Sector automotriz mira de reojo a los coches eléctricos
Bolivia. Los SUV dominan hoy en el mercado de los vehículos.
El dominio que mantienen los vehículos utilitarios deportivos (SUV) en el mercado automotriz boliviano se mantendrá aún por unos buenos años antes de dar paso a la preferencia por motorizados híbridos y eléctricos.
Importadoras coinciden en que el crecimiento de la economía y las restricciones a la internación de vehículos chutos y antiguos impulsaron entre 2006 y 2016 el crecimiento del parque automotor nacional en 184,4%, de 601.790 unidades a 1,71 millones, lo que significa un expansión anual promedio en ese periodo del 16,7%.
“Una de las grandes tendencias en Bolivia de los últimos siete años son los SUV, las vagonetas, que con aros un poco más dimensionados que los automóviles” tienen un gran desempeño en “la irregular topografía” del territorio y son “un poco más cómodos para la familia”, indica Marcos Córdova, gerente general de Tayo Motors.
Para Toyosa, las preferencias de los anteriores 12 años se orientaron a motorizados “compactos, especialmente vagonetas 4×2”, aunque “los vehículos utilitarios y para trabajo siguen teniendo mucha importancia en los mercados locales, por la diversidad de las carreteras y la topografía” del país.
“Están de moda los SUV baratos y con pequeños motores”, opina Jorge Terrazas, gerente general de AutoStar.
La gente busca “carros pequeños, económicos en combustible y fáciles de estacionar en las calles”, expresa a su vez Ximena Guaraz, ejecutiva de ventas de Imcruz.
La desafiante topografía nacional es fundamental para la mayor preferencia por las vagonetas, coincidió el gerente de Christian Automotors en La Paz, Ignacio Monje, quien además cuenta que la mayor demanda de coches ha causado una “competencia agresiva” entre las empresas del sector.
“Varias marcas desarrollan” en este segmento productos grandes y principalmente medianos y pequeños porque “la demanda se incrementará”, sostiene Córdova.
Las tendencias para los próximos años se orientarán a unidades “híbridas y eléctricas”, que promueven el ahorro del usuario, considera a su vez Toyosa, que prevé importar estos dos tipos de vehículos en el “corto plazo”.
No piensa así Córdova, quien considera que los coches a electricidad se podrían incorporar al mercado en el mediano plazo. “Para que lleguen a Latinoamérica y especialmente a nuestro país (…) se necesitan acuerdos que permitan liberarlos del pago de impuestos, para hacerlos accesibles al consumo masivo”, afirma.
Esa “tendencia tardará en llegar a Bolivia”, conviene Terrazas.
Según Toyosa, estos coches tienen la oportunidad de poseer una participación importante en el mercado nacional debido a que “reducen significativamente el consumo de combustible y las emisiones contaminantes”.
“La combinación de un motor de combustión operando siempre a su máxima eficiencia y la recuperación de energía del frenado (útil especialmente en los tramos cortos) hace que estos vehículos alcancen un mejor rendimiento que algunos motorizados convencionales, especialmente en carreteras en las que se concentra la mayor parte del tráfico, lo que es una característica en Bolivia”, indica.
Datos del INE a 2016 dan cuenta que en el país hay ocho coches impulsados por electricidad.
“Si se tomaran las cosas con seriedad, la gran oportunidad para que Bolivia sea parte de esa tendencia en no más de 20 años, es la industria del litio, lograr que marcas mundiales instalen plantas de producción de baterías en nuestro país”, afirma Monje.
Aparte del próximo apego a motorizados de otro formato, el impulso automotriz en el país, así como en el resto del mundo, deberá seguir de cerca los avances tecnológicos. “La gente busca más confort y tecnología. Muchos piden pantallas para los niños en la parte trasera del vehículo, conexión a internet, cámaras de retroceso y sensores de estacionamiento, los que no eran importantes hace seis años”, concluye Monje.
Motores deberán adecuarse al etanol
Wálter Vásquez
Importadoras de vehículos del país ven el proyecto estatal Etanol como prometedor, aunque en muchos casos los fabricantes tendrán que adecuar los motores de los modelos para que puedan alimentarse de esta energía elaborada de derivados de la caña de azúcar.
El etanol es “beneficioso para la industria”. Tiene “mayor octanaje (88) que la gasolina (normal), lo que eleva la calidad de este combustible, le hace bien al motor del vehículo y causa mucha menos contaminación que la gasolina convencional”, expone Toyosa, representante de Toyota.
Pero la sustitución de parte del uso de gasolina por alcohol “no es sencilla, depende de la capacidad que tengan los motores de aceptar este cambio”, dice Marcos Córdova, gerente general de Tayo Motors, representante en el país de Nissan. “Los motores han sido construidos para un tipo de combustible. En el caso de Bolivia, toda la importación de marcas representativas considera que tenemos aquí gasolina con octanaje diferente al de otros países”, menciona.
La iniciativa “requiere de mucho estudio” y “tiene un costo ecológico muy alto. No creo que sea una respuesta” a los requerimientos del mercado”, sostiene Jorge Terrazas, gerente general de AutoStar, distribuidor de Mercedes-Benz, Jeep, Mitsubishi y Dodge.
Ignacio Monge, gerente en La Paz de Christian Automotors, asevera por el contrario: El ingreso de este carburante “sería una ventaja competitiva para nosotros, porque tenemos la tecnología flex”, que permite que los motores Ford que comercializa la importadora funcionen con gasolina o una mezcla de gasolina con etanol.
“Los vehículos que importemos requerirán de cada vez mejor combustible y ahí el Estado tiene que tomar con más seriedad la oferta” de coches, añade.