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El dinero se mantendrá caro

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El presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Jerome Powell, dejó claro el miércoles que el banco central está a punto de terminar de subir las tasas de interés. Sin embargo, sus colegas transmitieron un mensaje que resonó en todos los pasillos financieros del mundo: los costos de endeudamiento deben permanecer altos por más tiempo en medio de una renovada fortaleza de la economía estadounidense.

Después de una serie de rápidos aumentos de tasas en los últimos 18 meses, la Fed ahora puede “proceder con cuidado”, dijo Powell. Este fue un argumento que repitió al menos una docena de veces durante la conferencia de prensa en la cual se anunció la decisión de no subir nuevamente los tipos de interés referenciales, manteniéndolos en un tope de 5,5%.

Los funcionarios de la Fed sorprendieron a los mercados al señalar que las tasas de interés no caerán tan pronto como se tenía pensado anteriormente. Este ajuste podría ser más importante de lo que parece. En sus proyecciones y comentarios, algunos miembros del banco central norteamericano insinúan que las tasas podrían mantenerse altas por un largo periodo de tiempo. En términos más técnicos, la llamada tasa neutral, que mantiene estables la inflación y el desempleo en el tiempo, ha aumentado.

Esto es importante para cualquier inversionista, empresa u hogar cuyos planes dependan de tasas de interés durante una década o más. Podría explicar por qué los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo han aumentado marcadamente en los últimos meses y por qué las acciones están pasando apuros.

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Dinero

La tasa neutral no se puede observar, solo inferirse por cómo responde la economía a niveles particulares de tasas de interés. Si las tasas actuales no están desacelerando la demanda o la inflación, entonces el nivel neutral debe ser más alto y la política monetaria no debe ser restrictiva.

De hecho, el miércoles, Powell admitió que una de las razones por las que la economía y el mercado laboral siguen siendo resistentes a pesar de las tasas entre 5,25% y 5,5% es que el neutral ha aumentado, aunque agregó que “no sabemos cuánto”.

Keith Wade, analista en jefe y estratega de Schroders, explica que la atención de la Fed se centró en las proyecciones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) para la economía y las tasas de interés, en particular el ampliamente seguido “diagrama de puntos” de las proyecciones de los fondos de la Fed de los miembros individuales.

Las proyecciones económicas del FOMC ahora muestran la expectativa media de crecimiento del PIB este año en 2,1% (anteriormente 1,1%) y el próximo año en 1,5% (anteriormente 1,0%). Como consecuencia de ello, se prevé que la tasa de desempleo sea inferior a finales del próximo año, un 4,1%, frente a una expectativa anterior del 4,5%.

“No obstante, todavía se espera que la tasa de inflación caiga al 2,6% durante este período, lo que no difiere de la proyección de junio. Luego se espera que la inflación vuelva a caer a su objetivo del 2% en 2025”, precisa Wade.

Inflación

En este sentido, la Reserva Federal cree que el equilibrio entre crecimiento e inflación ha mejorado y que el índice de pobreza mostraría que los hogares estarían menos pesimistas que antes ante esta combinación de desempleo e inflación.

Menos positivo, desde una perspectiva de mercado, es que el nivel esperado de tasas de interés necesarias para lograr este resultado sea ahora más alto. La tasa mediana esperada de los fondos federales para finales de 2024 y 2025 ha aumentado 50 puntos básicos hasta el 5,1% y el 3,9% respectivamente. Y una pequeña mayoría del comité espera otra subida de tipos antes de finales de este año.

Dadas las proyecciones de inflación sin cambios, esto implica tasas de interés reales más altas. También significa que solo habría margen para modestos recortes de tipos en 2024.

La inflación, por sí sola, no debería afectar la tasa neutral real. Sin embargo, antes de la pandemia la principal preocupación de la Fed era que la inflación persistiera por debajo del 2%, situación que dificulta estimular el gasto y puede conducir a la deflación, y por eso mantuvo las tasas cerca de cero de 2008 a 2015. En el futuro le preocupará más que la inflación persista por encima del 2% y se inclinará por tasas más altas con poco apetito por volver a cero.

Hay otros factores que siguen presionando la tasa neutral, como el envejecimiento de la población mundial, que reduce la demanda de viviendas y otros bienes.