajado, como soy minero, por todas las minas, a organizar; era el brazo operativo laboral del partido”, define su trabajo partidario.
“Marcelo para mí ha sido una persona fuera de serie, un verdadero líder, que sabía escuchar”, y convencer: don José recuerda cómo cuando salió su nombre en el periódico como candidato a diputado, su esposa le expresó su preocupación por el riesgo de la actividad política; vino Marcelo y pidió hablar con ella primero. “Hasta ahora no sé qué le habrá dicho, pero después ella me apoyó”; así era Marcelo, cuenta.
José Tirado estuvo en la fundación del Partido Socialista, en el antiguo cine Roxi, en la calle Comercio de La Paz, en mayo de 1971; luego de la división en distintas fracciones, en 1978, al frente de Quiroga Santa Cruz, se constituyó el PS-1.
En el golpe de Hugo Banzer, en agosto de 1971, José Tirado estuvo en la resistencia y vio, cuenta, cómo aviones pilotados por oficiales golpistas bombardearon el cerro Laikacota. En los 80 tuvo que salir exiliado a Suecia. A su retorno, luego del asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz, tras jurar como diputado, sobrevino la división en el PS-1.
Activista neto, Tirado relata que luego se acercó al Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), participando en su Sección Obrera; se distanció de este partido cuando el partido de Jaime Paz Zamora entró en alianzas con el MNR.
Con un minibús que compró para sostener a su familia, Tirado llegó a ser dirigente de los transportistas, y habiendo aquella vez dos grandes sindicatos, el de los colectiveros y el de los minibuseros, a su iniciativa se formó la federación de la unidad. Fue desde esa vez que se habló de Transporte Urbano, recuerda.
Inquieto militante de izquierda, José Tirado luego fue parte del Movimiento Al Socialismo (MAS), formó parte de su Comité Laboral Departamental, como su secretario ejecutivo, e hizo campaña por la elección de Evo Morales como presidente en las elecciones de diciembre de 2005.
Junto a viejos militantes del PS-1, Alcides Monasterios y Arsenio Trujillo, Tirado editó Voz Socialista, el “Órgano oficial de los trabajadores masistas de La Paz”. Pero el alejamiento sobrevino inevitable debido, afirma, a que el MAS no se terminaba de constituir como una estructura partidaria, con una ideología definida y el menosprecio que sintió por la sección obrera del “partido”.
“Recuerdo cómo organizamos nuestro congreso de unidad”, de los sectores obreros del MAS, cuenta, cómo el vicepresidente del partido en ese entonces, primero les alentó en su emprendimiento, y luego, cuando ya estaba todo listo y “les fuimos a dar las invitaciones”, el dirigente les dijo que el congreso no iba, porque “Evo no quería”.
Ahora, don José está retirado de la actividad política; jubilado, debe vivir en Cochabamba, por la “hipertensión alta” que le aqueja. En su casa aún conserva los afiches de Marcelo candidato; siempre lo recuerda.
Perfil
Nombre: José Tirado Cruz
Nació: 17 de marzo de 1943, en Pulacayo
Ocupación: Jubilado
Vida
Para el viejo militante de izquierda, Marcelo Quiroga Santa Cruz no deja de ser el líder: “nosotros al marxismo-leninismo lo vamos a vestir de poncho y ch’ullo”, decía. “Ni una sola boca sin pan, ninguna familia sin techo, ningún enfermo sin atención médica, ningún boliviano explotado”, recuerda sus frases.
Periodistas rendidos a la tentación del poder político
Marco Basualdo, es periodista de La Razón
La designación de Wilma Alanoca como ministra de Culturas y Turismo ha vuelto a abrir el debate. Los periodistas ante la tentación del poder político no ceden.
Muy cerca de ella hay otro pintado de azul que también cedió pese a haber sido muy crítico contra el sistema y responde al apodo de Gringo y apellida Gonzales, pero no son los únicos en la historia nacional. Desde los albores de la República son varios los que saltaron del set mediático hacia el set gubernativo, pasando de ser sacrificados entrevistadores a arrogantes entrevistados.
Y es que la relación prensa-política siempre estuvo de la mano. El discurso demagógico y esa estrategia de los partidos que recurren a personalidades que gozan de cierta simpatía los conduce a elegir entre el papel picado. A inicios del siglo XX, la disputa entre liberales y conservadores tenía como trincheras las redacciones de los periódicos El Tiempo y El Fígaro, donde desde sus páginas se imprimían las doctrinas de uno y otro bando que finalmente servirían como trampolín para aquellos defensores de un ideal. A fines de siglo, las ligazones fueron más fuertes y el salto más evidente aún. Sucedió con el locutor Raúl Salmón de la Barra, que del micrófono de radio Nueva América pasó a ser el burgomaestre paceño de la mano del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Casi paralelamente, un músico que había ganado fama a través de un programa llamado La Tribuna Libre del Pueblo dio vida a uno de los partidos populistas de mayor arraigo: Conciencia de Patria (Condepa), que arrastró hacia los pasillos del Palacio y Alcaldía a otros informativistas y conductores como Mónica Medina, Remedios Loza y Verónica Palenque. El ejemplo fue copiado por otros como Rodolfo Gálvez que de un exitoso programa en Fides se incorporó al Concejo Municipal, o la extinta Cristina Corrales que de gran locutora tuvo el tupé de formar su propio partido, Movimiento Bolivariano.
La lista es abultada y toca a las esferas más altas; Carlos Mesa sin duda uno de los más recordados al hacer de “vice” de Sánchez de Lozada o la propia María René Duchén que secundó en Podemos, el reciclado partido de Jorge Quiroga. Pero esta posibilidad, ¿les está prohibida? pues no, el periodista no es un extraterrestre para mantenerse neutro a cualquier afinidad política. ¿Son oportunistas y saben aprovechar el momento? Mmm. Ya sabe, nosotros informamos. Y usted, ¿qué opina?