El deporte de montaña
Las cualidades de La Paz deberían ser aprovechadas para el disfrute de los bolivianos y para atraer al turismo.
Muchas veces se escucha sobre lo poco que existe en la ciudad de La Paz para pasar momentos agradables, hacer deporte o encontrar lugares de recreo. Tal percepción olvida la riqueza natural de nuestra región, como son las montañas nevadas o los cerros, que nos permiten practicar distintos deportes, como el montañismo, el senderismo o el andinismo.
Por ejemplo, hasta hace algunos años se practicaba en La Paz el esquí, para lo cual se organizó el Club Andino, el cual posiblemente ha desaparecido. Para tal efecto, una bonita cabaña instalada en Chacaltaya recibía a los esquiadores. Pero esa montaña perdió su esencia, la nieve, por causa del calentamiento global. Sin embargo, existe, como antes se dijo, otras opciones; como escalar el Huayna Potosí, cuya altura de 6.088 metros sobre el nivel del mar impulsa la llegada frecuente de turistas europeos. Para escalar esta montaña los montañistas llegan con varios días de antelación para aclimatarse. Entendemos que existe, por ejemplo, un pequeño hotel al borde de la represa de Zongo donde se alojan unos días, con la esperanza de escalar aquel cerro con mayor destreza.
Tampoco debemos olvidar al Mururata, situada a 5.800 metros sobre el nivel del mar. Si bien esta montaña tiene una menor altura que el Huayna Potosí, nos invita a proyectar pequeños hoteles, bien construidos y con la tecnología apropiada para ese tipo de temperaturas. Con ello, tanto ciudadanos bolivianos como turistas extranjeros podrían llegar a la sede de gobierno para cumplir sus sueños de escalar aquellos majestuosos cerros. El Illimani, la montaña de los amores de todo paceño, también debiera ser pensada y equipada con lugares preparados para esquiar o escalar, para el disfrute de los deportistas y de un turismo serio.
Existen asimismo otros ejemplos como el senderismo, deporte que es impulsado por la exploración, una actividad muy antigua dirigida supuestamente a otra forma de turismo, el de aventura. También están los sitios que son descubiertos por extranjeros y que los paceños jamás tuvieron la intención de conocer; salvo a través de libros que rescatan la belleza de los cerros y nevados con los que cuenta esta ciudad.
Otro ejemplo son los viajes al Sajama, un volcán bastante bello, asentado en un parque nacional en el que existen viviendas rurales que sirven de pequeños hoteles y que están lo suficientemente equipadas para disfrutar y descubrir aquel lugar desconocido, especialmente por los bolivianos.
No cabe duda de que las cualidades y potencialidades de La Paz deberían ser aprovechadas para el disfrute de los bolivianos y para atraer el turismo de aventura. A su vez, los paceños deberían dejar de pensar que solo cuentan con la ciudad, a tiempo de desarrollar alternativas de disfrute, deportes y valores propios; que son muchos cuando la imaginación colabora. Entretanto, las autoridades tienen la obligación de impulsar un equipamiento recreativo de alto nivel; considerando que esta región cuenta con una infinidad de montañas y cerros, los cuales en invierno invitan a hacer diferentes deportes y actividades, como ya antes se dijo.