Monday 29 Apr 2024 | Actualizado a 18:27 PM

El dólar seguirá caro y escaso

El economista Alberto Bonadona explica las consecuencias de la decisión de la Reserva Federal de EEUU de mantener elevadas sus tasas de interés referenciales.

/ 14 de abril de 2024 / 06:59

Alberto Bonadona: Abordó cómo afecta esto a los países con economías en desarrollo, específicamente a Sudamérica y a nuestro país. Destacó, además, cómo se relacionan las tasas altas de interés de la Fed y la liquidez de moneda en dólares en las economías emergentes.

ENTREVISTA

La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) mantuvo sus tasas de interés referenciales sin cambios, como era previsto por los expertos y los mercados. Aun así, la entidad monetaria indicó que todavía esperaba realizar recortes antes de fin de año. Esta decisión mantiene elevado el precio del dinero, dado que eleva los costos de endeudamiento en la moneda norteamericana. Los impactos en el mundo son particularmente sensibles en los países con economías en desarrollo, donde también se ve afectada la liquidez de las divisas.

Tras su reunión de política monetaria de dos días, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, la instancia que fija los tipos de interés, dijo que mantendrá su tipo de referencia para los préstamos a un día en un rango de entre el 5,25% y el 5,5%, nivel que mantiene desde julio de 2023. Luego de estar prácticamente en cero hasta marzo de 2022, la autoridad monetaria estadounidense comenzó su agresiva campaña de elevar las tasas con 11 subidas consecutivas desde entonces. El objetivo subyacente es el de enfriar la economía y reducir las presiones inflacionarias hasta llegar a un incremento en los precios al consumidor por debajo del 2% anual.

El nivel actual de la tasa de fondos federales es el más alto en más de 23 años. La tasa fija lo que los bancos se cobran entre sí por los préstamos a un día, pero influye en muchas formas de deuda de consumo y constituyen una referencia para otras transacciones.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que todavía espera que se produzcan recortes en lo que resta del año, siempre y cuando los datos cooperen. El miércoles se conoció el informe del Índice de Precios al Consumidor, cuya principal cifra refleja que la inflación en marzo fue del 3,5% en los Estados Unidos. Esto desalentó las probabilidades de que la Fed haga un recorte en su próxima reunión del 11 y 12 de junio.

“Creemos que nuestra tasa de política probablemente esté en su punto máximo para este tipo de ciclo, y que si la economía evoluciona ampliamente como se espera, probablemente será apropiado comenzar a reducir la moderación política en algún momento de este año”, dijo Powell en una conferencia de prensa a mitad de la última semana.

Con tasas de interés más altas en Estados Unidos, los financiadores y otros actores financieros pueden encontrar más atractivo colocar su dinero en el mercado interno de Estados Unidos en lugar de hacerlo en economías emergentes. Esto puede reducir la disponibilidad de crédito en estos países y afecta la liquidez de las divisas.

Para entender lo que significa para la región y el país el hecho de que la Fed mantenga elevadas sus tasas de interés referenciales, conversamos con el reconocido economista boliviano Alberto Bonadona. El profesional brinda sus perspectivas al respecto y explica con precisión y claridad la forma en la que reaccionan los mercados frente a un dólar fuerte.

—¿Qué consecuencias tiene la decisión de la Fed de mantener sus tipos elevados?

—Lo que ha pasado es que el dólar se ha hecho más fuerte en este momento frente a las monedas que se comparan en el Intercontinental Exchange. Ahí se miden seis monedas frente al dólar, que son las más fuertes. Están la libra esterlina, el euro, el yen japonés, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo. Por lo tanto, todas estas monedas fluctúan en el mercado; o sea, son flexibles en el intercambio con el dólar y entre ellas mismas. Pero al haber ocurrido esta situación de que la inflación ha subido o va a subir en Estados Unidos, además de que no hay posibilidades de que bajen las tasas de interés por parte de la Fed, lo que hace es que los rendimientos que pueden tener los bonos que emite el Tesoro estadounidense se hagan más atractivos. Hace que todo el mundo más bien prefiera esos bonos y para esto, para comprar estos bonos, se necesita precisamente dólares. Esa mayor demanda de dólares ha modificado el tipo de cambio con relación a estas otras seis monedas presentes en el Continental Exchange. Como resultado, ahora el dólar está más caro y la tendencia va a ser a que no baje porque no va a haber una reducción de las tasas de interés.

—¿Cómo afecta esto a los países con economías en desarrollo, específicamente a Sudamérica y a nuestro país?

—A las economías emergentes que tienen un tipo de cambio flexible les afecta, porque hace que su moneda baje con relación al dólar y cualquier importación que ellos realicen y tengan que pagar en dólares pues las tiene que hacer obteniendo dólares más caros. Ahora, en el caso particular de Bolivia, tenemos un tipo de cambio fijo: el oficial, por cierto. Lo que va a hacer esto es que, en términos de país y en lo que exportamos –ya sea gas, soya, minerales u otros productos– eso ya tiene un tipo de cambio que ingresa al país y con ese mismo tipo de cambio vamos a comprar al exterior. Ahí no hay mayor efecto. Donde sí podría haber efecto es en relación con que nosotros importamos otro tipo de productos que no son los que pueden hacerse con este intercambio en el dólar y que se están haciendo con el tipo de cambio paralelo. Podría haber una tendencia a que suba ese tipo de cambio paralelo, pero en la forma en que esta situación más bien se está produciendo en el país, no creo yo, particularmente, que tenga mayor efecto en Bolivia. Ahora, en los otros países donde sí hay un tipo de cambio flexible, como por ejemplo Argentina, México, Perú, Chile o cualquier otro país, ahí impacta. Esto porque inmediatamente ha significado que la moneda de cada uno de los países baje en el intercambio respecto al dólar.

Fotos: LA RAZÓN-ARCHIVO
Fotos: LA RAZÓN-ARCHIVO

—¿Cómo se relacionan las tasas altas de interés de la Fed y liquidez de moneda en dólares en las economías emergentes?

—En realidad, de lo que estamos hablando es del mercado de divisas. Un mercado de divisas es como cualquier otro mercado, porque la divisa se va a cotizar de acuerdo con la oferta y la demanda de esa moneda. Entonces, la situación se da en torno a que ahora todo el mundo, específicamente los inversores financieros y los especuladores están buscando tener dólares para poder comprar los bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Los bonos del Tesoro son una forma de endeudarse por parte de los Estados Unidos y que constituyen una forma de invertir muy segura, porque ese país no tiene un problema de liquidez, porque en cuanto a todo lo que se transe en dólares pues a Estados Unidos solo le cuesta imprimir el billete. Entonces, no tiene ese problema. Ya dentro de los mercados, esos dólares se aprecian, vale decir, valen más. Por lo tanto, hace que, en su relación y con las otras monedas nacionales, éstas valgan menos. Se necesita más moneda nacional para comprar menos dólares. ¿Por qué? Porque ahora cuesta más el dólar. Entonces, donde hay un tipo de cambio flexible, cualquier modificación en el precio del dólar de los Estados Unidos en los mercados internacionales va a afectar los precios a la baja de las monedas nacionales. Esto pasa en todos los países que tienen el tipo de cambio flexible.

—¿Qué se puede esperar y qué se puede prever como consecuencia de esta situación internacional en la economía de la región en lo inmediato?

—Bajo las actuales condiciones que se están viviendo, particularmente ahora que en los Estados Unidos no va a haber una baja de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, pues lo que va a ocurrir es un mayor fortalecimiento del dólar. Pero esto también va a afectar al comercio con los países europeos. Entonces la tendencia va a ser a importar menos de Estados Unidos y esto favorecerá las exportaciones por parte de los países europeos. Esto puede hacer que nosotros, que importamos insumos, podríamos comprarlos de origen europeo, que se van a ver más baratos que los provenientes de Estados Unidos. Esto podría favorecer a un país como Bolivia. De todas maneras, nosotros somos un mercado muy pequeño. Puede favorecernos internamente, pero no vamos a tener un impacto mayor en los mercados internacionales. Ahora, también podría ser que los bienes de capital europeos bajen y eso favorecería a todos los países de América Latina, en el sentido de comprarle más barato a Europa porque se hace más caro comprarle a Estados Unidos.

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PERFIL

Nombre: Alberto Bonadona

Profesión: Economista

Cargo: Consultor en ámbitos económicos y administrativos.

Trayectoria Economista senior con más de 30 años de experiencia. Otorga servicios de consultoría en distintos ámbitos económicos y administrativos, incluida la gestión de proyectos, programas de pensiones y marco regulador. Trabajó como consultor para el BID en programas sobre la gobernanza y desarrollo de las TIC para Bolivia. Experiencia académica mayor a los 30 años. Profesor emérito de la UMSA. Profesor en el programa de Maestría en Desarrollo de la Universidad Católica Boliviana con el Instituto Internacional para el Desarrollo de Harvard. Profesor en el Programa de Maestría de Proyectos Sociales en la UCB. También forma parte del equipo de profesores de la Universidad Andina Simón Bolívar en el Programa de Maestría para el Desarrollo de Proyectos, Administración y Evaluación de Proyectos, Economía y Derecho, y, en Comunicación y Desarrollo. Tiene una cátedra como profesor de Macroeconomía, Economía Política y de Historia Económica en la UMSA.

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Alberto Bonadona: El economista habló sobre las consecuencias que conlleva la decisión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos de mantener sus tipos elevados. Abordó cómo afecta esto a los países con economías en desarrollo, específicamente a Sudamérica y a nuestro país. Destacó, además, cómo se relacionan las tasas altas de interés de la Fed y la liquidez de moneda en dólares en las economías emergentes. Finalmente, señaló qué se puede esperar y qué se puede prever como consecuencia de esta situación internacional en la economía de la región en lo inmediato.

América Latina envejece, nuevos desafíos para el desarrollo

La región deberá esforzarse para incrementar la productividad

El panorama económico de la región enfrenta retos significativos a medida que cambian las tendencias demográficas con una menor proporción de jóvenes.

Por Pablo Deheza

/ 28 de abril de 2024 / 07:07

Economía

El panorama económico de América Latina enfrenta desafíos significativos a medida que cambian las tendencias demográficas, con una desaceleración del crecimiento poblacional y una menor proporción de jóvenes.

La fuerza laboral de América Latina se incrementó casi un 50% en las dos décadas previas a la pandemia, lo que ayudó a impulsar el crecimiento económico. Ahora las tendencias demográficas están cambiando y esto tendrá consecuencias sobre el crecimiento de la región en los próximos años.

“Esperamos que el crecimiento en América Latina promedie alrededor del 2% anual en los próximos cinco años, un nivel inferior a su ya bajo promedio histórico. Estas proyecciones también son considerablemente más débiles que las de otras economías de mercados emergentes de Europa y Asia, que también se espera que se desaceleren, pero que aun así crezcan un 3% y 6% anual, respectivamente”, señalan los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gustavo Adler y Rodrigo Valdés, en una reciente nota del organismo.

Los expertos precisan que “esta perspectiva más débil refleja en parte los desafíos de larga data de baja inversión y lento crecimiento de la productividad. El desafío adicional esta vez es que la demografía está cambiando y la fuerza laboral no crecerá tan rápido como antes”.

El crecimiento de la población seguirá desacelerándose, cayendo de alrededor del 1% en las dos décadas anteriores a la pandemia a alrededor del 0,6% anual en los próximos cinco años, indica el reporte del FMI. Esto no es necesariamente una mala noticia, ya que una población en crecimiento no significa automáticamente un aumento del ingreso per cápita, la medida más relevante de bienestar.

Aunque una mayor población significa una mayor fuerza laboral y producción agregada, también significa un mayor número de personas entre las cuales se comparte la producción. Aun así, hacer crecer la economía a través de una población más grande puede ayudar de otras maneras, incluso aumentando los ingresos para pagar los altos niveles de deuda.

Más importante aún, el dividendo demográfico (contar con una población joven) se está desvaneciendo a medida que las personas en la región envejecen y la proporción en edad de trabajar está alcanzando su punto máximo. Esto significa que la parte de la gente capaz de generar ingresos dejará de crecer. Es un cambio importante ya que este porcentaje había estado creciendo hasta ahora, lo que permitió que la fuerza laboral se incrementase un 0,5% anual desde 2000. Por el contrario, ahora el FMI señala que no espera “ningún crecimiento en la proporción de la población en edad de trabajar durante los próximos cinco años, en promedio”.

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PRODUCTIVIDAD. Para mantener en funcionamiento el motor de la fuerza laboral será necesario impulsar la participación de la fuerza laboral. Y se espera que algo de esto suceda, ya que se prevé que la proporción de solicitantes de empleo en edad de trabajar siga aumentando.

La región deberá favorecer el trabajo de las mujeres.
La región deberá favorecer el trabajo de las mujeres.

Pero para que esto se convierta en realidad, “será clave integrar aún más a las mujeres en la fuerza laboral. Su participación sigue siendo baja: solo el 52% de las mujeres en edad de trabajar, en comparación con el 75% de los hombres”, indican Adler y Valdés.

Las políticas pueden ayudar. Acciones como ampliar los programas de cuidado infantil y brindar más capacitación a las mujeres puede apoyar un aumento en la participación femenina. En criterio de los expertos del FMI, se debe garantizar que los impuestos a los hogares no desalienten a los trabajadores secundarios en casa y eliminar los beneficios asimétricos de cuidado infantil y licencia parental entre hombres y mujeres, que en última instancia desalientan la contratación de mujeres o afectan su salario.

La lucha contra la delincuencia, un factor importante detrás de la salida de migrantes en algunas partes de la región, también debería estar en la agenda, dicen los economistas del FMI.

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¿Las compras online son buenas o malas para el planeta?

En los primeros días de las compras en línea se producía montañas irrisorias de cajas, hule de burbujas y otros rellenos

/ 28 de abril de 2024 / 06:55

Opinión

La comodidad de comprar por internet es difícil de superar. Pero consume mucha energía y recursos y puede generar mayores cantidades de desperdicio.

El transporte necesario para las compras en línea emite gases de efecto invernadero. Según algunas estimaciones, cada año se talan 3.000 millones de árboles para producir embalajes de todo tipo, incluido el comercio electrónico. Los centros de datos necesarios para almacenar y recuperar pedidos consumen unas 10 veces más volumen de energía que una vivienda normal y utilizan valiosas aguas subterráneas para su refrigeración.

Suena mal, ¿verdad? Sigue leyendo.

Comprar por internet no siempre es la peor opción. La eficiencia es un factor importante. Piénsalo así: un solo camión que entrega pedidos en varios domicilios puede ser menos perjudicial para el medioambiente que varios compradores que se suban a sus coches para ir a las tiendas. Esto es especialmente cierto si la gente agrupa sus compras en entregas menos frecuentes.

Un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés), llegó incluso a la conclusión de que las compras por internet podrían ser más sostenibles que las tradicionales en más del 75% de las situaciones planteadas por los investigadores. Esos escenarios imaginaban cosas como una experiencia de compra en línea con envíos totalmente eléctricos y embalaje reducido.

Los minoristas y las empresas de mensajería han intentado que las compras en línea sean más respetuosas con el clima. Algunos han adoptado los vehículos eléctricos.

Amazon.com, por ejemplo, se ha comprometido a tener 100.000 vehículos eléctricos de reparto en uso para 2030, una medida que, afirma, evitará que se liberen a la atmósfera millones de toneladas métricas de carbono que calientan el planeta. UPS tiene aviones para actualizar su flota con vehículos eléctricos, pero esos aviones se toparon con un obstáculo cuando la empresa a la que había contratado para suministrar los nuevos camiones tuvo problemas financieros. FedEx planea convertir toda su flota de recogida y entrega de paquetes en vehículos eléctricos para 2040, con aviones para que la mitad de su flota esté electrificada el año que viene.

Algunas empresas también están experimentando con entregas robotizadas y con drones. Pero hay otros aspectos a tener en cuenta.

El embalaje y los residuos también son importantes. Empresas como Amazon también han comenzado a reducir el embalaje, que en los primeros días de las compras en línea producía montañas irrisorias de cajas, hule de burbujas y otros rellenos para artículos diminutos. Ahora sigue ocurriendo de vez en cuando, incluso con el esfuerzo de reducción. Algunas empresas han comenzado a utilizar más empaques reutilizables, reciclables e incluso biodegradables. Pero millones de kilos de plástico procedentes de envoltorios siguen acabando en ríos, océanos y vertederos.

Así que es complicado. Pero hay una cosa infalible que puedes hacer por el planeta y por tu cuenta bancaria: comprar menos cosas.

La producción y el uso de bienes y servicios domésticos son responsables del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, según un estudio de 2015. En Estados Unidos, más del 20% de las emisiones se atribuyen directamente al consumo doméstico, según investigadores de la Universidad de Míchigan.

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Muchas de esas lámparas, tostadoras, jerséis y otros artículos son importados y llegan a Estados Unidos en buques de carga o aviones que emiten carbono. Solo la industria naviera es responsable del 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Lo que hay que hacer es intentar comprar al por mayor, comprar despacio y agrupar los pedidos.

Las organizaciones climáticas animan a comprar artículos de segunda mano o a arreglar los productos que se estropearon. Cada vez más empresas ofrecen servicios de reparación, a veces gratuitos. Los videos de YouTube ofrecen guías paso a paso para arreglar una cantidad sorprendente de objetos. Los encuentros locales para reparar ropa o electrodomésticos se están poniendo de moda.

Si vas a comprar cosas por internet, hay muchas maneras de hacer que tus compras sean más sostenibles. Tómate un minuto para mirar las tablas de tallas y leer las opiniones para reducir las devoluciones. Muchos estudios afirman que los compradores online tienen cinco veces más probabilidades de devolver un artículo, lo que significa muchas más emisiones de transporte.

Si vas a pedir varios artículos, intenta agrupar tus pedidos en un solo envío. Muchas empresas te preguntarán si quieres hacerlo; no olvides buscar esa opción. El Despacho de Mejores Negocios, en los Estados Unidos, sugiere comprar al por mayor para reducir el embalaje de los artículos individuales y aprovechar las ventajas de la entrega en lugares de recogida.

Compra despacio. Haz una pausa y piensa si necesitas un artículo. Es fácil que la compra de algo nuevo te provoque un subidón, pero los ecologistas sugieren que obtengas tu dosis de dopamina de algo totalmente distinto: prueba dar un paseo.

Dionne Searcey Periodista de investigación del New York Times

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La economía estadounidense se está complicando

Se alejan las posibilidades de que la Fed baje sus tasas de interés

Los precios para consumidores continúan subiendo en Estados Unidos, pese a los esfuerzos de la Fed en política monetaria.

Por Pablo Deheza

/ 28 de abril de 2024 / 06:45

Moneda

El crecimiento económico en Estados Unidos se desacelera mientras la inflación persiste por encima de las expectativas. Esto mantiene elevadas las tasas de interés en dólares, lo que afecta a los países en desarrollo.

El informe del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense, dado a conocer el jueves, muestra que la economía estadounidense creció a una tasa anualizada del 1,6% en el primer trimestre de este año. Es una baja considerable frente al 3,4% en el último trimestre de 2023. Dada la intención de la Reserva Federal (Fed) estadounidense de enfriar la economía para hacer que baje el incremento en los precios al consumidor, esto parece una buena noticia, a primera vista. Sin embargo, hay un problema: la inflación no cede.

Los últimos datos del Índice de Precios al Consumidor muestran que la inflación está aumentando, alejándose cada vez más del objetivo del 2% de la Fed.

“Los datos recientes claramente no nos han dado mayor confianza” en que la inflación esté totalmente bajo control”, dijo Jerome Powell, presidente de la Fed. “En cambio, indican que es probable que se necesite más tiempo de lo esperado para lograr esa confianza”, añadió.

La autoridad advirtió que “si persiste una inflación más alta, podemos mantener el nivel actual (de las tasas de interés) durante el tiempo que sea necesario”.

Algunos analistas de la economía estadounidense afirman ahora que la Fed podría recortar sus tasas referenciales solo una o dos veces este año, probablemente a partir de septiembre. Otros sostienen que es posible que el banco central norteamericano no reduzca sus tipos en absoluto en 2024.

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El costo de vida, medido por el índice de Gastos de Consumo Personal (PCE, por su sigla en inglés), aumentó un 2,7% durante el último año en marzo, frente a un aumento anual del 2,5% en febrero, informó el viernes la Oficina de Análisis Económico de EEUU. El repunte, impulsado en gran medida por los aumentos de los precios de los alimentos y la energía, fue ligeramente superior a las expectativas de los expertos, según una encuesta entre economistas realizada por Dow Jones Newswires y el Wall Street Journal.

El Índice de Precios al Consumidor ya mostraba una inflación sobrecalentada a principios de este mes cuando las cifras fueron publicadas por la Oficina de Estadísticas Laborales. Pero la inflación PCE es más importante para la dirección de las tasas de interés porque es un indicador más sensible desde la perspectiva de las autoridades monetarias.

El encarecimiento del dólar afecta la disponibilidad de esta moneda.
El encarecimiento del dólar afecta la disponibilidad de esta moneda.

Kevin Burgett, analista de la firma de pronósticos LH Meyer, dijo que ahora anticipaba solo un recorte de tipos de la Fed este año, probablemente en diciembre, después de haber revisado recientemente su proyección de tres bajas a partir de septiembre.

“Seguimos pensando que la inflación se encamina hacia el 2%, todavía creemos que la Fed se dirige hacia recortes de tasas y todavía esperamos que comiencen a recortar este año. Seguimos viendo pocas posibilidades de que el próximo paso sea un aumento de tasas”, escribió Burgett en una nota. “Pero los riesgos se han desplazado nuevamente hacia menos recortes este año y a un inicio más tardío”.

Las altas tasas de interés de la Fed y el dólar tienen efectos sensibles sobre las economías de los países en vías de desarrollo, como es el caso de la región sudamericana.

Cuando la Reserva Federal aumenta las tasas de interés, los costos de endeudamiento en dólares estadounidenses se vuelven más altos. Esto puede llevar a un aumento en el servicio de la deuda y dificultar la capacidad de estos países para pagar o refinanciar sus préstamos.

Un dólar fuerte desalienta la inversión extranjera directa en los países en desarrollo, ya que las inversiones en esas economías pueden parecer menos rentables cuando se convierten de nuevo a dólares estadounidenses.

Más aún, las tasas más altas en EEUU atraen los capitales de los inversionistas hacia ese país en busca de rendimientos más altos y seguridad relativa. Esto conlleva el flujo de divisas hacia el mercado norteamericano.

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Se gradúa la décima generación de ‘Puedes Creer’

La Fundación Mercantil Santa Cruz logra un nuevo hito con su programa de becas

El acto de graduación en la Universidad Católica Boliviana.

Por Pablo Deheza

/ 28 de abril de 2024 / 06:36

Formación

La Fundación Mercantil Santa Cruz ‘Puedes Creer’ y la Escuela de Producción y Competitividad de la UCB celebraron la graduación de 49 nuevos técnicos universitarios en Gestión y Emprendimiento en la gestión 2024.

La Fundación Mercantil Santa Cruz “Puedes Creer” y la Escuela de Producción y la Competitividad, de la Universidad Católica Boliviana San Pablo (UCB), presentaron a los 49 nuevos graduados de la carrera Técnico Universitario Superior en Gestión y Emprendimiento para la gestión 2024.

Con esta nueva promoción se da cumplimiento al objetivo de este programa bandera de la Fundación Mercantil Santa Cruz “Puedes Creer”, que es dar una oportunidad concreta a jóvenes que tienen gran talento, pero que no cuentan con los recursos económicos para seguir una carrera universitaria de calidad.

Encuentro de jóvenes titulados con apoyo del BMSC.
Encuentro de jóvenes titulados con apoyo del BMSC.

Los 49 graduados (46 mujeres y 3 hombres) recibieron becas completas, por parte de la Fundación, para cursar la carrera de Técnico Universitario Superior en Gestión y Emprendimiento en la UCB, además de un bono mensual para transporte, compra de material de estudio y un seguro médico, para que puedan enfocarse plenamente en sus estudios. Con este apoyo integral a los estudiantes se ha logrado una alta tasa de éxito en el programa, que se evidencia con el elevado número de alumnos graduados.

“Es para nosotros, una inmensa alegría celebrar la graduación de esta nueva promoción del Programa Becas, a través del cual hacemos posible que jóvenes en situación de vulnerabilidad cuenten con capacidades para su independización y autosuficiencia. Felicitamos a los flamantes graduados, que comienzan ahora una nueva etapa en su vida. Este nuevo hito nos impulsa a seguir trabajando con el firme compromiso de apoyar a los jóvenes bolivianos, brindándoles oportunidades de estudio de alto nivel académico, para que puedan mejorar su calidad de vida y con ello, la de sus familias”, dijo Hernán Gonzales, gerente de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) del Banco Mercantil Santa Cruz (BMSC).

Las Escuelas Sociodeportivas son otra iniciativa que apoya la fundación del Banco Mercantil Santa Cruz.
Las Escuelas Sociodeportivas son otra iniciativa que apoya la fundación del Banco Mercantil Santa Cruz.

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El Programa Becas inició hace 13 años, en la ciudad de La Paz, de la mano de la UCB, para brindar acceso a educación superior a jóvenes en situación de vulnerabilidad, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y crear en ellos una cultura emprendedora, para que, una vez terminados sus estudios, puedan insertarse exitosamente en el mercado laboral, ya sea desarrollando sus propios negocios o desempeñándose en alguna actividad relacionada con la formación recibida.

A través de un diagnóstico con instituciones claves en este ámbito, se detectó que un alto porcentaje de jóvenes acogidos por ellas no tenían oportunidades para realizar  estudios superiores una vez finalizado su bachillerato; es  así que, por medio del Programa Becas, la Fundación Mercantil Santa Cruz “Puedes Creer” decidió contribuir con la reducción de la pobreza a través de la educación inclusiva, equitativa y de calidad, mejorando la vida de los jóvenes.

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El reto de los biocombustibles

La búsqueda de energías mucho menos contaminantes es global

Un paso importante en la sostenibilidad energética del país es avanzar hacia biocombustibles de segunda generación como el bagazo de la caña de azúcar.

Por DANNY ROCA JIMÉNEZ

/ 28 de abril de 2024 / 06:15

Renovables

Debido a las guerras en el mundo y para cubrir la demanda interna, Bolivia opta no solo por la importación de combustibles, sino también por la producción de biocombustibles.

Los conflictos bélicos en el mundo pueden tener grandes impactos en el precio del barril del petróleo, situación que puede traer beneficios a los productores y exportadores del mismo, pero a la vez complicaciones a los importadores de crudo o de sus productos derivados, como son el diésel y la gasolina. Bolivia no está exenta de la situación, ya que, si bien es un país hidrocarburífero de larga data, produce más gas que petróleo, situación que limita la producción de combustibles como el diésel y la gasolina, y se convierte en importador de combustibles para poder atender la demanda interna, pero no solamente se toma como alternativa la importación de combustibles de origen fósil, sino también ahora se recurre a la producción de biocombustibles, que son combustibles de origen orgánico, entre los cuales tenemos al bioetanol, que se puede mezclar con gasolina; y biodiésel, que se puede mezclar con diésel de origen fósil.

Estos biocombustibles han esperado bastante tiempo para ponerse en acción. Desde los últimos años de la década de 2000, hubo grandes debates sobre su conveniencia, sin embargo, con la Ley 1098, se da pie al uso de la mezcla de aditivos de origen vegetal, y con el gobierno del presidente Luis Arce, se impulsa la habilitación de estos biocombustibles en el mercado, tanto a través de la construcción de las plantas de biodiésel I y II, en Santa Cruz como en La Paz; como también a través del Decreto Supremo 5135 que determina subir el porcentaje de mezcla. Pero estos combustibles no son nuevos para nuestros países vecinos, en el caso del Brasil, la mezcla con etanol data de los años 30 del siglo XX, aunque la masificación del uso y la obligación de incrementos de la mezcla se asientan en los últimos años de la década de los 90; en el caso de Argentina, el uso de biodiésel data del segundo quinquenio del año 2000.

Foto. FREEPIK

La producción de biocombustibles en Bolivia trae consigo efectos importantes para la economía. Podemos comenzar diciendo de que el mismo mitigará la importación de combustibles de origen fósil, situación que generará un alivio en las cuentas estatales por el lado de la subvención, ya que actualmente nuestro país importa gran cantidad de diésel, y también aditivos para la mezcla con gasolina, lo que a su vez implicará menor salida de divisas. Asimismo, la producción local de biocombustibles proveniente de productos orgánicos tiene efectos importantes en el agro, dinamiza el sector agroindustrial soyero y cañero, la obtención de alcohol anhidro y de aceite de soya implica procesos industriales, que generaran empleos importantes para el país. Los biocombustibles se consideran productos menos contaminantes (emanan cantidades de dióxido de carbono que previamente fueron absorbidas por las plantas durante su crecimiento, por tanto, reduce la huella de carbono del sector transporte); y si el mismo es dirigido a la exportación, habrá una contribución a la balanza comercial generando divisas; y, por último, debemos comentar que si bien los combustibles de origen fósil provenientes del petróleo tienen como base un recurso no renovable, los biocombustibles, al tener un origen orgánico, pueden ser considerados como renovables.

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Sin embargo, en el tema ambiental, existe un gran debate, toda vez que la producción tanto de caña como de soya, base para los biocombustibles, bioetanol y biodiésel, podría implicar ampliar la frontera agrícola, deforestar tierras, una tendencia al monocultivo, cambio de tierras forestales a agrícolas, uso de grandes volúmenes de plaguicidas y uso de variedades transgénicas; y se redondea la crítica a que los alimentos podrían ser desviados hacia los motores de los vehículos.

Sin embargo, los biocombustibles no solo tienen como base la caña de azúcar y la soya. En el caso del bioetanol, tenemos también a la remolacha, sorgo dulce, maíz, trigo, yuca, entre otros; respecto al biodiésel, podemos recurrir al girasol, palma africana, jatropha, algas, etc., variedades que se deben tomar en cuenta con el objeto de que no se entre en competencia con la producción de cultivos de alimentos ni uso de la tierra.

La producción de biocombustibles en Bolivia es un paso importante en la sostenibilidad energética del país. Si bien comenzamos con biocombustibles de primera generación (cultivos alimenticios: caña de azúcar, soya), el avanzar hacia una segunda generación (residuos: bagazo de la caña de azúcar, rastrojo de maíz, paja de trigo, grasas animales, aceite de frituras usado) que evite la competencia con la producción destinada a la alimentación se constituye un reto para nuestro país. Por otra parte, la preocupación mundial sobre la contaminación del medioambiente nos induce a buscar energías menos contaminantes basadas en recursos renovables, esta situación implica un proceso de transición –entre los recursos no renovables y renovables–, en el cual no solamente el rol del gas natural es fundamental, sino también ahora el de los biocombustibles.

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