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El Gobierno destaca cuatro pilares y admite dos obstáculos presentes en la economía

Marcelo Montenegro afirmó que el tipo de cambio y las subvenciones no se tocan.

Marcelo Montenegro afirmó que el tipo de cambio y las subvenciones no se tocan.

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, destacó cuatro fortalezas del manejo económico, enmarcadas en el Modelo Social, Comunitario Productivo (MESCP), que permiten dar estabilidad y certidumbre a la población boliviana.

Montenegro afirmó que el Modelo permitió que Bolivia pueda reconstruir su economía tras la crisis sanitaria de la pandemia del COVID-19, de una mala administración del gobierno transitorio y permanecer firme en plena crisis por la guerra en Europa.

La primera fortaleza, según Montenegro, es la demanda interna, que “es un elemento fundamental, sin descuidar la demanda externa, como otro elemento, pero un pilar básico es la demanda interna donde la inversión pública es un motor clave que dinamiza la economía nacional”, dijo en entrevista con La Razón.

La demanda interna corresponde al gasto que hacen los agentes económicos residentes de un país (las personas, empresas y el gobierno) en bienes y servicios, tanto para consumo como para inversión, durante un tiempo.

El Gobierno, en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2023 programó una inversión pública por $us 4.006 millones, de los cuales se destinarán $us 1.671 millones al sector productivo; $us 1.024 millones para el sector social; $us 959 millones para el sector infraestructura y $us 352 millones para el sector multisectorial.

La segunda fortaleza es la redistribución de los ingresos de la economía, que permite generar una fluidez en la economía. “Sin la redistribución del ingreso, sin estas transferencias condicionadas, la economía no va a generar una fluidez, en términos de movimiento económico”, dijo.

En el gobierno de Evo Morales (2006-2019) se determinó redistribuir los ingresos que genere la economía boliviana a través de las utilidades de las empresas estatales y los bonos a los sectores más vulnerables de la sociedad. Esa política la sigue Luis Arce.

El Gobierno entrega bonos a las personas de la tercera edad a través de la Renta Dignidad; a los niños con el bono Juancito Pinto; y a las madres gestantes, mediante el bono Juana Azurduy.

La tercera fortaleza es la industrialización de los recursos naturales con la sustitución de las importaciones. En ese marco, el Gobierno trabaja en la construcción de varias industrias en el país para disminuir las compras externas.

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“Muchos productores ya se han dado cuenta dónde va la línea de orientación del Gobierno nacional y es la producción, entonces, muchos están apostando a que la economía nacional se va a volver más productora y más productiva, y no vamos a apostar tanto a ser un país de tránsito de comercio”, sostuvo.

La cuarta fortaleza es la reducción de la pobreza y de la desigualdad. Son elementos que en décadas no se habían tomado en cuenta y Bolivia ha sido una de las economías, uno de los países que con mayor velocidad ha reducido la pobreza y la desigualdad. “No decimos que haya pobreza cero y que la desigualdad es cero, pero que hemos hecho avances muy importantes y que han sido destacados, creo que es algo que deberíamos ponderar todos”.

DEBILIDADES.

Montenegro admitió que no todo es color de rosa en la administración de la economía boliviana y que hay algunos sectores en los que es necesario hacer ajustes para obtener mejores resultados. Por ejemplo, el ritmo y el nivel de la inversión pública no son de los mejores, sobre todo en los niveles subnacionales, por eso hace falta imponer cambios que permitan acelerar la inclusión de capitales a la economía nacional a través de la inversión.

También hay problemas con el contrabando que, pese a todos los esfuerzos que hacen la Aduana y la unidad especial de lucha contra este delito, permanece vigente y a momentos registra cifras elevadas que afectan al país.

“Obviamente, tenemos que hacer una optimización de muchos procesos, tal vez burocráticos, para mejorar procesos como la inversión pública. También habrá que ver algunos elementos relacionados con la lucha contra el contrabando, que es un elemento que está generando un problema en la economía nacional”, dijo Montenegro ante la consulta de cuáles serían las debilidades de la economía en este momento.

“El contrabando es un tema estructural, que viene de hace muchas décadas. Por eso, hay que buscar la manera de mitigar ese tipo de actividad económica que al final le hace daño a la economía formal”, afirmó el ministro.

En los últimos meses, mucho más a finales del año pasado, las cámaras de Industria y de Comercio se quejaron por la intensa actividad que alcanzó el contrabando, sobre todo, de alimentos y bebidas y reclamaron del Gobierno una mayor atención.

“Consideramos que el Gobierno nacional ha ido intensificando esta lucha con el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando. La Aduana no tiene como tarea específica hacer frente al contrabando, pero coadyuva y lo hace de manera efectiva también”.

El ministro consideró que con los ajustes que se puede realizar a estos dos problemas que presenta la economía. Se podrían lograr mejores niveles de crecimiento y fortalecer la estabilidad.

“Creo que son elementos que debemos corregir dentro de nuestra economía”, afirmó.