Una elegante Nochebuena
El color que marca la tradición es el rojo, pero el dorado en su auge pone un aire de elegancia. La unión de ambos, sin duda, evoca el espíritu navideño.
La Nochebuena representa uno de los momentos más esperados de la Navidad: la cena familiar. Independientemente de que el menú sea una picana o un pavo, el montaje de la mesa debe ser impecable y dar la talla con tan importante encuentro. El color que marca la tradición es el rojo, pero el dorado en su auge pone un aire de elegancia. La unión de ambos, sin duda, evoca el espíritu navideño.
“El primer paso es elegir los colores. Luego, definir el mantel, los tipos de adornos que armonicen o contrasten, recomienda Miriam Toro, decoradora de interiores. “Rojo, verde y dorado no pasan de moda, pero hoy se usa el plateado y bronce.
Por ello lo mejor es una vajilla blanca y copas de cristal, transparentes que permiten combinaciones, dejando a las servilletas, las velas y los ramos florales el protagonismo.
Aunque la cena de Nochebuena no es un acto protocolar, es un ritual familiar de suma importancia, por lo cual la pulcritud es bien vista en la estética de la mesa. Así que ármala según los códigos de etiqueta y protocolo, además de acuerdo con el menú para contar con todos los utensilios necesarios. La idea es compartir un momento especial y no estar en una maratón entre la cocina y el comedor.
Pasos a seguir:
- Es recomendable usar un mantel blanco o con motivos navideños en los bordes. Este color, a golpe de vista, realza el plato con los alimentos.
- Las servilletas deberán ir a juego con el mantel o bien hacer contraste. No temas poner rojas o verdes. Y si el mantel es níveo, usa servilletas, mejor de tela, con motivos navideños.
- Para optimizar el espacio en la mesa, arma un centro grande pero no alto porque éste no permite la visibilidad entre comensales. También pueden ser pequeños y repartirlos en el área. Están de moda los arreglos naturales y rústicos, esos con ramas secas, piñones o frutas deshidratadas. También puedes incluir velas largas o individuales.
- En cuanto a la vajilla, cristalería y cubertería, éstas deben ser puestas en orden. Por ejemplo los platos planos van primero, luego los hondos. Mayormente se usan un copa para agua (izquierda) y otra para el vino o champán (derecha). En cuanto a los cubiertos, es recomendable que sean de metal y deben ir en orden de uso, según tu menú.
Fuentes: Miriam Toro (especialista en decoración de interiores) y navidad.es (sitio web especializado)