Pacientes piden un crédito para cuidar la salud
Demanda. Asfi y Asoban no contemplan la creación de un producto para el sector.
Un crédito para la salud piden tres agrupaciones de pacientes, que ven en el préstamo de rápido acceso una salida para gastos de emergencia que no pueden cubrir, y la opción de un futuro menos incierto ante la precariedad de los sistemas de salud.
Representantes de enfermos renales, de lupus y de cáncer coincidieron en que un préstamo de ese tipo es necesario en el país para personas que se enfrentan a la urgencia de requerir dinero —por ejemplo— para un examen médico complejo, y así tener un diagnóstico preciso de su condición y, en mucho casos, salvar la vida.
“Muchos no pueden solventar el tratamiento del lupus, es muy costoso”, por lo que un crédito “nos caería muy bien”, declaró la paciente María Luz Arza, fundadora de la Asociación Boliviana de Lupus, dolencia que aqueja a más de 1.800 personas en el país.
“El crédito serviría para pagar medicamentos, radiografías, ecografías y endoscopías que tienen un costo de más de Bs 500”, dijo con esperanza Roberto Chipana, representante de los enfermos renales en La Paz, que en todo el país suman al menos 3.000.
Rosario Calle, portavoz de la Asociación de Pacientes con Cáncer de La Paz, manifestó que un crédito para la salud “sería un gran apoyo” para quienes padecen este mal. “Mucha gente necesita para medicamentos, pero los bancos no prestan cuando saben que son pacientes”, lamentó sobre la enfermedad que sufren actualmente más de 10.000 bolivianos.
Sin embargo, un crédito para la salud de acceso rápido no es contemplado por el momento ni por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi) ni por la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban).
Dinero. “El sistema ya cuenta con alternativas de financiamiento, en la modalidad de crédito de consumo, que permiten atender los requerimientos de financiamiento” destinados a la salud y de fácil acceso para la población,” siempre en función de la capacidad financiera del solicitante del crédito para poder realizar la devolución de los recursos prestados”, informó la reguladora.
“No existe un producto específico asociado a créditos de emergencia”, en especial para los ligados a asuntos de la salud. “La banca tiene a disposición del público créditos de consumo de libre disponibilidad. Sin embargo, se sugiere que los usuarios prevengan cualquier eventualidad referida a problemas de salud.
Para ello, algunos de los bancos ofrecen servicios asociados a seguros de salud y contra accidentes”, indicó, por su lado, Nelson Villalobos, secretario ejecutivo del organismo bancario.
En un recorrido efectuado por la avenida Camacho de la ciudad sede de gobierno, La Razón pudo constatar que 12 bancos no tienen un producto crediticio orientado a temas de salud.
En criterio del analista Alberto Bonadona, la posibilidad de crear un crédito social de salud “dependerá del tipo de enfermedad” al que esté orientado el financiamiento. “Hay algunas que llevan a la bancarrota y no valdría la pena”, sostuvo. Este producto financiero, dijo el economista, “tendría que ir a la clase media” —que es la que tiene la capacidad de pago—, “y tener una tasa de interés superior a cualquier otro crédito”.
“Hay que hacer un análisis económico de la viabilidad” de este tipo de préstamo “y de quién lo daría”, afirmó a su vez Jorge Alberto Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz.
“Un crédito para la salud tendría que estar orientado de la clase media hacia arriba”, porque sería necesario “tener como garantía un bien, un inmueble, por ejemplo, algo que demuestre capacidad de poder pagar el financiamiento en el tiempo”, dijo.
También sería necesario “que se flexibilice el uso de las garantías personales. Dependería mucho de eso y del respaldo del Estado que las entidades puedan lanzar cierto cupo (en su cartera) para este tipo de préstamos”, agregó.
Según la Asfi, “la capacidad de pago es el principio fundamental para acceder a un crédito, independientemente del uso y destino de los recursos del préstamo”.
Bonadona no ve en el crédito para la salud la solución a las necesidades de las personas que sufren dolencias, ya que el tratamiento debe ser cubierto por el Estado.
No piensa así Akamine: “Este producto se debería crear. La idea es muy interesante e innovadora y daría respuesta a las necesidades que tiene mucha gente en temas de salud, necesidades que surgen de la mala situación pública” del sistema de sanidad del Estado. “Tenemos una caja de salud que no brinda lo que necesitan nuestros ciudadanos, es una falencia que se podría atender mediante el financiamiento para temas de salud graves. Si como Estado veo que mi sistema de salud es un desastre, podría inducir a que el sistema financiero me fabrique ese producto”, concluyó.
Las tres agrupaciones de pacientes reportaron que el número de personas que sufren lupus, cáncer y males renales, que en suma llegan a 14.800, puede ser mucho mayor, ya que en los registros no se toma en cuenta a los enfermos del área rural y a los no diagnosticados.
En Bolivia, según cifras del Censo 2012, hay casi 350.000 personas que tienen alguna dificultad permanente, ya sea física, visual, auditiva y de otros tipos.
La cesión de un préstamo tarda de 3 a 15 días
Jorge Castel
De cumplir con todos los requisitos, las personas que necesiten acceder a un crédito de consumo en la banca para destinarlo a la cobertura del gasto de una emergencia médica u otros deben esperar entre tres y 15 días hábiles.
El tiempo en que se registra el desembolso depende del monto y de la capacidad de pago y garantías del solicitante, entre otros, según constató La Razón en un recorrido que hizo por agencias de 12 bancos ubicados en la avenida Camacho de La Paz.
“El tiempo que demora” la cesión de un crédito “es de cinco días, desde el proceso de aprobación, firma del contrato y reconocimiento de firmas, hasta el desembolso”, informó Nelson Villalobos, ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia.
Entre los requisitos comunes figuran el carnet de identidad, certificados de trabajo y de aportes a las AFP, las últimas boletas de pago —hasta seis en algunos casos—, extractos bancarios de pago de sueldos, factura de luz o agua y croquis del domicilio y trabajo.
“Si la persona es dependiente, facilita el proceso”, dijo Villalobos.
También se contemplan los respaldos patrimoniales como casas y anticréticos, además de garante y la apertura de una caja de ahorros con montos mínimos de Bs 400, según información de oficiales de crédito, muchos de los cuales sonríen mientras estrechan la mano del potencial prestatario.
Requerimientos. Al menos cuatro de los bancos consultados ofrecen la posibilidad de acceder a un préstamo presentando como garantía el documento de propiedad de un automóvil.
Las tazas de interés van desde el 13,5% hasta del 29,5% anual, que pueden variar en función de la tasa de interés de referencia.
“Los créditos de consumo puede llegar hasta $us 20.000”, detalló el ejecutivo de Asoban.
Luego de que los solicitantes entreguen toda la documentación solicitada y los bancos verifiquen la información, el Unión entrega un crédito de consumo de $us 4.000 en dos semanas; el Nacional de Bolivia en un tiempo de entre cinco y siete días; y Sol, FIE, Fortaleza, Ganadero, Prodem y Ecofuturo en más de una semana. En el BISA la operación se cierra en tres días, en caso de que el prestatario reciba su sueldo a través de esta entidad.
En algunos casos, los oficiales de crédito ofertaron el servicio de una tarjeta de crédito como alternativa al préstamo convencional. Este medio comprobó que algunas aspiraciones del prestatario se esfuman, muchas veces por no poder cumplir con los requisitos.