Difícil momento para el libro: la industria es acechada por la era digital y abandono del Estado
El editor Fernando Barrientos lamentó que “los tiempos han cambiado” para la industria del libro por la incursión de la era digital e Inteligencia Artificial (IA).
Feria del Libro. Foto APG
La época del libro y la práctica de la lectura atraviesan por un momento complicado, difícil y desafiante por la invasión de los dispositivos móviles, redes sociales, la crisis económica, abandono del Estado, ausencia de incentivo y nuevas tecnologías y costumbres.
Dichas afirmaciones fueron expuestas por Fernando Barrientos (editor y fundador de Editorial El Cuervo), Claudia Peña (poeta, cuentista y ensayista) y Diego Loayza (escritor, pintor, fotógrafo) en el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.
Barrientos lamentó que “los tiempos han cambiado” para la industria del libro por la incursión de la era digital e Inteligencia Artificial (IA). Reclamó que, en Bolivia, por ejemplo, la industria no ha sido acompañada por el Estado, ni en inversión, ni en legislatura.
“Tenemos un Ley del Libro que lleva 11 años sin aplicarse”, añadió.
Afirmó que, pese a contar con muchos escritores nacionales, el Estado no explota el potencial literario que afecta a la industria. En su criterio, el futuro del libro es incierto; pero si se aplicara la ley habría un fondo de fomento para potenciar la escritura y lectura.
“Debería haber convocatorias públicas para que se lleven las producciones a colegios fiscales como pasa en países de toda la región”, añadió.
Explicó que, en Bolivia, el Estado es editor y, por ende, competidor. “No es una competencia de iguales”. Según Barrientos, un libro subvencionado no es lo mismo que una producción propia en términos económicos.
“Su rol de editor no lo hace bien porque hay errores y se pierde dinero”, señaló.
Develó que la Biblioteca del Bicentenario hizo 50 libros en ocho años. “No tienen claro el tema de costos y no se desarrolló como debería”.
Reclamó que, desde 2020, con el cierre del Ministerio de Culturas bajo la administración de la expresidenta Jeanine Áñez se anularon los premios nacionales, entre ellos el Premio a la Novela. Desde entonces, no se han reanudado los incentivos a las producciones intelectuales en ninguna categoría.
“No hay premio de novela, es algo terrible para los escritores y afecta a la identidad cultural. Es una perdida lamentable”, indicó.
En coincidencia, Peña también lamentó que no se hayan retomado los incentivos, debido a que —según dijo— son maneras de construir una carrera como escritor porque sirve como respaldo de currículum.
A su vez, cuestionó la aplicación de la Ley del Libro, la cual establece el fomento de la lectura para niños y población en general. “Los libros deberían estar a disposición de los niños”, cuyo escenario no se ve en las bibliotecas públicas.
Por su parte, Loayza, quien es escritor, pero vive de la docencia, aseguró que no se puede vivir siendo escritor por las precarias condiciones de la industria y porque el Estado “no se da cuenta” de la importancia del lector y escritor para el acervo cultural y la pedagogía nacional.
“Es un oficio que se ejerce por amor”, aseguró.
La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires se desarrolla desde el 23 de abril al 13 de mayo. Barrientos, quien se encuentra en el evento, lamentó que hubo un 25% de reducción de producción de libros y que los precios son altos por la crisis económica.
El costo de los libros bordea los $us 25 y $us 30. “Esos precios son pocos competitivos y la gente piensa antes de comprar o, finalmente, se va porque los sueldos son bajos y los costos son altísimos”.
Explicó que la industria del libro es un negocio complicado porque, bajo su experiencia, la editorial se queda con un 22% de las ganancias y el autor apenas llega a un 10%. “Es una industria difícil en un momento difícil”.
Sin embargo, los tres invitados auguraron un futuro esperanzador. Peña aseguró que, mientras los humanos seamos sensibles a la belleza, el libro tiene el futuro asegurado. Loayza afirmó que el libro va a trascender la era digital porque no es efímero como el contexto actual. Por último, Barrientos dijo que el libro va a sobrevivir a esta época.
“El libro quizá tenga un bajón, pero persistirá y el conocimiento se quedará en el libro más que en una plataforma digital”, puntualizó Loayza.
Lea también: Cámara del Libro de La Paz pide a Arce y Orellana coordinar la aplicación de la Ley del Libro