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El sector oleaginoso aporta con dólares

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La Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob) aseguró que el sector oleaginoso siempre ha mantenido la liquidez de divisas en el país, toda vez que los dólares de exportación de subproductos de soya han estado ingresando de manera normal a Bolivia a través del sistema bancario privado.

“Esos recursos ingresan al sistema bancario nacional y se utilizan para cubrir los costos de producción, la compra de la materia prima: grano de soya, que se compra a miles de productores y representa un 80% de los costos de las industrias, se pagan salarios, impuestos, logística de transporte, etcétera”, explica el presidente ejecutivo de la Caniob, Jorge Amantegui.

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Sector oleaginoso

Desde su perspectiva hay preocupación que este 2024 el sector se vea afectado por las proyecciones de rendimientos menores en la cosecha de verano de soya y valores de precios internacionales muy bajos con relación al año pasado, lo cual repercutirá en un menor volumen de divisas que ingresarán al país.

Agrega que su sector “es el tercer exportador del país, después de hidrocarburos y minerales y, por lo tanto, no es el único que debe ingresar las divisas de exportaciones a Bolivia”.

Agilidad

El presidente de la Caniob señala que ya recibieron los Certificados de Exportación y que la flexibilización de los trámites hará más ágil el proceso, pero que la medida no incrementará los volúmenes de exportación de los subproductos de soya.

Amantegui observa que se mantiene la regulación del mercado interno con el abastecimiento a los sectores avícola, porcicultor y lechero, con harina de soya y cascarilla en los volúmenes, precio y con las listas de beneficiarios fijados por el Gobierno nacional, lo que implica continuar justificando su cumplimiento mediante informes quincenales a varias instancias del Gobierno.

“Las industrias asumen la diferencia del precio regulado, lo cual posibilita que la canasta familiar pueda abastecerse de pollo, cerdo, leche y huevo a precios muy accesibles para la población, pero asumir ese costo se transforma en una desventaja competitiva que desincentiva el crecimiento”, afirmó Amantegui.

Por otra parte, el sector agroindustrial oleaginoso reclama una liberación plena de las exportaciones, lo que incentivaría a toda la cadena oleaginosa a crecer y lograr mejores oportunidades en los mercados internacionales, siendo más competitivo y consiguiendo eficiencias en sus costos logísticos en general.

Certificados

Aclara que la agilización en la tramitación de los Certificados de Abastecimiento Interno y Precio Justo (CAIPJ) no producirá un incremento de las exportaciones de oleaginosas, porque para ello sería necesaria una mayor cantidad de grano de soya.

“En Bolivia, en los últimos años, la producción anual de grano de soya es de tres millones de toneladas, de la cual derivan los subproductos que se exportan: harinas y aceites. Para incrementar las exportaciones se requiere que el sector productivo primario, los productores agrícolas, logren una mayor producción de grano, lo que depende de muchos factores como el clima, la biotecnología y otros”, puntualiza Amantegui. Complementa indicando que en  2024 las exportaciones del sector agroindustrial oleaginoso serán menores a años anteriores, dado un déficit de alrededor de 600.000 toneladas de grano.