Respaldo de la OEA a Evo
Lo que debemos celebrar es la confirmación de la llegada de expertos electorales para los comicios de octubre.
La semana pasada recibimos en Bolivia la visita del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien sorprendió con su afirmación de que excluir de la elección a Evo Morales sería discriminatorio, por el precedente de otros presidentes que han participado en procesos electorales sobre la base de la garantía de sus derechos humanos. Esta declaración cae como un balde de agua fría al movimiento 21F que, desde distintos frentes, había presentado una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH, órgano autónomo de la OEA en derechos humanos), acusando al Estado de incumplir el mandato del referéndum constitucional de 2016.
Así también, como un balde de agua fría en el ánimo recibieron las declaraciones de la OEA los representantes de la oposición, quienes después de un corto y protocolar encuentro se mostraron pesimistas y molestos. “Es una contradicción que no habla bien de un punto de vista que en su momento fue expresado con mucha claridad”, dijo el candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa. Es un “golpe a la democracia”. “No entendemos por qué esas declaraciones, gratuitas, oficiosas e innecesarias”, sostuvo Óscar Ortiz, postulante de Bolivia dice No; y “Nos queda claro que no va a ser ningún organismo ni ningún extranjero quien va a resolver el problema que tiene la democracia boliviana”, planteó Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional (UN).
Estas declaraciones presentan un viraje sorpresivo de Almagro a su supuesta oposición a los gobiernos progresistas de América Latina. El Presidente de Venezuela no se cansa de acusarlo de conspirar y aprobar golpes de Estado; los cubanos constantemente lo escuchan pronunciarse contra la dictadura más antigua de América; y en referencia a Nicaragua, la OEA ha convocado a elecciones para frenar la violencia y la represión. En el caso boliviano, ha sido acusado de injerencia por su declaración, vía Twitter: “@evoespueblo deberá respetar decisión popular q dijo NO a reelección. Ningún juez puede levantar el dictamen del único soberano: el pueblo”.
¿Qué provocó el cambio de posición en Almagro? ¿Debemos atribuirlo exclusivamente a la capacidad de persuasión del embajador de Bolivia ante la OEA, Gringo Gonzales? ¿Será, como algunos presumen, un intercambio de favores reeleccionarios? Todas son especulaciones, solo el Secretario General de la OEA sabe sus motivos. Lo que debemos celebrar, y no es poca cosa, es la confirmación de un acuerdo para el envío de un equipo de expertos electorales para las elecciones generales del 20 de octubre. Este acuerdo asegura la presencia de especialistas que cubrirán todo el territorio nacional, con peritos en organización y tecnología electoral, justicia electoral, financiamiento político, participación política de mujeres y pueblos originarios, entre otros.
Tomando nota de este aspecto positivo, no podemos dejar de mencionar la pertinencia temporal de la visita de Luis Almagro, quien llegó al país y realizó sus polémicas declaraciones justo un día antes de la masiva concentración de partidarios del MAS para proclamar a Evo candidato. Todo esto contribuye a echar por tierra los argumentos de que Bolivia y su proceso electoral son comparables con la reelección de Maduro en Venezuela, que la OEA se negó a reconocer.
En este contexto, son poco comprensibles los ataques del presidente Morales al Tribunal Supremo Electoral. Sabemos que siempre aprovecha para jactarse de sus triunfos sin contar con “ayuda del árbitro”, pero es contradictorio que realice esfuerzos loables para blindar de transparencia y legitimidad las elecciones y al mismo tiempo se queje de ser “víctima de los organismos electorales”.
* Cientista social.