La reforma y la privatización de firmas estatales
El Gobierno central de China conserva sólo 117 empresas estratégicas
Otro aspecto relevante de la reforma y apertura china es la reforma de las empresas públicas y la gradual reducción de la participación del Estado en la actividad productiva.
Shen Yun Ao, exembajador de China en cinco países latinoamericanos, explicó a los 47 asistentes al “Taller para funcionarios de la prensa y periodistas de latinoamérica”, que debido a los efectos negativos del rígido sistema de planificación centralizada buena parte de estas empresas eran ineficaces o deficitarias.
“Para establecer el sistema de economía de mercado socialista y lograr una eficaz combinación de la propiedad pública con la economía de mercado, la clave es ayudar a las empresas de propiedad estatal a formar un sistema administrativo y operativo adaptado a las exigencias de la economía de mercado, o sea, el sistema empresarial moderno”, dijo.
En esta línea, el Gobierno chino emprendió una reestructuración de las compañías estatales, siguiendo el principio de “asir las grandes y liberar las pequeñas”.
Con esta política, en la actualidad existen sólo 117 empresas subordinadas al Gobierno central en las áreas de energía, transporte, telecomunicaciones, servicios públicos estratégicos, defensa y otras que “necesitan del monopolio del Estado”, dijo el expositor.
En cuanto a las firmas estatales medianas y pequeñas, el Gobierno aplica medidas diversas, como la reorganización, el arrendamiento, la venta, y, en algunos casos, la declaración de quiebra.
Para los desempleados que genera este proceso, se ha establecido un seguro de desempleo y un entrenamiento vocacional para ayudarles a encontrar un nuevo empleo, apuntó.
Con relación a las empresas estatales estratégicas, el objetivo de la reorganización es consolidar un número de compañías o grupos grandes, fuertes y competitivos, y transformarlos en el principal sostén de la economía china. “En la lista de las 500 mayores empresas del mundo en 2010, figuran 43 empresas chinas, la mayoría de ellas son empresas controladas por el Estado”, recalcó.
Participación. Antes de la reforma, en China existía sólo la propiedad pública, estatal o colectiva; mientras hoy en el modelo del “mercado socialista” conviven firmas estatales, sociedades anónimas controladas por el Estado, sociedades anónimas sin participación estatal, empresas colectivas, compañías extranjeras, así como firmas de propiedad privada e individual.
En la actualidad —explicó el diplomático— las empresas no públicas tienen una participación cercana al 60% del Producto Interno Bruto y emplean a más del 70% de la población económicamente activa urbana.