Energías & Negocios

Tuesday 21 Jan 2025 | Actualizado a 13:52 PM

Las renovables suman el 95% de los nuevos proyectos energéticos en América Latina

Un 65% de la electricidad se produce con fuentes limpias. La mayor parte de esta generación es basada en hidroelectricidad y por lo tanto hay una necesidad de diversificarse

Andrés Rebolledo, secretario ejecutivo de la Olade

Por Pablo Deheza

/ 23 de febrero de 2024 / 10:23

La situación energética mundial actualmente está caracterizada por una elevada incertidumbre, como resultados de las guerras en Europa del Este y Oriente Medio, además de las tensiones geopolíticas en medio de la conformación de nuevos bloques de países. En medio de todo esto se viene dando la transición hacia fuentes limpias y la descarbonización en el orbe. América Latina no es la excepción y enfrenta este proceso a partir de las diferencias y particularidades de los países presentes en la región. Conversamos con Andrés Rebolledo, secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), sobre los desafíos actuales del sector energético.

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América Latina

—¿Cuál es el panorama energético a nivel mundial hoy en día?

—Lo que caracteriza la situación hoy día es la incertidumbre, esto ha afectado de manera muy importante a América Latina y el Caribe. Tuvo que ver básicamente con el precio de los energéticos principales en los últimos años, pero también es un momento con la pandemia y las complicaciones de suministros que se dio en esos tiempos. Esto ha llevado a América Latina a reponer un debate que hace años no existía, sino que se señalaba que estábamos y estamos todavía en un proceso de transformación hacia nuevas energías. Sin embargo, el tema de seguridad energética vuelve a ponerse como un asunto principal en la conversación. En ese sentido, yo diría que también se repone la urgencia de la integración energética en América Latina como un aspecto que de alguna manera es una respuesta a esta incertidumbre que se vive en el mundo y también en la región. El tema de los precios energéticos, que en algunos casos los países deficitarios requieren importar, también ha logrado acelerar la propia transformación del sector, incorporando energías renovables, entendiendo que es una alternativa frente a otros energéticos más caros. En el caso particular del mercado eléctrico, justamente en esta temporada los precios altos tienden a acelerar las inversiones de energías renovables.

—¿Cómo usted ve el panorama de América Latina y específicamente de Sudamérica?

—Bueno, yo creo que hay hoy día una decidida fuerza y decisiones en los países de transformación del sector energético. Nosotros, en Olade, planteamos que lo que existe en América Latina y el Caribe son transiciones energéticas en plural, porque tienen un carácter diferente, nuevamente muy determinado por la dotación de recursos de un país y otro. Hay países que son ricos en recursos energéticos de fuentes limpias y otros más bien en hidrocarburos; éstos también están haciendo sus cambios tomando en cuenta su propia realidad y economía. Pero lo fundamental es que América Latina y Sudamérica están en un proceso de transformación hacia un modelo de desarrollo energético más sustentable, incorporando energía limpia. En algunos casos incluso desarrollando nuevas fronteras tecnológicas, como es el caso con el hidrógeno, combustible sintético, biocombustibles; Brasil, por ejemplo, es una potencia en eso. El programa general es que vivimos un escenario de transiciones hacia un modelo con el de incorporación de energía limpia y descarbonización de las economías, particularmente en el mercado eléctrico.

—¿Cómo está el desempeño de la solar, eólica e hidráulica en la región?

—Lo primero es llamar la atención sobre el hecho de que, no solo por la energía renovable no convencional, eólica o solar, sino que en general por toda la energía renovable, América Latina y el Caribe es la región más verde del mundo. Un 65% de la electricidad se produce con fuentes limpias. Claro, la mayor parte de esta generación es basada en hidroelectricidad y por lo tanto hay una necesidad de diversificarse de manera importante, de incorporar otras fuentes. Actualmente la eólica y solar, en el último año, han crecido de manera muy relevante. En 2023 la eólica se incrementó casi 40%. Lo interesante es que casi el 95% de todos los nuevos proyectos de inversión que se desarrollan en la región son fundamentalmente con base en estas tecnologías. Por lo tanto, estas dos fuentes van a seguir creciendo en los siguientes años. En América Latina y el Caribe, desde 2015 –cito esa fecha para tomar como una referencia los acuerdos de la COP de París–, la energía eólica y solar se han multiplicado por cuatro. Han pasado de una participación del 5% al 20%. En América del Sur, en particular, eso ha crecido incluso un poco más. Este crecimiento de las renovables abre a otros debates también, como por ejemplo la necesidad de almacenamiento, etcétera. Pero bueno, son otras agendas que surgen en el proceso de transformación.

—¿Cuál es su perspectiva sobre la situación del mercado del litio?

—En América Latina efectivamente tenemos un gran potencial en litio, pero también en cobre y otros recursos. En Olade acabamos de lanzar un estudio sobre los minerales críticos para la transición energética. Es muy interesante porque nos da algunas pistas sobre cómo se puede visualizar en el futuro. Claro, se ha tenido volatilidad en los precios. Eso afecta a las decisiones de inversión, por cierto. Pero quizá uno debiera mirar esto en perspectiva más bien de mediano y largo plazo. De hecho, nuestro estudio indica que, en un plazo de 20 años, entendiendo que la movilidad eléctrica va a seguir creciendo en el mundo y las baterías, el almacenamiento, el mercado eléctrico también, van a ser cada vez más importantes en los sistemas eléctricos nacionales. Todo eso requiere el litio y se puede establecer que, en el tiempo, eso va a seguir creciendo. Nuestro estudio indica que, en el plazo de 20 años, la producción del litio se debiera multiplicar por 10 para poder satisfacer la nueva demanda. En ese sentido, lo interesante es mirar esto en una perspectiva de mediano y largo plazo. También es relevante y cada día más urgente las decisiones que se tomarán respecto a cómo se produce este litio, cuáles son los procesos productivos, cuáles son los impactos ambientales que esto tiene, el impacto en las comunidades que viven en esos territorios. Todos esos son elementos que nuestros países tienen que tomar en cuenta y entiendo que así lo están haciendo, pero, claramente me parece que la coyuntura es compleja y se requiere una mirada estratégica para que este sector crezca en nuestra región y particularmente en los tres países que conforman el triángulo del litio.

—¿Cómo está avanzando el tránsito a la electromovilidad en la región? 

—Como región hemos ido avanzando y dando pasos en las últimas décadas con los vehículos eléctricos, también incorporando en esto no solo a los de uso personal, sino a los buses eléctricos, que es donde se ha avanzado mucho en algunos países. La última década se ha ido multiplicando por dos, cada dos años, la cantidad de los vehículos eléctricos. Ahora bien, todavía somos una región marginal en el mundo en términos de incorporación de vehículos eléctricos, los protagonistas siguen siendo China, Europa, Estados Unidos. Sin embargo, los países en América Latina están desarrollando estrategias para incorporar electromovilidad, con programas y otros instrumentos. En algunos casos, con apoyo financiero. Por lo tanto, están comprometidos con tratar de avanzar. Si se toma toda la economía, toda la matriz energética, todavía un 70% de la energía es fósil y eso es básicamente el transporte. Para descarbonizar a América Latina es fundamental incorporar movilidad sostenible, movilidad eléctrica. Es verdad que hay países que tienen algo más avanzado, Chile es uno de esos, Colombia también, además de Costa Rica. Brasil es fundamental para producir vehículos eléctricos con empresas chinas. Es el caso de México, también. En Bolivia ustedes tienen estos microvehículos que los están vendiendo no solo en Bolivia, sino que están exportando. Algunos esfuerzos hay, pero no hay un encadenamiento regional. Son esfuerzos nacionales, no todos los países en América Latina tienen el tejido industrial y automotriz, que es una de las bases para construir estos vehículos. Diría que América Latina está dando sus primeros pasos, está avanzando y está comprometida en incorporar cada vez más movilidad sostenible. Un aspecto específico que marca la diferencia en esto son los buses eléctricos, porque eso tiene otra dimensión en las ciudades.

—¿Cómo considera usted los avances en eficiencia energética en la región?

—Pese a todos los avances antes mencionados, donde todavía tenemos una brecha, y donde más bien incluso lo que ha sucedido en los últimos dos años es un retroceso, es justamente en la eficiencia energética. En nuestro panorama energético estadístico que hacemos anualmente, hemos encontrado que el indicador de intensidad energética de América Latina – es decir, cuánta energía necesitamos para producir la misma unidad de productos, eso es por definición el indicador– ha aumentado. Esto quiere decir que la eficiencia energética es un asunto importante, pendiente, que más bien debiéramos darle prioridad porque ha venido a la baja en los últimos años. Nosotros, como Olade, queremos impulsar varias cosas. Una es tener instalada una mesa colectiva regional de eficiencia energética, como la tenemos en energías renovables. También, propiciar marcos regulatorios y leyes que den instrumentos concretos y que generen incentivos para la eficiencia energética en el sector industrial, residencial, pero también en el consumo de los sectores públicos. Además, están todos los otros elementos que son centrales, como el etiquetado de artefactos, viviendas e incluso automóviles, que es absolutamente necesario porque es un mecanismo de transparencia para saber cuánto se consume de energía. La certificación de todo aquello es relevante para la eficiencia energética. Lo claro es que allí todavía, como región, tenemos que avanzar.

—¿Qué actividades tiene planificadas Olade en este año?

—El tema de la eficiencia energética es una prioridad, vamos a impulsarlo en la región. En nuestro ámbito de capacitación, tenemos varias iniciativas en marcha. Hemos lanzado estos días nuestro programa anual, donde existen cursos en distintos temas. Vamos a lanzar este año un magíster en transición energética, en este contexto de capacitación que también es muy relevante. Este año también lanzaremos un observatorio de metano para los distintos países, fundamentalmente los que tienen producción de hidrocarburos, como un asunto central en la descarbonización de ese sector en particular. Seguiremos impulsando la certificación regional de hidrógeno verde como un tema muy importante hacia la integración en América Latina. Tenemos una agenda muy llena de actividades durante este año.

Perfil

Nombre: Andrés Rebolledo

Cargo: Secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade)

Desde inicios de 2023 ocupa el cargo de Secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía para el período 2023-2025, cargo electo en la LII Reunión de Ministros de Energía de América Latina y el Caribe, realizada en diciembre de 2022, y en cumplimiento de lo establecido en el Convenio de Lima. Con una destacada trayectoria profesional de más de 30 años, Andrés Rebolledo Smitmans ejerció diversos cargos técnicos de liderazgo y responsabilidad política en ámbitos del sector energético, de las relaciones económicas internacionales y organismos multilaterales. Economista de la Universidad de Chile, Andrés Rebolledo Smitmans se desempeñó como Ministro de Energía de Chile en el período 2016-2018 y como Presidente de la Empresa Nacional de Petróleo de Chile. También ejerció el cargo de Viceministro de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, Embajador en Uruguay, Representante ante la ALADI y consultor en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos.

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Mundo en guerra, economía fragmentada

El Foro Económico Mundial identifica los principales desafíos y oportunidades que marcarán la economía global en un contexto de incertidumbre.

/ 18 de enero de 2025 / 23:14

En un escenario marcado por la incertidumbre, el reciente informe de perspectivas de los economistas en jefe del Foro Económico Mundial identifica los principales retos y oportunidades para la economía global en 2025. Los pronósticos muestran un panorama austero, con un 56% de los economistas previendo un debilitamiento económico global y solo un 17% anticipando mejoras.

“Este año promete ser un periodo clave para evaluar cómo las decisiones políticas y las tensiones geopolíticas moldean el futuro económico”, señala el documento.

Crecimiento divergente entre regiones

Un primer dato relevante es que las expectativas de crecimiento varían significativamente entre regiones. Estados Unidos se perfila como una economía robusta, impulsada por políticas fiscales y monetarias expansivas. Por otro lado, el sudeste asiático, liderado por India, mantiene una dinámica positiva. “India sigue siendo la economía de mayor crecimiento en el mundo”, destacó el informe, aunque se observa una ligera desaceleración con un crecimiento del 5.4% en el tercer trimestre de 2024. Europa, sin embargo, enfrenta un panorama desalentador: 74% de los expertos anticipa un crecimiento débil o muy débil en 2025.

China también enfrenta dificultades. Se espera que su crecimiento se desacelere a 4.5% este año y continúe cayendo hasta un 3.3% en 2029, reflejo de una demanda interna moderada y una población envejecida. “Las ventas minoristas crecieron solo un 3% en noviembre, muy por debajo de las expectativas”, subraya el informe.

En Sudamérica, el panorama económico presenta tanto desafíos como oportunidades. Aunque los países de la región han mostrado resiliencia frente a las adversidades globales, la economía sudamericana se encuentra presionada por factores internos y externos. La región se beneficia de su riqueza en recursos naturales y la creciente demanda de materias primas, pero también enfrenta problemas estructurales como la desigualdad, la inflación y una dependencia significativa de los mercados de exportación.

En 2025, se espera que el crecimiento en Sudamérica sea moderado, con variaciones significativas entre países. Brasil, la mayor economía de la región, proyecta un crecimiento alrededor del 2.2%, respaldado por exportaciones de materias primas y un aumento en la inversión extranjera directa. Sin embargo, el informe también señala que las reformas estructurales serán clave para garantizar un crecimiento sostenido. “Brasil debe abordar la mejora de su infraestructura y la simplificación de su sistema fiscal para atraer más inversión”, indican los economistas en jefe.

Argentina, por su parte, enfrenta retos particulares debido a su alta inflación y una deuda pública significativa. A pesar de ello, se espera un leve repunte económico del 1.5% en 2025, impulsado por un sector agroexportador fortalecido. La estabilidad política y el manejo prudente de la política monetaria serán determinantes en este proceso. “El gobierno argentino debe equilibrar sus cuentas fiscales sin sacrificar el crecimiento”, advierten los expertos.

Bolivia, en tanto, enfrenta un panorama económico complejo debido a la alta dependencia de las exportaciones de gas natural y minerales. Aunque estos sectores representan una fuente sustancial de ingresos, su volatilidad en los mercados internacionales plantea riesgos significativos para la estabilidad económica del país. El informe subraya que “la diversificación económica es fundamental para reducir la vulnerabilidad de Bolivia a los choques externos”. A pesar de los desafíos, el gobierno ha impulsado políticas de redistribución social que han reducido la pobreza en años recientes, pero esto ha sido a costa de un creciente déficit fiscal, advierten los analistas. La inversión en infraestructura y el fortalecimiento del sector agrícola son áreas clave identificadas para garantizar un desarrollo más sostenible en el futuro.

Chile y Perú también ofrecen un panorama mixto. Chile, con una economía altamente dependiente del cobre, enfrenta desafíos debido a la volatilidad de los precios internacionales de este metal. No obstante, su historial de estabilidad económica y políticas favorables al mercado lo posicionan para un crecimiento proyectado del 2.8%. Perú, por su parte, se beneficia de un sector minero dinámico, pero las tensiones políticas internas podrían limitar su desempeño económico. “Las inversiones en infraestructura y una mayor diversificación económica son esenciales para el futuro de Perú”, señala el informe.

Colombia y Ecuador enfrentan retos comunes relacionados con la seguridad y la inestabilidad política. Aunque ambos países esperan un crecimiento moderado en torno al 2.5%, la mejora en la gobernanza y la atracción de inversión extranjera serán factores clave. El informe concluye que Sudamérica, como región, tiene el potencial de desempeñar un papel más prominente en la economía global si logra superar sus barreras estructurales y fomentar una mayor integración regional.

Inflación y políticas monetarias

La inflación global muestra signos de moderación, con una proyección promedio del 4.3% para 2025. Sin embargo, persisten divergencias regionales y sectoriales. En economías avanzadas, los precios de los bienes han mostrado una mayor desaceleración en comparación con los servicios, que aún registran tasas inflacionarias elevadas debido a la demanda postpandemia y la rigidez en ciertos sectores laborales.

En Estados Unidos, la situación es especialmente relevante tras las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. “El 94% de los economistas anticipan un incremento en la inflación bajo la nueva administración”, subraya el informe. Este aumento está vinculado a políticas fiscales expansivas y cambios en las prioridades de gasto público. A pesar de ello, el reciente recorte de las tasas de interés en un punto porcentual refleja un esfuerzo por contrarrestar presiones inflacionarias mientras se impulsa el crecimiento. “El dólar se fortalecía al alcanzar un máximo de dos años tras el anuncio”, señala el documento, reflejando confianza en la economía estadounidense.

Europa, en contraste, enfrenta una dinámica diferente. Las expectativas apuntan a una mayor relajación monetaria, con el Banco Central Europeo reduciendo las tasas de interés para estimular el crecimiento en una región marcada por un débil desempeño económico. Esta divergencia en las políticas monetarias entre Estados Unidos y Europa subraya los retos globales para coordinar respuestas efectivas a la inflación.

En mercados emergentes, la inflación sigue siendo un desafío crítico. Países como Argentina y Turquía lidian con tasas inflacionarias de dos dígitos, exacerbadas por factores locales como desequilibrios fiscales y volatilidad cambiaria. En América Latina, aunque las economías están logrando cierto control sobre los precios, las expectativas inflacionarias aún son altas, lo que limita la capacidad de los bancos centrales para reducir tasas de interés.

A nivel global, los expertos destacan la importancia de mantener políticas monetarias adaptativas y un enfoque coordinado para evitar efectos negativos sobre el comercio y las cadenas de suministro. La moderación de la inflación sigue siendo una prioridad, pero las decisiones de política monetaria deberán equilibrar cuidadosamente el crecimiento económico y la estabilidad de precios.

Fragmentación económica global

Uno de los principales desafíos identificados es la creciente fragmentación económica global, especialmente en el comercio de bienes. El 94% de los economistas anticipan una mayor fragmentación en los próximos tres años, lo que podría elevar los costos para consumidores y empresas. Además, se espera un aumento en las barreras para la movilidad laboral y la transferencia de tecnología. “La rivalidad geopolítica y las decisiones políticas nacionales son los principales impulsores de estas tendencias”, concluye el informe.

La fragmentación se ha acelerado debido a factores como la geopolítica, las restricciones comerciales y las medidas proteccionistas. Por ejemplo, la reubicación de cadenas de suministro hacia economías políticamente aliadas (“friend-shoring”) ha cambiado la dinámica del comercio global. Este enfoque, promovido principalmente por economías avanzadas como Estados Unidos, busca reducir la dependencia de países considerados estratégicamente riesgosos. Sin embargo, este movimiento tiene implicaciones económicas significativas. “El 81% de los CEOs en Estados Unidos planean acortar sus cadenas de suministro”, según una encuesta, lo que podría elevar los costos de producción y trasladarlos a los consumidores finales.

Otro factor relevante es la fragmentación en el sector tecnológico. Las tensiones geopolíticas han llevado a mayores restricciones en la transferencia de tecnología y datos entre países. Esto afecta particularmente a sectores de alta tecnología, que dependen en gran medida de colaboraciones internacionales para la innovación. Según el informe, “más de dos tercios de los economistas prevén una mayor fragmentación en la transferencia de tecnología en los próximos tres años”.

La fragmentación también plantea riesgos para la cooperación global en desafíos comunes, como el cambio climático. La falta de colaboración entre países dificulta la implementación de soluciones coordinadas y aumenta los costos asociados. “El 88% de los economistas considera poco probable que la fragmentación reduzca los riesgos sistémicos económicos y financieros”, lo que indica que el impacto negativo supera los posibles beneficios.

A pesar de estos desafíos, algunas economías están adaptándose. Las empresas multinacionales, por ejemplo, están adoptando estrategias de regionalización para mitigar los efectos de la fragmentación. Estas incluyen reestructurar sus operaciones, diversificar sus mercados y priorizar regiones menos expuestas a tensiones geopolíticas. “Más del 90% de los expertos anticipan cambios significativos en las operaciones de las multinacionales como respuesta a la fragmentación”, destaca el documento.

El informe enfatiza que, aunque la fragmentación económica global presenta riesgos sustanciales, también abre oportunidades para fortalecer las capacidades regionales y fomentar modelos de desarrollo más resilientes. Sin embargo, lograr este equilibrio dependerá de la capacidad de los países para manejar las tensiones políticas y económicas de manera coordinada y sostenible.

Tensiones comerciales y proteccionismo

La dinámica de guerras comerciales está destinada a intensificarse, especialmente entre Estados Unidos y China. Un 89% de los economistas anticipan restricciones comerciales recíprocas en 2025. Sin embargo, hay consenso en que las tarifas prometidas por la nueva administración estadounidense no se implementarán en su totalidad. “El proteccionismo es identificado como el factor más influyente en los cambios duraderos en los patrones comerciales”, indica el informe.

El comercio de servicios, en cambio, está en ascenso y se espera que se convierta en un motor clave del desarrollo económico. “El valor de las exportaciones de servicios creció un 116% entre 2009 y 2023”, destacó el documento. Aunque los países desarrollados se benefician más, también representa una oportunidad para economías emergentes, dada su alta intensidad en empleo.

La deuda pública global supera los 100 billones de dólares, con proyecciones de alcanzar el 115% del PIB mundial en tres años. En este contexto, los gobiernos enfrentan un “trilema fiscal”, equilibrando los costos relacionados con la seguridad, el envejecimiento poblacional y el cambio climático, sin comprometer la sostenibilidad de la deuda. “El 97% de los economistas esperan un aumento de la deuda pública en Estados Unidos”, según el informe.

Impacto empresarial

Para las multinacionales, la fragmentación representa un reto estratégico significativo. Más del 90% de los expertos anticipan cambios importantes en las operaciones de las empresas, incluidas la reestructuración de cadenas de suministro, regionalización de actividades y salida de mercados de alto riesgo. “Un importante prestamista global ya ha dividido sus operaciones en agrupaciones ‘orientales’ y ‘occidentales’ como respuesta a estas tendencias”, ejemplifica el informe.

El informe del Foro Económico Mundial subraya que 2025 será un año de transición y ajustes. La economía global enfrenta riesgos significativos, desde la inflación y el proteccionismo hasta la fragmentación geoeconómica. Sin embargo, también hay oportunidades, especialmente en el comercio de servicios y las adaptaciones empresariales. Como se destaca en el informe, “El panorama futuro dependerá de cómo los responsables políticos y las empresas naveguen por estas complejas intersecciones entre lo político y lo económico”.

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El impacto en el comercio mundial del alto al fuego en Gaza

Las compañías navieras desconfían y demorarán en transitar nuevamente con intensidad por el paso clave del Mar Rojo.

/ 18 de enero de 2025 / 23:02

El reciente anuncio de un alto al fuego entre Israel y Hamas promete un alivio temporal al conflicto que tiene profundas repercusiones humanitarias y económicas. El impacto de esta tregua se extiende más allá de la zona de confrontación, impactando en los mercados energéticos y el comercio mundial.

El anuncio del cese de hostilidades generó una inmediata respuesta en los mercados del petróleo. El Brent cerró el viernes con una caída del 0,6%, situándose en $us 80,79 por barril, mientras que el WTI bajó un 1%, terminando en $us 77,88. A pesar de estas caídas, ambos indicadores registraron ganancias semanales de 1,3% y 1,7%, respectivamente.

Phil Flynn, analista principal de Price Futures Group, explicó: “las sanciones de EEUU sobre el comercio energético ruso han generado tensión en los mercados europeos, indios y chinos. Sin embargo, la expectativa de un cese en los ataques de los hutíes ha reducido temporalmente la prima de riesgo asociada al suministro”.

Incertidumbre en el Mar Rojo

El alto al fuego podría ofrecer un respiro a la industria energética, afectada por los ataques hutíes en el Mar Rojo, que forzaron a los transportistas a optar por rutas más largas y costosas alrededor del Cabo de Buena Esperanza. Según datos de Kpler, el tránsito de carga líquida y seca por el Canal de Suez disminuyó a 343 millones de toneladas en 2024, menos de la mitad del tránsito registrado en 2023.

A pesar de la tregua, los líderes de la industria naviera y minorista expresan cautela. “No hay manera de que ponga mi mercancía en un barco que pase por el Mar Rojo por el momento”, declaró Jay Foreman, CEO de Basic Fun, proveedor de juguetes para Walmart y Amazon. “Prefiero gastar más y enviar todo por el extremo de África; simplemente no vale la pena correr el riesgo”.

El grupo hutí, que ha llevado a cabo más de 100 ataques a barcos desde noviembre de 2023, afirmó que monitoreará la implementación del alto al fuego. Advirtió que reanudará las hostilidades si el acuerdo se rompe. Lars Barstad, CEO de la naviera Frontline, expresó su escepticismo. “Cualquier tregua será vulnerable; el riesgo para las tripulaciones persiste si el alto al fuego se quiebra”, sentenció.

La incertidumbre también afecta al mercado de seguros. Las primas de seguro por riesgos de guerra en el Mar Rojo se mantienen elevadas, oscilando entre el 0,6% y el 2% del valor del buque. Este costo adicional, sumado al tiempo y combustible requeridos para las rutas alternativas, está encareciendo el comercio global.

Impactos más amplios

El conflicto también ha tenido un impacto considerable en el transporte de productos básicos clave. Los envíos de petróleo y gas natural licuado (GNL) enfrentan retrasos adicionales debido a los riesgos elevados asociados al transporte de cargamentos inflamables. Wallenius Wilhelmsen, una importante naviera noruega, y minoristas como H&M y Lidl han declarado que esperarán una mejora clara en las condiciones de seguridad antes de reanudar sus operaciones a través del Mar Rojo.

China, el mayor importador de petróleo del mundo, también ha influido en el panorama energético. Aunque su economía creció un 5% en 2024, el procesamiento de petróleo en sus refinerías cayó por primera vez en dos décadas (excluyendo el año pandémico de 2022), debido a la demanda estancada y los márgenes deprimidos. Esto subraya la fragilidad del mercado energético global.

Comercio global en espera

Aunque el alto al fuego podría marcar el inicio de una estabilización, los analistas advierten que podría tomar meses o incluso hasta mediados de 2025 antes de que las rutas comerciales a través del Mar Rojo vuelvan a los niveles previos a la crisis. Matt Castle, vicepresidente de transporte global en C.H. Robinson, dijo que “no es probable que la industria vea un gran cambio de regreso al Canal de Suez en el corto plazo. Las aseguradoras siguen percibiendo riesgos elevados, lo que dificulta cualquier plan de envío inmediato”.

Anticipó que las líneas navieras realizarán viajes de prueba para evaluar la credibilidad del alto al fuego antes de comprometerse plenamente con esta ruta.

Si bien el alto al fuego entre Israel y Hamas representa un rayo de esperanza para la región y los mercados globales, también pone de relieve los riesgos persistentes para el comercio internacional en la región crítica de Oriente Medio.

La seguridad en el Mar Rojo y el cumplimiento de la tregua serán factores determinantes para restaurar la confianza y normalizar las rutas comerciales clave. Mientras tanto, el transporte marítimo continuará enfrentando mayores costos y tiempos de tránsito. Esta situación deja a la economía internacional en un estado de incertidumbre que podría prolongarse más allá de 2025.

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El oro brilla antes del regreso de Trump a la Casa Blanca

Los mercados se refugian en el oro ante los anuncios de nuevas tarifas al comercio por parte de Trump.

/ 18 de enero de 2025 / 22:53

El mercado de futuros de oro ha mostrado un ascenso notable por tercera semana consecutiva, justo antes de la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, programada para mañana lunes. El metal precioso viene registrando una racha impresionante con tres semanas consecutivas moviéndose al alza.

«El precio de los contratos para febrero en COMEX alcanzó los $2,748 por onza troy, mientras que el oro al contado en Londres se fijó en $2,713”, destacó Adrian Ash, director de investigación de BullionVault. Esta diferencia refleja la creciente incertidumbre generada por la promesa de Trump de imponer un arancel del 10% a todas las importaciones.

El impacto de estas amenazas no solo afecta al oro. Metales preciosos como la plata y el platino también están viviendo fluctuaciones importantes. «La plata alcanzó los $30.60 por onza troy en el mercado de Londres antes de retroceder ligeramente”, según datos de BullionVault. Por su parte, el platino, que ha perdido un 1.8% esta semana, enfrenta presiones debido a la alta demanda y las sanciones contra Rusia, un proveedor clave.

Inventarios y logística global

Los inventarios de metales preciosos en almacenes aprobados por COMEX han aumentado un 33% en las últimas seis semanas. «Estamos viendo un flujo significativo de oro desde Londres hacia Estados Unidos debido a las preocupaciones sobre tarifas”, explicó Ash. Este movimiento ha creado una brecha de $40 entre los precios de Nueva York y Londres, una situación inusual que ha intensificado la volatilidad del mercado.

Carsten Menke, analista de Julius Baer, subrayó que «la volatilidad actual no responde a las preocupaciones habituales sobre tensiones comerciales globales, sino a aspectos técnicos del comercio de oro, como el intercambio de futuros por físico (EFP)». Esta herramienta permite a los comerciantes intercambiar posiciones de futuros por cuentas físicas no asignadas, lo que ha generado movimientos intradía extraordinarios.

Suministro bajo presión

La incertidumbre también ha impactado las cadenas de suministro globales. Empresas en Estados Unidos han adelantado la importación de bienes esenciales, desde ropa y electrodomésticos hasta componentes para infraestructura. Según una encuesta de CNBC, «el 78% de los clientes han pedido adelantar envíos para evitar las tarifas y posibles problemas logísticos».

China ha liderado este adelanto de envíos, seguida por Europa y países como México y Vietnam. Además, muchas empresas están diversificando sus proveedores hacia regiones como India, Malasia y Turquía. «Los aranceles son impuestos que alimentan la inflación», advirtió Stephen Lamar, director de la Asociación Estadounidense de Ropa y Calzado. Esta opinión refleja la preocupación generalizada por el impacto económico de estas medidas.

Porvenir del oro y otros metales preciosos

El atractivo del oro como refugio seguro sigue siendo un factor clave en un entorno de incertidumbre global. La entrada de instituciones financieras como Société Générale y Mitsui al mercado de metales preciosos tras años de ausencia subraya la confianza en este sector. «La demanda de oro en India y China sigue siendo fuerte, con precios en niveles récord”, señaló un informe del Bank of America.

Mientras tanto, la plata ha disfrutado de un impulso significativo. «El mercado de la plata ha estado en déficit por un tiempo, y estas carencias finalmente están teniendo un impacto”, explicó un analista de BOA. Esto, combinado con el limitado crecimiento en la producción minera, está proporcionando soporte a los precios.

Por otro lado, el platino ha perdido terreno frente al paladio, utilizado principalmente en catalizadores para motores de gasolina. «El platino fue superado por el paladio por segunda sesión consecutiva, alcanzando $952 por onza troy”, informó Adrian Ash. Esta tendencia refleja cambios en las demandas industriales y las condiciones del mercado energético.

El regreso de Trump y el oro

El lunes 20 de enero, Trump asumirá la presidencia en una fecha que coincide con el Día de Martin Luther King. Sus planes arancelarios son motivo de preocupación global. «Los minoristas están planificando para mitigar los riesgos, diversificando sus cadenas de suministro y asegurando resiliencia”, afirmó Jon Gold, vicepresidente de la Federación Nacional de Minoristas.

En este contexto, Sudamérica también está evaluando cómo estas políticas podrían afectar sus exportaciones hacia Estados Unidos. Mientras tanto, los metales preciosos continúan destacándose como una opción confiable en tiempos de incertidumbre económica y política.

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Criptomonedas: Bolivia da el salto digital y va por más en 2025

En menos de un año, más de 250.000 bolivianos han ingresado al mercado de activos virtuales, posicionando al país entre los más dinámicos de la región

/ 11 de enero de 2025 / 23:50

La adopción de criptomonedas y activos virtuales ha experimentado un crecimiento sin precedentes a nivel global, y Bolivia no ha quedado al margen de esta revolución financiera digital. Tras la histórica decisión del Banco Central de Bolivia (BCB) de habilitar las operaciones con criptoactivos en junio de 2024, el país ha registrado un notable incremento en el volumen de transacciones y en el número de usuarios que participan en este mercado emergente, marcando un punto de inflexión en la modernización del sistema financiero nacional.

Los datos del Banco Central de Bolivia (BCB) son contundentes: en apenas un año, entre 2023 y 2024, el valor de los criptoactivos en manos de bolivianos alcanzó los $us 3.000 millones, con más de 250.000 personas participando activamente en este mercado. Este crecimiento exponencial, que ha superado el 142% en montos transados, posiciona a Bolivia en el puesto 12 entre los países latinoamericanos con mayor valor en activos digitales, evidenciando la rápida adaptación del mercado nacional a estas nuevas herramientas financieras.

Para profundizar en este fenómeno y entender mejor sus implicaciones, conversamos con Dante Rivadeneira, reconocido consultor en innovación y transformación digital. Su experiencia en el sector y su comprensión tanto de los aspectos técnicos como de los cambios culturales que implica la adopción de criptomonedas, nos permite obtener una visión integral del presente y futuro de los activos virtuales en Bolivia, así como los desafíos y oportunidades que presenta esta nueva era financiera.

¿Cómo está el panorama de las criptomonedas en Bolivia iniciando 2025? 

Como panorama general, tanto a nivel transaccional como de volúmenes operados en el país, la perspectiva es optimista, ya que continuará creciendo tanto el número de operaciones como el valor de las mismas.

La anulación de la prohibición de las transacciones de activos virtuales que realizó el BCB en julio del año pasado ha sido un hito relevante para que el mundo de las criptomonedas en Bolivia despegue. El número y volumen de transacciones ha crecido significativamente. Según el Banco Central, hasta octubre-noviembre del año pasado, se realizaron transacciones en las plataformas de criptomonedas por más de 121 millones de dólares, una cifra importante que seguirá incrementándose. Más allá del crecimiento orgánico en el sector privado, también aumentará de manera relevante a nivel de las operaciones que realicen las instituciones gubernamentales.

El nuevo Presupuesto General del Estado para 2025 ha abierto la posibilidad para que las instituciones gubernamentales realicen transacciones en criptoactivos, específicamente en stablecoins como USDC o USDT. Esto apalancará el número de transacciones y su valor durante este año, lo cual incrementa el optimismo sobre el volumen transaccionado y las capacidades transaccionales de criptomonedas en el país.

¿Cuáles son actualmente las herramientas preferidas en Bolivia por los usuarios para acceder a transacciones con monedas digitales?

Hay que separar las plataformas donde se negocian activos virtuales de las transacciones que se dan en el sistema financiero nacional. Binance parece ser la plataforma preferida. Según el Banco Central, en octubre del año pasado se realizaron transacciones por un valor aproximado de 24 millones de dólares en Binance, mientras que en el sistema financiero nacional se realizaron operaciones por casi 3 millones de dólares. La diferencia es de 8 a 1, lo que demuestra que la preferencia de las personas se inclina hacia las plataformas virtuales.

Prácticamente todas las plataformas están fuera de Bolivia, pero el manejo de las operaciones a nivel del sistema financiero nacional se da en parte. También se procesan pagos como mecanismos relacionados a las transacciones que se realizan en las plataformas. Esos 3 millones no necesariamente representan pagos realizados en el sistema financiero nacional, sino que reflejan parte de los pagos efectuados en las plataformas virtuales no establecidas en Bolivia.

¿Cómo ha cambiado la actitud y la cultura de la gente respecto al uso de las criptomonedas?

Las transacciones con criptomonedas requieren cierto nivel de experticia. Actualmente estamos en una primera fase de las transacciones más básicas, relacionadas con la comercialización de las llamadas stablecoins, criptomonedas que reflejan el valor del dólar. Ha habido avances significativos en el incremento de la cultura que requieren las personas para ingresar a este mundo de las criptomonedas.

Sin embargo, aunque los avances son significativos, todavía no son suficientes. Es necesario continuar trabajando. El BCB y algunos bancos privados han realizado capacitaciones, y desde el sector privado, los grupos relacionados al mundo blockchain y criptomonedas también han contribuido significativamente. No obstante, aún queda camino por recorrer si nos comparamos con países que ya han adoptado estas tecnologías y que nunca tuvieron una prohibición.

Esto se refleja en los volúmenes transaccionados y en la cantidad de operaciones con criptomonedas. Para dimensionarlo: el valor de las transacciones realizadas hasta octubre del año pasado no alcanza ni el 0.1% del valor de las transacciones del sistema de pagos minorista del país. Aún falta mucho camino para que el valor transado en el mercado de criptomonedas se acerque al resto de operaciones minoristas formales que se realizan en el país.

¿Cómo es la situación de las criptomonedas en Bolivia en relación con las experiencias de los países vecinos y en el contexto regional?

Los años de prohibición nos han causado un retraso en comparación con otros países de Latinoamérica, donde el valor de las transacciones y el mercado de las criptomonedas es mucho más amplio. Alcanzar niveles similares, incluso en términos relativos, tomará tiempo.

Aunque nuestra economía no es tan grande como la de otras países de la región, especialmente Brasil o México, estamos avanzando. Sin embargo, el rezago se nota no solo en términos de valor y número de transacciones, sino también en la oferta y tipo de operaciones que aún nos falta abordar en el mundo cripto. No se trata únicamente de comprar y vender criptomonedas en un mercado que convierta entre monedas fiat y cripto, sino también de otros tipos de operaciones más avanzadas, como las que se realizan en el mundo DeFi (finanzas descentralizadas) con instrumentos financieros más sofisticados, que en otros países ya son transacciones usuales.

¿Cuáles serían los principales servicios u otras facilidades relacionadas con las criptomonedas hacia los cuales el país podría orientarse en el futuro próximo?

Existen varios desafíos para ampliar los tipos de transacciones. Un aspecto fundamental relacionado con la tecnología base de las criptomonedas es la tokenización de activos. Este nuevo mundo que se abre a través de las criptomonedas permite tokenizar activos reales, principalmente físicos. La tokenización nos abre posibilidades como la tokenización de acciones, la realización de ICOs (ofertas iniciales de criptomonedas) y la tokenización de otros activos, tanto digitales como físicos, que se puedan transaccionar.

También existen otros tipos de mecanismos y transacciones, a veces muy especulativos, dirigidos a un sector más reducido con mayor educación o conocimiento especializado. La especialización en varios mecanismos se irá desarrollando gradual y paulatinamente en el país.

Un tema importante es la evolución de la regulación. Si bien existe un segmento de cripto-adoptantes que prefieren ninguna o mínima regulación, en la mayoría de los países esta se ha ido implementando, por lo que es casi inevitable. Es importante observar cómo la regulación acompañará este desarrollo, si reprimirá o promoverá el mercado relacionado con los criptoactivos.

¿Podrías desarrollar el concepto de la tokenización para nuestros lectores?

Bien, la tokenización es un proceso mediante el cual el valor de un activo se refleja en tokens digitales, es decir, fragmentos digitales que reflejan su valor real. Este valor del mundo real se traslada al mundo digital. Por ejemplo, se podría tokenizar el valor de un inmueble, y esta tokenización podría facilitar su transacción, aunque estaría sujeto a un registro físico vinculado al mundo real.

Esto permitiría, por ejemplo, vender un proyecto inmobiliario en fracciones más pequeñas de valor, facilitando las transacciones inmobiliarias. Es un proceso de llevar valores del mundo físico al mundo digital en forma de tokens, lo cual es posible gracias a la tecnología blockchain. Un papel relevante lo juegan las circunstancias en las que se pueden transaccionar estos valores tokenizados.

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El oro cede, pero se mantiene cómodo arriba de $us 2.600

Los analistas esperan que los bancos centrales de alrededor del mundo continúen comprando oro en 2025, impulsando la demanda.

/ 4 de enero de 2025 / 21:46

En el inicio de 2025, el mercado del oro ha mostrado señales mixtas en medio de una coyuntura marcada por tensiones geopolíticas, datos económicos inciertos y transiciones políticas significativas. El precio del metal precioso, que cerró 2024 con un impresionante aumento del 27%, enfrenta ahora una oscilación entre la presión bajista y los factores de apoyo.

El lingote cayó un 0,3% el pasado viernes, ubicándose en $us 2.654 la onza, después de haber mostrado un avance inicial en el primer día de negociación del año. Los inversores mantienen la atención en los datos manufactureros de EEUU, que podrían ofrecer pistas sobre la trayectoria de la Reserva Federal (Fed) en cuanto a flexibilización monetaria. En paralelo, la plata, el paladio y el platino han registrado ganancias, mientras que el índice Bloomberg Dollar Spot disminuyó un 0,1%.

Las tensiones geopolíticas también han influido en la cotización del oro. Dos ataques mortales en Estados Unidos generaron preocupaciones sobre la seguridad interna antes de la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero. Además, se conoció que el presidente Joe Biden discutió planes de contingencia para atacar instalaciones nucleares de Irán si se observan avances significativos hacia el desarrollo de armas atómicas. Estas discusiones, junto con el conflicto prolongado entre Rusia y Ucrania y los ataques recientes en Gaza, han intensificado la demanda de activos refugio.

Políticas monetarias

El desempeño del oro está estrechamente vinculado a las decisiones de la Reserva Federal. En 2024, los recortes de tasas estimularon las compras de lingotes, llevando el metal a su mejor rendimiento anual desde 2010. Sin embargo, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Richmond, Tom Barkin, recordó el último viernes que las tasas de interés se han reducido un punto porcentual en el último año, dejando la tasa de fondos federales entre el 4,25% y el 4,5%. La inflación parece estabilizarse en torno al objetivo de la Fed del 2%, lo que podría reducir la necesidad de recortes adicionales.

En China, la posible recuperación económica tras un crecimiento mínimo en la actividad manufacturera podría influir en la demanda de metales preciosos. El Banco Popular de China prevé recortes de tipos de interés para 2025, mientras que el presidente Xi Jinping reafirmó su compromiso de priorizar el crecimiento económico con políticas más proactivas. Los mercados seguirán de cerca los efectos de estas medidas en la demanda de oro y plata.

Previsiones y desafíos para el oro

Los analistas de metales anticipan que los precios del oro podrían aumentar más lentamente este año, ya que factores como el crecimiento económico global y la inflación podrían moderar su desempeño. El Consejo Mundial del Oro indicó que prevé que los bancos centrales continúen con compras récord en 2025, lo que podría sostener los precios del lingote.

No obstante, el metal enfrenta desafíos significativos. La fortaleza del dólar estadounidense limita su potencial alcista, encareciendo las compras para inversores que utilizan otras monedas. Además, los analistas advierten que planes arancelarios del presidente entrante Donald Trump pueden alterar el comercio global y las cadenas de suministro, introduciendo nuevas variables en el mercado del oro.

Tendencias y expectativas

En el corto plazo, el oro muestra un sesgo alcista tras superar las medias móviles exponenciales de nueve y catorce días. Con un índice de fuerza relativa de 14 días por encima de 50, los analistas observan un posible movimiento hacia el nivel de $us 2.700. Sin embargo, el soporte técnico clave se ubica en $us 2.600.

El desempeño de otros metales también está bajo la lupa. La plata, que se negocia en torno a $us 29,60 por onza, ha ganado impulso gracias a su doble rol como activo refugio y metal industrial. Su demanda podría crecer a medida que la economía china se recupere, mientras que las tensiones en Medio Oriente continúan impulsando las compras.

La incertidumbre global y las transiciones políticas seguirán marcando el rumbo del oro en 2025. Los inversores esperan con ansias los datos económicos de EEUU y las políticas monetarias de la Fed para tomar decisiones informadas. Mientras tanto, el metal precioso continuará navegando entre las corrientes de apoyo y presión, consolidándose como un barómetro clave de la confianza del mercado y la estabilidad global en tiempos turbulentos.

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