Explota una gasolinera en El Alto; sospechan que hubo un atentado
La explosión de la estación de servicio San Pablo, en Villa Bolívar D, El Alto, turbó ayer el descanso de los vecinos a las cinco de la madrugada. El hecho no causó daños personales, pero sí destrozos en las viviendas del sector.
La explosión de la estación de servicio San Pablo, en Villa Bolívar D, El Alto, turbó ayer el descanso de los vecinos a las cinco de la madrugada. El hecho no causó daños personales, pero sí destrozos en las viviendas del sector. La ANH presume un atentado.
Luego de tres horas de batalla contra el fuego, protagonizada por las unidades de Bomberos de El Alto y La Paz, personal de Servicios de Aeropuertos de Bolivia (SABSA) y los propios habitantes del lugar, se sofocaron las llamas.
“Yo dormía y oí un ruido fuerte que parecía venir del techo, pensé que granizaba. Sin zapatos y de miedo me levanté, salí al patio y todo estaba lleno de humo. Cuando abrí la puerta vi el fuego frente a mí y al joven del surtidor gritando por ayuda”, relató una vecina.
El estallido dejó un boquete de unos cinco metros de diámetro y destrozó por completo la infraestructura de la gasolinera, que se prevé no almacenaba todo el combustible que está en condición de conservar. Un edificio aledaño fue el que resultó con más daños por la onda expansiva y al menos diez casas tenían los vidrios rotos, constató La Razón.
Sospecha. José Maldonado, director regional de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) en La Paz, no desechó que el siniestro se trate de un atentado e informó que se inició una investigación del caso.
“Presumiblemente, según informes y declaraciones de la Policía, puede que se trate de un atentado y realmente estamos muy preocupados y alarmados. Esperamos ver los informes de las cámaras de seguridad que han sido precintadas y serán las autoridades judiciales las que informen”, dijo.
Similar hipótesis manejan los lugareños; según su relato hay grupos de vecinos y transportistas que rechazan la construcción de la terminal de buses, que debe ejecutarse frente a la gasolinera, en predios de la Aduana Nacional, y eso les lleva a dudar de sus actos.
Inmediatamente después del estallido, vecinos y dos policías del puesto de vigilancia del lugar trataron de apagar el fuego con baldes de agua pero fue inútil. Tras una hora, según versión de los entrevistados en el sector, llegaron los bomberos de El Alto y luego los de La Paz. Se utilizaron 50.000 litros agua, pero sólo la espuma de los equipos de SABSA produjo efecto.
Ante el riesgo de otra explosión, pues se detectó la fuga de gas domiciliario —la que fue controlada por Bomberos de El Alto—, los uniformados pidieron a los vecinos evacuar el lugar, pero antisociales ingresaron a dos viviendas a robar. “Destrozaron la puerta y sacaron electrodomésticos, dinero y ropa de la casa de mis sobrinos, de otra se llevaron cuatro garrafas”, se quejó Sonia Q.
Daños. El hijo del propietario del surtidor, Pablo Cuentas, no quiso dar detalles del siniestro. “No sabemos las causas. Gracias a Dios no hay víctimas”, resumió.
El boquete que dejó la explosión de los tanques de gasolina y diésel (cuatro), que estaban bajo tierra, tenía al menos un metro de profundidad. Cada depósito guarda 30.000 litros de combustible, pero se informó que no estaban llenos, lo que evitó un desastre mayor. “El siniestro causó daños materiales de consideración en el surtidor y en dos inmuebles”, declaró el comandante de Bomberos Antofagasta de La Paz, teniente Jorge Ramírez.