El país, cuarto en la región en la caída de las exportaciones
El 2023 fue un año fatal para el comercio de América Latina y el mundo.
Es un sector tradicional que sufrió una caída en 2023.
Imagen: la razón-archivo
El 2023 fue un año fatal para las exportaciones en el mundo en general. América Latina no escapa a este fenómeno y la gran mayoría de los países registró cifras negativas, salvo contadas excepciones.
Varios factores se juntaron, como la caída en los precios de los principales productos que exporta la región, una baja en los volúmenes de producción y, algo que comienza a preocupar, una contracción en los principales mercados, como China, Estados Unidos y la Unión Europea.
El país que registró la caída más dura de sus exportaciones en la región en 2023 fue Guyana, con 40%, luego esta Trinidad y Tobago, con 35,5%. Mucho más atrás esta Argentina con 25% y en cuarto lugar Bolivia, con una caída de 21%. Después la lista de descensos es larga (ver infografía).
Entre las honrosas excepciones están Brasil, Paraguay, Panamá y Costa Rica, países que registraron cifras positivas, aunque también bajaron su desempeño con relación a 2022.
“En 2023 el valor de las exportaciones de América Latina y el Caribe se contrajo 2,2%, luego de aumentar 17,0% en 2022”, señala un reporte especial de la CEPAL. La diferencia es de casi 15 puntos porcentuales entre ambos años.
“La caída de los precios de exportación explicó la contracción de las ventas externas, mientras que los volúmenes se desaceleraron”, añade el documento.
En el caso de Bolivia, los datos oficiales cerrados de 2023 indican un valor exportado de $us 10.911 millones, $us 2.700 millones menos que el 2022, que es considerado un año ‘extraordinario’ en el que se llegó a $us 13.600 millones. La cifra, sin embargo, es similar a la registrada en los años anteriores como 2021 y 2019.
“Las exportaciones de América Latina y el Caribe (ALC) entraron una fase contractiva en 2023 tras dos años de expansión en el marco de la recuperación del shock ocasionado por la pandemia. La reversión de los precios de los productos básicos y la ralentización en el ritmo de expansión de los volúmenes de las exportaciones explicaron la caída del valor de las ventas externas”, explican los expertos de este organismo.
Los precios de los principales productos básicos exportados por la región, que aumentaron notablemente en la primera mitad de 2022 como consecuencia de la invasión y guerra entre Rusia a Ucrania, comenzaron a bajar en 2023 y se ubicaron, en promedio, en niveles inferiores a los alcanzados en 2022.
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Sobre los volúmenes también se puede evidenciar una disminución. Se estima que en 2023 el volumen de las exportaciones de América Latina registró un aumento de 1,8%, pero en 2022 ese aumento fue de 5,5%. Además, el incremento registrado en 2023 se debe en gran medida al aporte solo de Brasil y México.
Otro factor que incide y que preocupa, es que la demanda de los principales socios comerciales de América Latina y el Caribe se desaceleró notablemente desde principios de 2022 y entraron en terreno negativo en 2023. “Sin embargo, el ritmo de caída se ralentizó en la segunda parte del año”, dicen los expertos de la CEPAL.
Luego de haber sufrido una fuerte desaceleración en la última parte de 2022, las importaciones de Estados Unidos desde la región se estancaron a partir mediados de 2023. Se estima que las compras de la economía norteamericana a América Latina crecieron apenas en 2,4% en 2023.
Las importaciones de China desde la región, por otro lado, fueron las más inestables entre 2022 y 2023. Aunque se estima que en el promedio del año crecieron 3,5%, mientras que sus compras totales cayeron 6,1%.
Sobre la Unión Europea las compras que hace este bloque a la región registraron una rápida contracción y se estima que en el promedio del año cayeron 5,9%, pero el ritmo de caída se desaceleró a fines de 2023.
Con relación al futuro de las exportaciones, la CEPAL afirma que “si bien hay algunas señales de desaceleración de la contracción, aún no se vislumbra un cambio de tendencia hacia la recuperación de las ventas externas (de la región) en el corto plazo”.
“El lento crecimiento de la economía mundial limita las posibilidades de repunte de la demanda real por exportaciones de la región y los precios de los productos básicos se encuentran sujetos a una alta volatilidad”, señala en conclusión el trabajo de CEPAL.