El accidente en Tembladerani le arrebató la vida a ‘Rocky’, el mecánico más requerido
Alejandro Mamani recibió el apodo de “Rocky” por su valentía, trabajaba en su taller por 35 años, fue una de las tres víctimas fatales del siniestro. Su hijo ahora se hará cargo de su negocio.
El velorio de Alejandro Mamani. Foto: Pedro Luna
Un crespón negro en la puerta del histórico taller mecánico anuncia la tragedia. Rocky, como le decían sus seres queridos, perdió la vida de manera inesperada el lunes cuando un conductor perdió el control de su camión y lo arrolló, en la zona de Tembladerani de La Paz.
Alejandro Mamani Apaza (52), apodado por sus amigos como Rocky por su actitud luchadora, fue una las tres víctimas fatales del accidente ocurrido el lunes en la calle Julio Téllez, de la mencionada zona, el sitio donde vio crecer sus sueños de tener su negocio propio y donde se convirtió en uno de los mecánicos más requeridos.
El lunes, día del accidente, como desde hace 35 años, Rocky junto a su esposa, Victoria Chipana, salió de su domicilio, ubicado en la zona de Villa Ingavi, en El Alto, para dirigirse a su taller. La jornada transcurría normal hasta que, de pronto, un camión a toda velocidad bajó por la empinada calle Téllez y ambos fueron impactados.
Alejandro falleció y su esposa resultó herida y fue evacuada al Hospital Municipal de Cotahuma. El histórico taller de reparación de muñones fue el mayor logro laboral de este hombre que lo dejó como un legado a su hijo, Grover Mamani.
“No hay otra que honrar la memoria de mi papá, él me ha enseñado todo lo que sé, voy a seguir con más fuerza, no me voy a rendir y ahí estaré en su taller de mi papá yo voy a administrar como Rocky Junior”, explicó Grover a La Razón.
Con mucho esfuerzo, entrega y dedicación a su trabajo, Alejandro Mamani logró sacar adelante a su familia integrada por su esposa y seis hijos, tres varones y tres mujeres, de los cuales Grover y Jhonny siguieron sus pasos y abrieron su propio taller en la esquina de la avenida Landaeta y Jaimes Freire, al cual bautizaron como Rocky Jr.
Rocky se formó solo, fue autodidacta en la labor de reparación de muñones y adquirió tal destreza que fue uno de los más requeridos del lugar.
“Buena mano tenía para reparar los muñones, por eso tenía muchos clientes y decía en esta calle todos me odian, pero nadie me va a sacar de aquí, lo odiaban porque tenía harto trabajo y miren cómo es el destino, solo la muerte lo ha sacado de aquí”.
Al margen de amar su actividad también sentía un gran respeto por la tricolor, en ese contexto uno de sus sueños era ver que sus hijos sirvan a la Patria, como él lo hizo.
“Él cuando fue joven hizo su servicio militar y amaba la Patria, por eso a sus hijos varones nos ha mandado al cuartel y a las mujeres al premilitar, hemos cumplido su sueño”, dijo Jhonny, otro de sus hijos, a La Razón.
Su esposa Victoria, quien también resultó afectada por el accidente hasta el lunes por la noche, no sabía de la muerte de su compañero de vida, sin embargo, a través de los medios de comunicación, este martes se enteró de la tragedia.
“Esta mañana se ha enterado por las noticias pero creo que ya presentía, porque había dicho en el hospital que sospechaba que algo malo iba a pasar, está desconsolada mi mamá”, relató Grover.
Don Rocky, como era conocido en el lugar, fue velado en su domicilio en El Alto, acompañado de vecinos y familiares, a pocos kilómetros de su vivienda está ubicado el cementerio de Villa Ingenio, donde será enterrado este miércoles.