La crisis política en 2019-2020
Propuesta de la Fundación Rosa Luxemburg y Plural: 15 ensayos sobre la crisis de hace tres años.
DIBUJO LIBRE
El libro Crisis política en Bolivia 2019-2020 reúne 15 ensayos que reflexionan las jornadas de octubre y noviembre de 2019. Algunos se concentran en los antecedentes y causas de la crisis. En el ensayo de Fernando Prado se argumenta que el quid de la crisis es el desencuentro entre la estrategia política y concepción de Estado del MAS y los valores de las clases medias urbanas; en el de Lorgio Orellana hay una lectura del contenido de clase y etnia de los valores expresados por quienes se oponen al MAS; se ve la crisis como el estallido de contradicciones socioculturales de larga duración. En ambos casos se nos ofrecen lecturas sobre los valores y concepciones del deber ser que en gran medida formaron parte de la resistencia y separación respecto a lo que el MAS representaba. Se diferencian, principalmente, en el tipo de valores encontrados y en la forma en que se los explica.
En el ensayo de Franz Flores vemos una explicación del modo en que la población de Potosí, que dio un amplio respaldo al MAS, se va alejando y se moviliza contra el Gobierno; hallamos una descripción de la falta de respuestas estatales a los problemas derivados de la actividad minera, así como del deterioro de las mediaciones políticas con organizaciones urbanas. El trabajo de Flores permite matizar el énfasis puesto en las clases medias y la discriminación racial como las principales variables explicativas de las movilizaciones de 2019.
Por su parte, Huáscar Salazar describe los procesos acumulativos que generaron las condiciones de la crisis de 2019, enfocándose en las relaciones del MAS con las clases dominantes tradicionales y las políticas de Estado que se implementaron sobre la producción, captación y distribución del excedente.
Luis Tapia, en base a una exposición de la acumulación histórica que ayuda a comprender el ascenso del MAS y la posterior crisis, explica la coyuntura vivida en 2019, identifica la articulación de lo que políticamente se llama pueblo en pugna contra una oligarquía política dominante encarnada en el MAS. Esta interpretación contrasta con la brindada por Helena Argirakis, que hace una caracterización de lo que sería un golpe de Estado combinado, que describe sus diferentes fases y las estrategias desplegadas por los distintos actores; en la última parte analiza el gobierno de Áñez, caracterizándolo como una “dictablanda”.
María Teresa Zegada analiza la crisis política en sus diferentes dimensiones, donde está en juego la disputa del significante “democracia” y una articulación de cadenas equivalenciales que explicarían el resquebrajamiento de la hegemonía ideológica discursiva del MAS. Fernando Mayorga estudia cómo, en esa disputa, emergieron códigos ultraconservadores que se articularon a la “defensa de la democracia”. Pone al descubierto cómo la religión fue un componente central en el discurso y accionar de los actores que impulsaron la caída del gobierno del MAS, revelando la disponibilidad en varios estratos sociales a interpelaciones ultraconservadoras y racistas.
María Galindo, en una línea crítica que también tiende a señalar características ultraconservadoras que se habrían revelado durante el derrocamiento a Evo Morales, desvela que tales características no son exclusivas de los sectores en disputa. Muestra los límites y riesgos de las dicotomías y tesis interpretativas dominantes, aquellas que obligan a responder si hubo golpe de Estado o fraude electoral. Yendo más allá, Galindo muestra la existencia de lo que denomina un modelo policiaco/militar de gubernamentalidad y una “machocracia” que existiría antes del derrocamiento de Morales y que se habría intensificado en la crisis y gobierno de Áñez.
En el libro se encontrarán también trabajos que adelantan interpretaciones sobre el porvenir de la crisis. Fernando García analiza cómo, después de la crisis y ante las acciones del gobierno de Áñez y la postergación del restablecimiento del ejercicio democrático, se desencadenó una ocupación del territorio por parte de matrices orgánicas campesinas indígenas, una forma de hacer política desde abajo, que posibilitó el retorno democrático. Esto representaría la irrupción de lo nacional- popular ante las acciones políticas de sectores conservadores, como el gobierno de Áñez y los principales partidos de oposición al MAS. En el ensayo de Roger Cortéz se analiza cómo el MAS abandonó el proyecto de descolonización del Estado, siendo la crisis de 2019 una señal de ese abandono. A partir de ese diagnóstico, muestra que en la crisis y después de ella no se avizoró ni avizora una opción distinta al proyecto estatal. En ambos ensayos se plantean lecturas que permiten realizar prospectivas, aunque con diferente signo: en un caso muestran la reemergencia de fuerzas y formas de hacer política que podrían ser la base para nuevas proyecciones en el horizonte de transformación social; en el otro, apuntan a la ausencia de alternativas y proyectan un largo declive de la fuerza actualmente dominante.
El lector también encontrará reflexiones sobre las representaciones producidas en el contexto de la crisis política. Natalia Rocha analiza cómo desde las posiciones que asumían la existencia de un fraude electoral, produjeron una imagen del “masista” como “salvaje”, “vándalo”, “incivilizado”, etc., que habilitaron y legitimaron formas de violencia discursiva, estatal y cotidiana. Rocha muestra que la forma de representación producida sobre el “masista” es una reproducción de jerarquías que se remontan al horizonte colonial, y revelan la persistencia de dicho horizonte en la crisis de 2019.
Wilmer Machaca, que estudia las redes sociales, examina la manera en que el racismo se instauró como un tema importante en el imaginario del periodo, con momentos de desinformación que se articularon con modos de discriminación que se hacen notorios cuando se analiza el tipo de cobertura a situaciones generadas en la ciudad de El Alto.
Llevándonos fuera del país, Dawn Paley realiza un análisis crítico de la cobertura de la crisis política en Bolivia por parte de medios norteamericanos de izquierda. Paley muestra las simplificaciones y distorsiones producidas por esos medios en razón de su intención de denunciar las injerencias del Gobierno estadounidense, en desmedro de lecturas más complejas.
Cerramos el libro con el ensayo de Vladimir Díaz, con un recuento y explicación de los procesos políticos de 2019 que llegan hasta las elecciones de octubre de 2020 y el consiguiente retorno del MAS al Gobierno.
El libro contiene lecturas en varios puntos contrapuestas y en otros complementarias, pero son justamente esas diferentes interpretaciones las que nos permiten ver lo que estaba y está en disputa en los procesos políticos contemporáneos.
(*)Luis Claros es filósofo y economista