Día Internacional de la Educación
“Reconociendo que la educación desempeña un papel fundamental en la creación de sociedades sostenibles y resilientes y contribuye al logro de todos los demás Objetivos de Desarrollo Sostenible; aumenta la productividad de las personas y el potencial de crecimiento económico, desarrolla las competencias necesarias para el trabajo decente y las aptitudes profesionales necesarias para el desarrollo sostenible, en particular en las esferas del agua y el saneamiento, la energía ecológica y la conservación de los recursos naturales, ayuda a erradicar la pobreza y el hambre, contribuye a mejorar la salud, promueve la igualdad entre los géneros y puede reducir la desigualdad, y promueve la paz, el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos… también la importancia de adoptar medidas para garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad a todos los niveles…” (Resolución A/RES/73/25 de la ONU de 03/12/2018), en diciembre de 2018, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación.
Es así que, el próximo 24 de enero de 2023, bajo el lema “Invertir en las personas, priorizar la educación”, se celebrará el quinto Día Internacional de la Educación que estará determinado por los resultados de la Cumbre de la ONU sobre la Transformación de la Educación de septiembre de 2022, evento convocado en respuesta a la crisis mundial de la educación acrecentada por la sindemia del COVID-19 con un efecto devastador en el futuro de todos los estudiantes y también por la necesidad de dar prioridad a la educación para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que no avanzan a la velocidad ni en la escala necesarias. El Día Internacional de la Educación, además, estará retado por una crisis en la educación a nivel mundial, difícil de negar. Bastará tener en cuenta que, en el mundo, “En la actualidad, 244 millones de niños y jóvenes están sin escolarizar y 771 millones de adultos son analfabetos. Su derecho a la educación está siendo violado y es inaceptable” (Unesco, 2023). Es más, como señala la OEI, siendo Iberoamérica la región del mundo con más tiempo de actividad educativa presencial cerrado como efecto de la sindemia. “La desescolarización forzada ha puesto en evidencia, con la mayor crudeza, la falta de calidad, equidad e inclusión en nuestros sistemas”, generando además lo que en la actualidad llaman los organismos internacionales: “pobreza de aprendizajes”.
Así, está claro que más que discursos de conmemoración u otros aspectos protocolares, es necesario pasar de la retórica a la acción. Como dice Unesco, “es hora de transformar la educación”.
Siendo la educación una parte substancial de la vida y tan inmanente a la humanidad, no es posible aceptar que siga siendo considerada un gasto, un asunto suplementario de otras políticas públicas, que no se desarrolle en, de y para la vida. Siendo la educación un derecho humano y un bien público, es inaceptable que siga siendo un factor de exclusión y discriminación, menos la causa de las brechas sociales y educativas como las generadas por la abrupta irrupción de la tecnología en la educación. Siendo la educación un concepto que abarca a la formación integral de las personas no tiene sentido que siga atendiendo solo lo cognitivo y que solo se concentre en la educación escolarizada, formalizada o regular olvidando el valor y sentido social de la educación comunitaria, permanente, intercultural y popular. Siendo la educación un hecho social no se puede dudar sobre su sentido transformador y liberador, tampoco a título de calidad educativa no podemos quedarnos únicamente en los logros de carácter académico, además de ello tenemos que considerar la pertinencia cultural, es decir, la diversidad de la población, y la relevancia social, ¿qué educación puede ser de calidad si no contribuye a la convivencia en la familia, comunidad, país y planeta, y no coadyuva a la construcción de una sociedad justa y equitativa? Siendo la educación un hecho que se consuma cuando los conocimientos son llevados a la práctica tiene que ser promotor del cambio de estructuras y de la creación/creatividad material e intelectual. Siendo el saber y conocimiento un hecho que se expresa en todas las acciones de la vida, ¿por qué se sostiene el colonialismo del saber?
Los días especiales no solo se celebran, se reflexionan y se actúa en consecuencia, cuestión de ética.
Noel Aguirre Ledezma es educador popular, maestro y pedagogo. Director de la oficina de la Organización de Estados Iberoamericanos en Bolivia.