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Amor por el cine desde Copacabana

Desde su ciudad natal, el productor Stif Pizarro prepara sus proyectos futuros con la esperanza de compartir su pasión para que otras personas también la vivan

/ 10 de marzo de 2021 / 16:55

Enfrentado a decidir entre el cine de ficción y el documental, Stif Williams Pizarro Estrada, comunicador y cineasta, prefiere el último por su cercanía a la realidad. A sus 36 años, Pizarro ha logrado una trayectoria y una proyección que parten de dos constantes: el cine y su amor por la ciudad de Copacabana. “Cuando el trabajo me llama me traslado a donde tenga que estar y trabajar, pero mi base es Copacabana porque es parte de mi vida. Es aquí donde voy a seguir viviendo hasta que el tiempo me lo permita”, explica Pizarro.

El cine, su otro amor, suele alejarlo de su hogar por temporadas de distinta duración. Días, semanas, meses… cada producción es diferente, pero el empeño con que trabaja en cada una nunca cambia. Especializado en producción, sea como jefe de producción o productor de campo, Pizarro es el encargado de garantizar que los rodajes diarios se vayan a realizar.

Para ello tiene que estar muy al tanto de la logística del día, de cómo sobrellevar el transporte, en qué momento llegará la alimentación para las personas que actuarán y trabajarán a lo largo de ese día, qué equipos son necesarios y en qué locaciones, a la vez que consigue y confirma los permisos para filmar en ellas.

Todo comenzó en 2010, en un taller de formación de comunicadores que llegó a su población. Tras ello, continuó sus estudios con los responsables de ese taller: el Centro de Formación y Realización Cinematográfica (Cefrec) de los Pueblos Indígenas y en cursos de Cine en la Universidad Túpac Katari, en Huarina.

El resto de las oportunidades fue llegando casi inevitablemente. Trabajó con el director alemán Manfred Ulic en Mar andino (2014); con Paolo Agazzi y Juan Pablo Piñeiro en Sigo siendo el rey (2015); como parte del equipo de la serie La entrega (2016) de Gory Patiño; con el canadiense Frédéric Julien en Las tres Magaly (2017); con Carlos Piñeiro en Sirena (2021); y durante 2019 con la directora Catalina Razinni en Curando al sol, película boliviana que se prevé estrenar este 2021.

Entre todas éstas, Pizarro resalta Sirena por ser una película que muestra al mundo aymara desde sus costumbres y no como algo pobre o necesitado de ayuda de afuera, resaltando más bien lo comunitario. “Pocas veces se ve en el cine tanto sentido de comunidad”, sostiene Pizarro. “Por momentos yo me sentía jefe de producción, luego gaffer o asistente de cámara o asistente de producción. Los roles se intercambiaban. Hemos tenido un grupo muy unido y comprometido”.

Sirenano es un documental, es una ficción que intenta rescatar cómo eran las cosas en los años 90, cuando la distancia cultural entre campo y ciudad era muchísimo más marcada que ahora.

LAURO. El cineasta recibió el premio a Mejor documental indígena del Festival de Cine de Colombia en  2011 por Quién soy. Foto: Stif Pizarro

“El cine boliviano debería realizar más de estas películas. Hay mucho por contar, pero no desde una visión hollywoodense, sino enfatizando esos temas de culturas, con esa realización que le dio Piñeiro; no una película masticada, sino algo para pensar y que tu imaginación trabaje”.

Él mismo lo intenta como fundador de Jiwasa Cine, un colectivo en el que enseña artes audiovisuales a los jóvenes de Copacabana con los equipos que utiliza en su productora audiovisual Audicom. Todo esto se concreta sin ayuda de ningún tipo de instancia gubernamental.

“Lo hacemos a todo pulmón, autogestionado”, explica el realizador. Tocar la puerta de las autoridades suele ser una pérdida de tiempo, así que lo mejor es tomar las cosas con sus propias manos.

Con los jóvenes del colectivo, y junto a la antropóloga y directora francesa Jordie Blanc, Pizarro ha realizado un documental llamado Cosechando esperanzas (2018) sobre el agua y su tratamiento en el camino al lago Titicaca, cuando el tema era un problema comunitario en Copacabana.

Presentado en Francia, el filme sigue a los jóvenes que se preguntan cómo preservar el lago, símbolo de su cultura, consultando con diferentes expertos.

Por su parte, Pizarro ha filmado también dos documentales: Quién soy (2011), con el que ganó en la categoría de Mejor documental indígena del Festival de Cine de Colombia; y El Señor de Colquepata (2018).

En ambas películas Pizarro intenta hacer un registro de esa realidad que quiere que destaque más en el cine boliviano, esos otros mundos que son diferentes a los que se suelen ver en la ciudad.

PROMOCIÓN. Stif Pizarro apareció en varios medios para hablar del trabajo de Jiwasa Cine. Foto: Stif Pizarro

¿Cuál es el próximo reto en su carrera? Además de dar el salto de fotógrafo autodidacta a especializarse en dirección de fotografía, Pizarro quiere terminar un guion para dirigir su primer largometraje de ficción, el cual espera poder realizar junto a Socavón Cine.

Pero la meta de su vida es democratizar los accesos al cine. Jiwasa Cine es el primer paso: él quiere hacer más para que hombres y mujeres de diferentes edades puedan hacer arte en Copacabana sin el apoyo de ninguna autoridad que los llene de promesas y más promesas.

“En Copacabana no tenemos acceso al fomento a la cultura o a la formación artística. Entonces mi primer objetivo es democratizar el cine para poder hacer que la gente de acá o de otras comunidades puedan estar inmersos dentro del cine”, expone.

Para esto creará primero un Club del Cine en Copacabana, para que los interesados puedan ver otro tipo de películas. El objetivo es que el concepto de cine indígena sea cada vez más real.

“Falta profundizar en esa práctica. Las instituciones aún se apropian de las ideas del cine indígena. Eso deberá cambiar”. Desde la tierra que ama, Pizarro seguirá con su pasión y la compartirá con toda comunidad de la que forme parte.

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Épica vuelve con otra megaproducción: dos óperas legendarias en una sola velada

Épica hace una nueva apuesta en Bolivia después de haber producido y presentado mega producciones como la ópera 'Carmen' de Bizet y el exitoso musical 'Moulin Rouge'.

Un ensayo para la puesta en escena de las óperas “Cavallería Rusticana” e “I Pagliacci”.

Por Adrián Paredes

/ 20 de octubre de 2023 / 12:36

Dos óperas en una sola presentación es la propuesta de Épica Producción Artística que este 27, 28 y 29 de octubre presentan, en la ciudad de La Paz, Cavallería rusticana, un clásico del legendario compositor Pietro Mascagni, así como la famosa I Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo, óperas cortas que, por tradición, se presentan juntas desde el siglo XX y son conocidas como “las mellizas de oro”.  

Traducida como Caballerosidad rústica, ésta es una de las óperas más populares de todos los tiempos con su trama de amor, traición y muerte; lo mismo que “Payasos”, obra inspirada por la obra de Mascagni y que narra la historia de un esposo celoso. Ambas son las máximas representantes de la tradición verista italiana.

Épica Producción Artística hace una nueva apuesta en Bolivia después de haber producido y presentado mega producciones como la ópera Carmen, de Bizet, y el exitoso musical Moulin Rouge. Ambas presentaciones tuvieron tan buena recepción del público que ahora el deseo de la casa productora es el de poner en escena dos de las óperas más populares y queridas de la historia, en una sola presentación de dos actos que empezará a las 19:00, con las puertas cerrándose a las 19.30.

Para esta puesta en escena, Épica eligió las tablas del Teatro Municipal “Alberto Saavedra Pérez”, donde se desplegará cerca de 100 personas entre solistas, coralistas y 33 músicos orquesta, además de un gran equipo de producción en general, todos comprometidos para lograr que las tres veladas abiertas al público sean experiencias inolvidables. 

Puede leer: Ana Vargas presenta ‘Inefable’, una colección de obras que capturan la esencia de la memoria

Las entradas estarán a la venta tanto en el Megacenter (Av. Rafael Pabón, Irpavi), así como en el portal web TodoTix. Hasta el 15 de octubre habrá un descuento de preventa (Galería: Bs 50; Anfiteatro: Bs 70; Platea: Bs 100; Palco: Bs 120), pero desde el 16 de octubre se cobrarán los precios regulares (Galería: Bs 50; Anfiteatro: Bs 80; Platea: Bs 120; Palco: Bs 140).

Para más información acerca de esta presentación, solo tiene que llamar o escribir al 62086663, al 70621222 o al 69777799. También puede escribir a las redes sociales de Épica Producción Artística.    

Estrellas

El primer éxito de la casa productora, la famosa ópera Carmen, volteó taquilla en su estreno, a tal punto que, tiempo después, tuvo que volver a ser puesta en escena con más funciones para cubrir la demanda. Desde entonces que saben que el público boliviano no solo quiere más ópera, la necesita. 

Los ensayos

Para ello se han rodeado de un equipo estelar tanto en el escenario como detrás. “Tenemos a algunos de los solistas más impresionantes del país. Estoy hablando de Giovanna Montaño, Marco Antonio Callisaya, José Luis Duarte y Diego Sarmiento, estos dos últimos cantaron recientemente junto a Plácido Domingo”, cuenta Adriana Antequera, una de las productoras del show, así como parte Épica Producción Artística.

“Y detrás del escenario contamos con un equipo de arte dirigido por la experta Janne Cerrogrande (utilera y productora de arte en cine por muchos años), a la vestuarista Ángela Vattuone, a Renan Callecusi en dirección coral, Giovanno Salas y Sasha Salaverry en la dirección escénica y Pedro Carrillo en la dirección general”, complementa Antequera.

El objetivo de Épica Producción Artística es ayudar a la gente, en estos tiempos tan demandantes, a recordar que la belleza del canto y cómo el amor por la música y el arte “nos da aquellas respuestas que no podemos poner en palabras, nos da un sentido profundo, nos hace mejores”.

*Colaboración para La Razón

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De Bolivia a México: Spider-Man genera largas filas en los cines

Los fanáticos del héroe de Marvel quieren su boleto para ver el filme este 16 de diciembre.

/ 30 de noviembre de 2021 / 11:29

Faltan 15 días para el que pinta como el estreno pipoquero del año, pero eso no impidió que los paceños hicieran fila ayer para conseguir su entrada para Spider-Man: Sin camino a casa en predios del Multicine y Megacenter. Pero también en el resto del mundo.

Alrededor de las 17.00 del domingo 28 de noviembre ya había una multitud considerable a lo largo de la avenida Arce. Varias personas, con banquitos plegables y armando carpas podían verse asentándose en la vía pública. Todos compartiendo el objetivo de obtener entradas para la nueva entrega del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM).

“Estoy aquí desde las 18.30 (del 28 de noviembre)”, dice Felipe Ocampo de 23 años. Su espera ha dado frutos pues a las 13.00 del 29 de noviembre estaba a tres turnos de poder comprar su entrada para el filme protagonizado por Tom Holland, Benedict Cumberbatch y Zendaya.

A Bs 42 cada entrada, el flujo de venta es fuerte. No solo presencialmente, también online, pues desde el lunes 29, a las 00.01, se habilitó la compra virtual de las entradas para las sucursales de Multicine y Cine Center a nivel nacional.

Efectivamente “se colgó el sistema, pero eso es por el tráfico de gente intentando ingresar al mismo tiempo. Que se haya caído es normal porque el sistema solo permite una cantidad establecida de personas comprando”, explicó Mayron Terán Siles, encargado de marketing de Multicine. “Todos, hasta el gerente, están trabajando en boletería, porque estamos tratando de agilizar (la venta)”, añadió.

Tanto las filas como los colapsos en las páginas de compra virtual no son fenómenos exclusivos de La Paz, Cochabamba, Tarija y El Alto. En Chile, Argentina, Perú, Estados Unidos, México y casi todo el continente americano, los fanáticos entraron en frenesí para obtener su boleto para el filme 27 del UCM.

“Me gusta Spidey porque es el héroe que siempre se levanta”, dijo Romina Barrientos de 19 años, mientras hacía cola para entrar al Multicine. Una fila que al mediodía de ayer se extendía hasta casi la plaza Isabel la Católica. Sus palabras hacen eco de muchos fanáticos, ya sea eufóricos o frustrados, que se valieron de las redes para expresarse.

ACLAMANDO A SPIDEY

Memes, hashtags, lives y muchos TikToks desde las filas, los fanáticos del superhéroe de Marvel Comics no midieron palabras para aclamar a su héroe, así como para desear en voz alta que, además de Tom Holland, actual actor tras la máscara del arácnido, la película incluya la aparición de dos anteriores encarnaciones de Peter Parker: Tobey Maguire, quien hizo de Spidey del 2002 al 2007, y Andrew Garfield, del 2012 al 2014.

“Si no están (Maguire y Garfield), grave va ser al salir, la gente se va a enojar”, dijo Rodrigo Nina de 20 años, parado en la fila, a media cuadra del Multicine, con una carpa plegada bajo el brazo izquierdo.

“La idea es habilitar más funciones, todo está en función a la demanda, pero no podemos prometer nada porque primero necesitamos el okey de la distribuidora de la película”, aclaró Terán sobre las ventas en Bolivia. Con las filas creciendo en lugar de decrecer, no es raro que estas medidas hayan tenido que ser acatadas.

Mientras tanto, en el mundo, especialmente en Estados Unidos, las salas de cine están agradeciendo la llegada del superhéroe a sus pantallas sin que, al mismo tiempo, esté disponible en el stream de Disney Plus.

“Este entusiasmo comunitario por ver a Spider Man en las salas son la señal de un futuro brillante”, dijo en una conferencia de prensa Shawn Robbins, analista en jefe del sitio especializado BoxOffice.com.

Con la crisis que trajo el COVID-19, los cines también se vieron al borde la quiebra. En muchos casos, Spider-Man será la diferencia entre caer o no caer para las salas de cine del continente.

Todo eso, sin olvidar, que, tanto en América como en Europa y Asia, el rebrote del COVID-19 es cada vez más real, así como el temor a nuevas y peligrosas variantes del coronavirus como la sudafricana Ómicron.

¿Podrá llegar el arácnido a nuestras salas de cine antes que esta variante de nombre ominoso? “Nos vamos a cuidar harto”, opinó Claudia Sarmiento en la fila del Multicine. “Vamos a venir con doble barbijo y harto alcohol. La cosa es ver a Spidey”.

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Marsia Taha: la búsqueda de los sabores y colores de Bolivia

Esta paceña de corazón se ganó el Latin America’s Rising Star Female Chef, o sea que es la más brillante promesa en el mundo culinario del continente latinoamericano.

/ 30 de noviembre de 2021 / 11:17

“No he nacido en La Paz, pero soy de La Paz”, aseveró la búlgara Marsia Taha, jefa de cocina en el restaurante Gustu. Hace unas semanas que se ganó el título Latin America’s Rising Star Female Chef, la más brillante promesa en el mundo culinario del continente.

Como parte del Latin America’s 50 Best Restaurants 2021: Pasado y Futuro, un evento mundial patrocinado por S.Pellegrino & Acqua Panna, Taha, de 32 años, recibe este premio con mucho orgullo pues no solo ayuda al restaurante donde trabaja, sino que posiciona en el mapa gastronómico mundial a la cocina y comida boliviana.

“Es un premio personal, pero al final, cuando ves los resultados de todo y la visibilidad que da, este es un triunfo a nivel país, porque la gente pone su ojo en Bolivia y su gastronomía. Así que cualquier premio que ganemos, sea individual o como restaurante, en realidad es un premio del que tenemos que estar orgullosos todos en el país, pues es para todos”, dijo a La Razón.

“Ella ha contribuido a levantar el perfil de la cocina boliviana a través del restaurante y también con su proyecto de investigación. Ahora, como chef de Gustu, restaurante que ha transformado con ingredientes poco conocidos que muestran lo mejor de Bolivia, está marcando el camino para los jóvenes chefs y ayudando a colocar a su país en el mapa de la gastronomía”, detalla la página web del certamen.

Además del Gustu, restaurante que hoy está en el puesto 36 del ranking de los 100 mejores restaurantes del subcontinente, esta chef fundó en 2018 el proyecto multidisciplinario Sabores Silvestres, con el que explora y recorre Bolivia junto a chefs, biólogos, etnobotánicos, agrónomos y científicos que buscan investigar, comprender y preservar los productos y el patrimonio alimentario boliviano en regiones remotas de la Amazonía, los Andes y el Altiplano, siempre visitando y comprendiendo la cultura culinaria de comunidades rurales.

“Es algo demasiado grande y ambicioso. Cada vez que viajamos nos damos cuenta de lo mucho que nos falta y lo poco que sabemos. Es un proyecto que queremos continuar, dar más impulso. Viajando cuatro años seguidos no hemos podido cubrir ni el 5% del país”.

Para Taha es apasionante que haya tanto por descubrir y redescubrir en la gastronomía boliviana. No solo las técnicas postcoloniales, que son las que la gran mayoría conocemos, sino también las prehispánicas, que en muchos casos los centros urbanos han olvidado.

“Aprovecho este foco que se está poniendo al restaurante y a mí como cocinera para ayudar a encontrar financiación al proyecto” que en este momento no cuenta con patrocinio nacional o internacional.

Mientras tanto, Taha planea seguir en Gustu, hilo conductor de su trabajo en Sabores Silvestres, donde puede mostrar el resumen de todo lo que va descubriendo de los colores y sabores de Bolivia.

“El restaurante me ha dado esa filosofía de trabajar con productos 100% boliviano, poder concentrarnos mucho más en lo que es el producto de origen, producto nativo que a lo mejor no se encuentran en mercados, sino en comunidades”, dijo. “En un país como Bolivia, tan diverso biológicamente, creo que es importante seguir investigando y seguir redescubriendo estas técnicas ancestrales que todas estas culturas milenarias nos heredan”.

Sin embargo, esta lectura sobre sus galardones y trabajo es solo el comienzo. El verdadero impacto es ir a visitar el restaurante Gustu, ubicado en la calle 10 de Calacoto #300, donde por Bs 140 se puede acceder a un menú de degustación de tres platos.

“No somos experimentales con los sabores, porque queremos que la gente disfrute y no tenga miedo de probar. Lo nuevo está en los sabores de los ingredientes que utilizamos”, afirmó.

Los interesados también pueden ir a conocer las cocinas, donde Marsia Taha mostrará cómo una promesa de la gastronomía maneja su cocina.

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Daniel Piazzolla: ‘Creo que estamos en nuestro mejor momento’

Una entrevista con el líder y baterista de la agrupación argentina Escalandrum.

/ 30 de noviembre de 2021 / 11:10

Liderados por el nieto de Astor Piazzolla, la agrupación Escalandrum llega a La Paz este 1 de diciembre en una presentación que se realizará en el Teatro Illimani del Campo Ferial Chuquiago Marka. La Razón habló con Daniel Piazzolla, baterista y nieto del astro argentino.

— Después de 100 años, ¿qué impacto mantiene la música de Piazzolla a nivel mundial?
— Siento que la música de Astor Piazzolla tiene un impacto tremendo. Por ejemplo, el año 2019, fue el compositor más tocado del planeta. Más que los Beatles, más que cualquier compositor de música clásica. Así que está muy vigente en todo mundo. Viajo bastante y doy fe de que lo va ser por un buen tiempo más.

— ¿Cómo nace la banda?
— Escalandrum nace en Buenos Aires. Éramos un grupo de amigos que nos juntábamos en un bar a tomar algo después de los conciertos que cada uno daba con diferentes grupos, algunos relacionados al jazz, al pop, al rock. Y la verdad es que tenemos mucha afinidad musical y se me ocurre armar un grupo por esta afinidad musical.

Así que arrancamos como un grupo de latín jazz, con la prioridad de hacer música propia, pero a partir del 2001 comenzamos a más jazz con sonidos argentinos hasta el 2010 que grabamos Piazzolla plays Piazzolla, que era un disco entero con música de Astor Piazzolla. Con ese disco nos va muy bien, ganamos el Gardel de Oro, además nos nominaron para el Latin Grammy, grabamos otro disco de música original en Abbey Road y este año sacamos nuestro disco llamado Cien, por el centésimo aniversario de Astor Piazzolla.

— ¿Cómo ha sido cargar con la responsabilidad de perpetuar el legado de tu abuelo?
— La palabra cargar viene de peso y la verdad que fue una linda responsabilidad. A mí me motiva el ser un Piazzolla y tener que representarlo. Así que es un placer enorme poder hacer la música de mi abuelo de manera diferente con un grupo que no tiene bandoneón, no tiene violín, sino nuestra propia formación sin faltarle el respeto a la obra del maestro.

— ¿Qué prepara Escalandrum para el futuro?
— Para el año que viene los proyectos son muy variados. Haremos un nuevo disco de música original, música que ya venimos tocando en los clubes de jazz de Buenos Aires. Y, seguramente, durante el año que viene estaremos tocando (en vivo) esta música todas las semanas.

— Ya estuvieron en Bolivia, ¿qué nos pueden contar de esa experiencia?
— La primera experiencia en Bolivia fue increíble y mágica. Me acuerdo que había una masterclass de batería que estuvo hermosa y luego el concierto que fue muy emotivo, la gente muy prendida. Y creo que ahora va a estar mucho mejor por ese ida y vuelta con el público.

— ¿Qué temas escucharemos este 1 de diciembre?
— Tocaremos el disco Cien, nuestro nuevo álbum que se puede escuchar en plataformas digitales. Hay de todo. Una versión de Adiós Nonino increíble y muchos temas como Primavera Porteña y Milonga en Re . Y, bueno, encontrarán un grupo que toca hace 22 años juntos y hace 11 que tocan Piazzolla, así que estamos muy afilados, no dejamos de ensayar todas las semanas y que creo que estamos en nuestro mejor momento.

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Afiches sonoros ¿Cómo suena una pandemia?

El radialista Roberto Condori creó un proyecto audiovisual que reflexiona sobre las otras pandemias que el COVID-19 puso en evidencia

/ 29 de noviembre de 2021 / 15:27

Cómo suena el mercado Lanza? ¿Qué sonidos lo diferencian de otros centros de abasto? Esa es la pregunta que se hace alguien que está trabajando un paisaje sonoro mientras graba y recopila una combinación de sonidos que, al escucharlos, buscan hacer pensar en la identidad que tiene este espacio tan conocido de la urbe paceña.

“En el Lanza el ruido es diferente porque es un espacio cerrado, con ecos y acústica diferente a la del, por ejemplo, mercado Rodríguez”, señala Roberto Condori Carita, comunicador social nacido en La Paz, quien después de la pandemia de COVID19 quiso hacer preguntas más complejas a la hora de crear estos paisajes sonoros. Fue así que nació el proyecto Afiches sonoros: un virus, diferentes pandemias. 

“La Garita tiene un sonido a la mañana, otro al mediodía y otro a la noche. Los sonidos de un lugar se van transformando con las actividades”, explica.

Si un paisaje sonoro presenta sonidos característicos de algún lugar, entonces un afiche sonoro es “un proyecto audiovisual que retrata gráfica y sonoramente” alguna idea o concepto. En el caso del proyecto de Condori son varias reflexiones sobre “las otras pandemias” que el coronavirus ha revelado.

Tras la escucha, el comunicador social ha identificado varias, pero para su proyecto retrató ocho: el sensacionalismo, la precariedad laboral, la contaminación ambiental, la violencia machista, el racismo, el miedo, la contaminación acústica y el hambre.

 Para hacer sus afiches no solo se valió de una imagen, sino que la combinó con paisajes sonoros, con efectos de sonido, con testimonios en primera persona y con clips de audio de videos que ayudan a darle una identidad a cada una de estas problemáticas. La meta final de Condori es “sensibilizar a la gente que visite estos afiches de manera virtual”.

“Es artístico y político al mismo tiempo. El proyecto no trata de registrar un sonido y pasarlo. Pero tampoco es una ficción; se trata de una narrativa sonora, de una reconstrucción e intervención de paisajes sonoros a partir de un mensaje y una visión crítica”, aclara Condori.

Escuchar más profundo

Con una grabadora Zoom H6 y el aval del Fondo Concursable Municipal de Promoción al Desarrollo, Salvaguarda y Difusión de las Culturas y las Artes (FocuArt) del año que corre —mismo que no ha sido pagado y no lo será hasta 2022—, Condori recorrió La Paz con un oído entrenado en más de 10 años de trabajo en las radios Deseo y Líder—con varios reconocimientos para Nación Marica, programa que realizaba con Édgar Soliz—, pensando en la mejor manera de representar estas reflexiones. “Hay aparatos más avanzados, pero este me ha servido mucho para este proyecto en el que hay que ser muy preciso y fino con el sonido”.

Para el afiche sobre el sensacionalismo, por ejemplo, pensó en cómo “todas las mañanas nos llegaban los reportes de contagio con cuántos infectados y muertos en todos los canales. Eso también es parte del paisaje sonoro de ese momento. Yo agarré esos sonidos y los he comparado con la narración de un partido de fútbol”.

“Son cortes mediados por el silencio, donde escuchas reportes mientras un equipo mete un gol y como que esto se va convulsionando. Al final viene siendo lo mismo. Los medios de comunicación han jugado un papel importante en la pandemia. Pero las personas no eran personas, eran números. Era una competencia: ¿qué departamento tenía más contagios?”.

O los vendedores ambulantes, cuya “realidad laboral siempre ha sido precaria” y que en la pandemia se vieron obligados a dejar de vender dulces u otros productos para comercializar barbijos, atomizadores y alcohol en gel. La opinión pública calificó este hecho como una “reinvención” cuando nada más cambió lo que vendían, no su situación. “En muchos casos no ha sido reinventarse, sino el miedo al hambre. Los afiches que hice tienen pautas que ayudan a que la gente reflexione para no romantizar el tema de la reinvención cuando en realidad es más que nada un tema de sobrevivencia”.

Pero la señal más grande de que hay más pandemias que el de coronavirus fue el río Choqueyapu, que tras pasar un buen tiempo sin recibir la contaminación de los paceños, tenía las aguas más claras.

Condori hizo este proyecto con un micrófono Zoom H6

Así que ahora el gran reto para sus afiches, estrenados entre el 3 y el 11 de noviembre en Spotify y YouTube —buscarlos como Afiches sonoros: un virus, diferentes pandemias—, es generar ese tipo de reflexiones. Su mayor obstáculo: el hecho de que, en Bolivia, y en el mundo también, la sociedad refuerza más los estímulos visuales que los auditivos.

“No tenemos una cultura de escucha muy avanzada. Pensamos a La Paz en imágenes, pero no pensamos a la ciudad en sonido. Y el paisaje sonoro te traslada a otro momento de reflexión, te hace atento a una escucha más profunda. Los sonidos pueden confundirnos, pueden parecernos simples, pero igual los vas anexando a tu memoria y experiencia”, explica el radialista y cronista que ganó el Premio Periodista Sin Riesgo 2018, entre otros premios, quien se adentra en territorios nuevos para su profesión.

“Nos hemos dado cuenta de muchas cosas, pero también tenemos que darnos cuenta de que somos los causantes de estas pandemias. Entonces es una reflexión que quisiera que la gente pueda cuestionarse”, dice. “Sé que pasará con el tiempo. Espero que sea así”, añade.

Fotos: Roberto Condori

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