Proponen tres ejes para una mayor cuota de mercado
Empresas y municipios identifican fortalezas de la pequeña producción.
La reforma de la normativa vigente, el arraigo de la importancia de su trabajo en su entorno y el conocimiento de la vocación productiva en el municipio son esenciales para que el pequeño productor tenga una mayor participación directa en la Alimentación Complementaria Escolar.
Es la propuesta de Geovana Mercado, especialista en compras públicas de alimentos como mecanismo de inclusión para la pequeña producción.
“Se debe crear nuevas estrategias para favorecer a estos sectores”, coincidió Gonzalo Rocha, gerente de Negocios Institucionales de la Sociedad de Alimentos Procesados (Soalpro).
CONTRATOS. “Hay que reformar toda la normativa adyacente a las compras públicas para que se adecúe a la situación rural. El Senasag (Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria), por ejemplo, no tiene normas para certificar realmente la producción artesanal”, dijo la investigadora.
Estos actores, continuó, también “necesitan el soporte de su comunidad, de los padres de familia, de los profesores, del centro de salud. Todos tienen que ponerse como meta comprar para mejorar la situación nutricional de los niños y los ingresos del municipio. Cuando hay sintonía, las cosas funcionan mejor, porque hay más flexibilidad y hay más posibilidades de ajustar lo que sea necesario”, agregó
La administración edil, asimismo, debe conocer las potencialidades productivas de su jurisdicción y el tipo de oferta que tiene a la mano, lo que le permitirá elaborar para la alimentación escolar un menú acorde a las posibilidades del pequeño productor.
“Es clarísimo cuando un municipio del altiplano, por ejemplo, no quiere comprar al pequeño productor: pide leche de soya”, dijo Mercado. Así, “a través de la configuración del menú, favorecerá a los pequeños productores o a empresas de Santa Cruz o de otras regiones”, añadió.
Estas tres medidas le darían mayores oportunidades a un sector de menor escala que cuenta con otro tipo de fortalezas.
Primero está “su oferta variada y natural”, indicó Jenny Rivero, secretaria de Desarrollo Humano de la Alcaldía de Cochabamba.
Luego se suman su capacidad de generación de empleo, su mano de obra preparada y flexible para adaptarse a funciones diversas, su alta creatividad para adaptar y copiar productos, su capacidad para atender mercados pequeños y su demanda de poco capital de trabajo, según la Empresa Boliviana de Alimentos y Derivados.
La contratación de industrias “pasa, en muchos municipios grandes, por la cantidad de estudiantes que tienen, pero no pasa en municipios pequeños”, sostuvo Gabriela Terán, investigadora de la Fundación Alternativas, quien ve para la producción de menor escala mayores oportunidades en los centros urbanos poco poblados.
Producción local
1. Importancia. Al priorizarla, se elimina al mal intermediario, se paga un precio justo al productor y se aporta al ingreso de las familias del municipio
2. Impacto. Rescata alimentos tradicionales y productos olvidados de alto valor nutricional, y valoriza tradiciones y costumbres alimentarias