Judiciales, entre apatía y voto informado
El TSE siente una carga ‘politizada’ en el proceso electoral de diciembre, pero asume el reto de viabilizar unos comicios clave para el futuro de la Justicia.
Desde el 19 de octubre, los 96 candidatos a magistrados que terciarán en las elecciones judiciales del 3 de diciembre pueden divulgar sus méritos pero también las propuestas con las que piensan dirigir al órgano estatal, cuya situación de crisis requiere de una profunda transformación.
De acuerdo con un sondeo preliminar realizado al azar por Animal Político, existen señales de apatía por el proceso electoral, aunque también interés por conocer a los candidatos y la naturaleza de las instituciones judiciales que están en el punto de mira del proceso. Por ejemplo, Rosario Terán, una agente de turismo, dijo que aún no se interesó en el proceso porque “la campaña aún no comenzó”; en tanto que el arquitecto Gastón Beltrán reveló que en uno de sus grupos de WhatsApp apareció la tarjeta de un candidato al Tribunal Supremo de Justicia, aunque no precisó si esa imagen estaba acompañada por un pedido de voto. Otras dos personas consultadas entre el 23 y 25 de octubre cuestionaron las elecciones judiciales, pero especialmente a las autoridades de la Justicia.
El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), José Luis Exeni, conversó con Animal Político sobre este escenario preliminar de apatía y los desafíos que tiene su institución con miras al proceso electoral. La autoridad optó primero por mirar “al espejo” de los anteriores comicios judiciales que se celebraron en 2011.
“Ese fue un proceso semifallido, básicamente porque no hubo condiciones para gestionar esa elección; faltó información, porque era una papeleta inmanejable, porque la gente no sabía cómo tenía que votar y porque hubo un proceso de preselección que fue muy cuestionado en términos de su legitimidad, por una prematura politización”, anotó.
Bolivia es el único país latinoamericano que elige a sus máximas autoridades judiciales por voto popular: nueve magistrados para el Tribunal Supremo de Justicia, nueve para el Tribunal Constitucional Plurinacional, cinco para el Tribunal Agroambiental y tres para el Consejo de la Magistratura, todos ellos con sus respectivos suplentes, lo que suman 52 escaños. Este año se habilitaron 96 candidatos.
En 2011 se dio la primera experiencia electoral judicial con 118 candidatos para una enorme papeleta de opciones numeradas. Exeni recordó que hace seis años tampoco era posible la divulgación de las propuestas, lo que dificultó una participación más informada del elector.
“Ahora estamos saliendo en 365 medios en todo el país, con pautas muy intensas en radio y televisión, con separatas en diferentes periódicos del país, con cartas informativas, puntos informativos y cerca de 31 conversatorios con los candidatos; una gestión con un equipo especializado en internet y redes sociales”, informó el vicepresidente del TSE.
Además de la apatía, Exeni admitió que este año también se dio una “excesiva politización” del proceso durante la fase de preselección, especialmente articulada desde las oposiciones del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). En septiembre, algunos legisladores de Unidad Demócrata (UD) y el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002) anticiparon una campaña por el voto nulo. El TSE advirtió que esa actividad estaba prohibida para los legisladores, debido a que ellos son considerados servidores públicos.
Con todo, el Órgano Electoral confía en una buena participación ciudadana, que además esté adecuadamente informada. “Que la ciudadanía reivindique el valor de su voto, que sepa que esta elección es muy importante porque tiene la responsabilidad de elegir a las más altas autoridades de instituciones que están en crisis y que ese voto puede ser parte de una ruta que tratará de asumir esa crisis con otras altas autoridades elegidas”, remarcó.
Ahora bien, la reflexión sobre el futuro del Órgano Judicial y las reformas que requiere esta entidad sobrepasan la responsabilidad del ciudadano. “El reto de las elecciones judiciales de 2017 se encuentra en que comprendamos que el problema de la Justicia está más allá de cómo elijamos a las altas autoridades. Un cabal ejercicio de nuestro derecho ciudadano a producir estatalidad, es decir, nuestro derecho a participar libremente en la formación, ejercicio y control del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional va más allá de la elección de magistrados”, anotó Farit Rojas, abogado y coordinador del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de la Vicepresidencia del Estado en el más reciente número de la revista Andamios que edita el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Armando Ortuño, investigador social y especialista en asuntos electorales, señaló a Animal Político que existen otros elementos que complican el proceso electoral de diciembre.
“El desafío no solo es la apatía, sino dar a la gente información básica sobre el objetivo e importancia del proceso y elementos mínimos para que elijan. A priori, eso es muy difícil porque es una elección no partidaria; no hay propiamente campaña ni grupos movilizados para apoyar a un candidato y nunca la campaña del TSE podrá suplantar la movilización partidaria. Por otra parte, en el papel suena bien que se elija por criterios de mérito, pero en la práctica es complejo que la gente diferencie a una persona de otra si no hay dos o tres criterios simples y fáciles de entender. La campaña del TSE debería ser masiva y al mismo tiempo muy simple, eso es difícil de implementar”, remarcó el experto.
“El periodo de difusión de méritos de los aspirantes a magistrados debe ser fundamentalmente informativo. Pero tampoco podemos esperar que se conozcan a todos pues el tiempo es corto y los postulantes son muchos y esto generará, de todas formas, una confusión”, consideró el politólogo Franklin Pareja, considerando que el plazo para la difusión de méritos terminará 72 horas antes del día de la votación del 3 de diciembre.
Pero para Exeni las responsabilidades también son compartidas a la hora de que se conozcan tanto las propuestas como los antecedentes de los candidatos a ocupar los más altos cargos del Órgano Judicial. “Esta elección es difícil, porque hay dos papeletas con cuatro votos diferentes que deben emitir los ciudadanos, pero también está la responsabilidad de los medios de comunicación y tenemos mucha confianza en ellos; es responsabilidad de otros actores y plataformas ciudadanas que están trabajando. Es responsabilidad de los candidatos y candidatas, cumpliendo los mínimos principistas establecidos en la ley y el reglamento”, apostilló.
PROYECCIONES. El TSE se ha preparado para poner a funcionar 30.309 mesas de sufragio en todo el país y el jueves 26 de octubre se sortearon a 181.844 jurados que administrarán la votación del 3 de diciembre. Además, sobre la base de un sistema de transmisión rápida de actas, se prevén resultados preliminares y oficiales el mismo día de la elección, de tal manera que exista un acercamiento “importante” sobre las autoridades que serán elegidas.
“Pero si el problema del interés y la información no se resuelve, lo que se generará es una gran cantidad de votos nulos y sobre todo blancos, no por rechazo o posición ideológica, sino por desconocimiento. Si le preguntas algo que no sabe a una persona, lo más probable es que se calle, eso puede pasar”, anticipó Ortuño, mas Exeni cree que el “poder del voto” será clave en esos comicios.