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Energías limpias Abarcarán el 60% de la inversión energética mundial en 2023

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La inversión en tecnologías de energías limpias están superando significativamente la inversión energética mundial en 2023 y el gasto en combustibles fósiles. Las preocupaciones sobre disponibilidad y seguridad ocasionadas por la crisis energética global fortalecen el impulso hacia opciones más sostenibles.

Se prevé que se inviertan alrededor de $us 2,8 billones a nivel mundial en energía en 2023. De esa cifra, se espera que más de $us 1,7 billones (60,7%) se destinen a tecnologías limpias. Esto incluye energías renovables, vehículos eléctricos, energía nuclear, redes, almacenamiento, combustibles de bajas emisiones, mejoras de eficiencia y bombas de calor. Poco más de $us 1 billón (39,3%) se destinará al carbón, gas. Y petróleo, según el último informe de inversión en energía mundial de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Se espera que la inversión anual en energía limpia aumente un 24% en 2023, respecto a 2021. La tendencia está impulsada por las energías renovables y los vehículos eléctricos. En comparación, se pronostica un aumento del 15% en la inversión en combustibles fósiles durante el mismo período. Pero más del 90% de este aumento proviene de las economías avanzadas y de China, lo que presenta un grave riesgo de nuevas líneas divisorias en la energía global. Es necesario que las transiciones hacia la energía limpia se recuperen en otros lugares.

“La energía limpia se está moviendo rápido, más rápido de lo que mucha gente cree. Esto es claro en las tendencias de inversión, donde las tecnologías limpias se alejan de los combustibles fósiles”, dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. “Por cada dólar invertido en combustibles fósiles, alrededor de $us 1,7 se destinan ahora a energía limpia. Hace cinco años, esta proporción era de uno a uno. Un ejemplo brillante es la inversión en energía solar, que superará la cantidad de inversión destinada a la producción de petróleo por primera vez”.

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Energética

Lideradas por la energía solar, se espera que las tecnologías eléctricas de bajas emisiones representen casi el 90% de la inversión en generación de energía. Los consumidores también están invirtiendo en usos finales más electrificados. Las ventas globales de bombas de calor han experimentado un crecimiento anual de dos dígitos desde 2021. Se espera que las ventas de vehículos eléctricos aumenten un tercio este año, respecto a 2022.

Las inversiones en energía limpia se han visto impulsadas por una variedad de factores en los últimos años. Principalmente, por períodos de fuerte crecimiento económico y precios volátiles en los combustibles fósiles que generaron preocupaciones sobre la seguridad energética. Esto se acrecentó luego de la guerra en Ucrania. La incidencia de acciones de gran impacto, como la Ley de Reducción de la Inflación de EEUU e iniciativas en Europa, Japón, China y otros lugares también desempeñaron un rol significativo.

Se espera que el gasto en exploración y producción de petróleo y gas aumente un 7% en 2023, volviendo a los niveles de 2019. Las pocas compañías petroleras que están invirtiendo más que antes de la pandemia de COVID-19 son en su mayoría grandes compañías petroleras nacionales en el Medio Oriente. Muchos productores de combustibles fósiles obtuvieron ganancias récord el año pasado debido a los precios más altos de los combustibles. Sin embargo, la mayor parte de este flujo se destinó a dividendos, recompra de acciones y pago de deuda, en lugar de reinvertirse.

Emisiones

Con todo, el repunte esperado en la inversión en combustibles fósiles significa que doblará el nivel necesario en 2030, para alcanzar el escenario de cero emisiones netas de carbono hacia 2050.

La demanda mundial de carbón alcanzó un máximo histórico en 2022 y la inversión este año apunta a ser seis veces los niveles previstos en 2030 en el escenario de cero emisiones netas.

El gasto de capital de la industria del petróleo y el gas en alternativas de bajas emisiones, como electricidad limpia, combustibles limpios y tecnologías de captura de carbono, fue menos del 5% de su gasto en el upstream en 2022. Ese nivel cambió poco con respecto al año pasado, aunque la proporción es mayor para algunas de las mayores empresas europeas.

Las mayores deficiencias en la inversión en energía limpia se encuentran en las economías emergentes y en desarrollo. Hay algunos puntos brillantes, como inversiones dinámicas en energía solar en India y en energías renovables en Brasil y partes de Medio Oriente. Sin embargo, la inversión en muchos países se ve frenada por factores que incluyen tasas de interés más altas, marcos de políticas y diseños de mercado poco claros, infraestructura de red débil, servicios públicos con dificultades financieras y un alto costo de capital. La comunidad internacional debe hacer mucho más, especialmente para impulsar la inversión en las economías de bajos ingresos, donde el sector privado se ha mostrado poco motivado para liderar el cambio.