Jubileo y el MAS
Recuento crítico de la relación que tuvo la Fundación Jubileo con el gobierno de Evo Morales
Según su página institucional, la “Fundación Jubileo es una institución católica que trabaja en ámbitos políticos, sociales y económicos. Desarrolla procesos de investigación, información y formación sociopolítica, que buscan construir capacidades para la incidencia política, abierta a la sociedad civil, a las estructuras del Estado y al relacionamiento de carácter internacional”. Entonces, los rasgos de institución confesional son dedicadas a incidir en el ámbito de la política. Ciertamente, su papel en el tiempo precedente de la renuncia de Evo Morales es protagónico.
La Fundación Jubileo se caracterizó por ser una entidad dedicada a la investigación académica sobre temas particularmente asociados a la economía y al aparato productivo. Desde allí se planteó constantemente sus críticas al gobierno de Evo Morales en temas relacionados a la transparencia, al gasto público, al crecimiento económico; según sus análisis, era una bonanza ilusoria. Entonces, este rasgo académico más propenso al análisis económico buscaba una “incidencia política”, sobre todo en el ámbito de la opinión pública.
En la tensión entre el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) y determinadas ONG, como sucedió con Caritas-Bolivia, la Fundación Jubileo no fue exenta. Ciertamente, para ilustrar esta tensión el 2 de agosto del 2017 se produjo un incidente con el Viceministerio de Autonomía, a propósito de un Taller del Pacto Fiscal organizado por la Fundación Jubileo en la ciudad de Cochabamba. El entonces viceministro de Autonomía, Hugo Siles, tildaba de “ilegal” este Taller porque la jurisdicción de su personería jurídica solo era para el departamento de Cochabamba. Desde la Fundación Jubileo, su director ejecutivo, Juan Carlos Núñez aclaró: “La fundación tenía jurisdicción nacional”. La propia autoridad reconoció que con Jubileo “hubo desencuentros” debido a algunas publicaciones que divulgó sobre el Pacto Fiscal; en su criterio, son “tendenciosas y no utilizan información oficial”. En todo caso, este incidente reveló las fricciones que había entre esta Fundación y el gobierno de Evo Morales. Estas friegas, en la mayoría de los casos, estaban sustentadas en estudios realizados por esta fundación confesional.
A finales de 2018, la Fundación Jubileo se articuló al Consejo Nacional de la Democracia (Conade). En esta condición participó en una conferencia de prensa, el 6 de diciembre, que llamó a “la desobediencia civil de manera pacífica, como una manera de expresar la indignación frente a lo que denominó una ‘arremetida antidemocrática y dictatorial’ de parte del Gobierno”. En esa ocasión, el director de Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, explicó: “Una dictadura no se trata solo de sacar tanques y soldados, sino la destrucción de las instituciones del Estado”; añadió que, “con la habilitación de Evo Morales como candidato, el último bastión de la institucionalidad, el TSE, fue destruido”.
Ahora bien, la Fundación Jubileo se desplazó al cuestionamiento político al entonces partido gobernante en el momento del acercamiento de las elecciones, donde uno de los temas de la agenda política estaba centrado en la nueva postulación de Evo Morales a la presidencia. En diciembre del 2018, la Fundación Jubileo advirtió una estructura hegemónica política absoluta implantada desde el gobierno de Evo Morales.
Entre las primeras acciones llevadas a cabo por esta Fundación, conjuntamente con la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), fue la elaboración, ejecución y difusión de dos encuestas antes de las elecciones, en el marco del programa “Tu voto también cuenta”, pero no fueron validadas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) porque no cumplía con los requisitos que la normativa electoral exige para el caso de encuestas preelectorales. Asimismo, el TSE exigió la fuente de financiamiento de la encuesta. Al respecto, el director ejecutivo de la Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, explicó “que el financiamiento de la encuesta que realizó la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) fue obtenido por países de la comunidad internacional” (Página Siete 27.09.2019). Al final, los datos de la primera encuesta no se difundieron y de la segunda, antes que el TSE diera el visto bueno, los resultados aparecieron en las redes sociales.
Esos datos difundidos mostraban a Evo Morales con 31% y Carlos Mesa con 25%. Esos resultados no coincidían con otras encuestadoras que le otorgaban, por ejemplo, sobre 38% de preferencia electoral al MASIPSP. Una empresa dedicada a verificar la autenticidad de las noticias en las redes sociales detectó manipulación de los datos de esta encuesta. Esta situación evidenció las intenciones políticas de ambas instituciones que soslayaban detrás de estos sondeos de percepción electoral avaladas por la credibilidad de ambas instituciones. Asimismo, voceros de Conade, a fines de septiembre, anunciaron que junto con la Fundación Jubileo y las universidades estatales “se intentará sentar presencia en todas las mesas de votación del país” (Agencia ANF 27.09.2019).
Después de las elecciones tildadas de “fraudulentas”, la Fundación Jubileo se articuló al Conade con el propósito de sumarse a las protestas de las movilizaciones de los sectores urbanos que buscaban la renuncia presidencial de Evo Morales. El 10 de noviembre del 2019, Morales renunció a la presidencia. Luego, Jeanine Áñez se proclamó gobernante de Bolivia y, por efecto adyacente, a los tres días de su posesión, con el propósito de apaciguar las protestas sociales se perpetró una masacre en Sacaba y días después en El Alto. No obstante, la Fundación Jubileo no se manifestó sobre estas masacres. A pesar de haber sido parte del encuentro para lograr la pacificación del país después de los hechos de sangre en Sacaba y El Alto.
Un mes después de la renuncia presidencial de Morales, en diciembre de 2019, la Fundación Jubileo difundió un estudio económico donde su principal conclusión fue que el gobierno del MAS-IPSP “dejó una economía deteriorada”. Tres meses después, Jubileo, en el contexto de la crisis sanitaria a raíz de la presencia del COVID-19, se manifestó elogiando las medidas sociales y económicas adoptadas por el gobierno de Jeanine Áñez para encarar los efectos negativos producidos por la pandemia.
Para terminar, el despliegue institucional de la Fundación Jubileo con relación al gobierno de Evo Morales fue marcado por un enfrentamiento sistemático, a diferencia de otras agrupaciones sociales opositoras del MAS-IPSP, se caracterizó por su rasgo académico. Es decir, sus diferentes estudios, sobre todo, económicos, sirvieron como la punta de iceberg para su enfrentamiento contra el gobierno de Evo Morales. No es casual, en las elecciones presidenciales de 2020, una encuesta difundida por esta Fundación le otorgaba una expectativa nada optimista a la candidatura de la presidenta Áñez, casualmente al día siguiente de esta encuesta Jeanine Áñez declinaba su candidatura para evitar que el MAS retorne al poder.
(*) Yuri F. Tórrez es sociólogo