Roger Denzer: El éxito del bioceánico depende de al menos cuatro factores
El Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Suiza en Bolivia destaca las relaciones de cooperación entre ambos países, que pueden estrecharse aún más con la ejecución del megaproyecto Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración.
El miércoles, la Embajada de Suiza en Bolivia presentó la Memoria de la Estrategia de Cooperación para el país 2013-2017 y la nueva Estrategia de Cooperación que se implementará entre 2018 y 2021, documentos que muestran el compromiso suizo de continuar apoyando a grupos vulnerables y en situación de pobreza y acompañan el cada vez mayor acercamiento económico que hay entre ambos países.
— Este 2018 la Cooperación Suiza cumple 50 años de trabajo en Bolivia, ¿cuál es su evaluación sobre este apoyo?
— Muchas personas piensan que 50 años es mucho tiempo, pero no hay que subestimar el desarrollo, el crecimiento de un país no es un asunto de lunes a viernes (…). La cooperación que ahora impulsamos en el país es muy diferente de la que realizamos hace 40 años, evolucionó. Bolivia ahora es un país de renta media baja que a finales de (la década de) los 20 va a quizá llegar a ser uno de renta media alta. Hoy, nosotros nos vemos en Bolivia mucho más como agentes de conocimiento.
— ¿Cómo califica el avance económico y social que ha tenido el país en la última década?
— Fue bueno, hay avances en la reducción de la pobreza y la desigualdad, el crecimiento es uno de los más altos de América Latina y se tiene estabilidad macroeconómica, pero también aún hay mucho por hacer, los niveles de pobreza y desigualdad todavía son altos. Entonces, hay que ver cómo desde la Cooperación Suiza podemos apoyar al país en mejorar y seguir con estos éxitos (…). Pero nuestra cooperación no es un cheque en blanco, venimos con experiencias, valores e ideas para ver cuál es la demanda de los países, que en el caso de Bolivia se concentran ahora en la gobernabilidad, el desarrollo económico y el cambio climático y medio ambiente, áreas en las que hemos trabajado ya en los últimos cinco años y que siguen siendo relevantes.
— ¿Cuáles son los principales logros alcanzados en la Estrategia 2013-2017?
— En términos generales se puede decir que hemos logrado nuestros objetivos en las áreas de descentralización y derechos humanos, empleo e ingresos y cambio climático. Hemos, por ejemplo, construido plantas de tratamiento de aguas servidas; mejorado la gestión del medio ambiente, cuencas, agua y riego; aumentado la reacción rápida del país para reducir riesgos y desastres; y otorgado formación técnico-profesional a miles de personas que ahora cuentan con más oportunidades para acceder a un empleo de calidad y percibir más ingresos. Éstos y muchos otros logros palpables son resultado de un trabajo conjunto entre la Cooperación Suiza y las instituciones ejecutoras y los gobiernos central, departamentales y municipales, así como de los medios de comunicación. Una de las cosas positivas de este trabajo es que en los últimos cinco años una tercera parte del financiamiento para los proyectos provinieron de los municipios, o gobernaciones, o gobierno central, o sociedad civil, porque Bolivia está en mejores condiciones de apoyar que, por ejemplo, un país de África, que tiene muchos menos recursos.
— ¿Esta mayor participación estatal en el financiamiento de los proyectos ha causado que el presupuesto para la cooperación disminuyera de $us 146 millones para el plan 2013-2017 a 83 millones para la fase 2018-2021?
— La reducción no tiene nada que ver con Bolivia, es una decisión del Parlamento suizo de reducir la cooperación a nivel mundial. Un recorte siempre es difícil, pero en países como Bolivia de renta media lo veo menos impactante, porque al final hay un gran potencial para trabajar juntos con el intercambio de conocimientos, redes, la cooperación sur sur.
— La nueva estrategia que han comenzado este año incluye acuerdos de cooperación triangulares entre Bolivia, Suiza y otros países de Latinoamérica; refuerza el rol suizo de agente de conocimiento; e impulsa alianzas con empresas suizas asentadas en Bolivia para articular la formación técnica profesional a la práctica…
— Son tres nuevas actividades y dos nuevos enfoques. Los dos nuevos enfoques son convenios triangulares que son una muestra de muy buena integración regional, como el que estamos trabajando Bolivia, Suiza y Argentina para capacitar a jueces en la conciliación.
— Parece algo innovador…
— Es nuevo. Queremos hacer eso con Argentina, Perú, Colombia y México, estamos en ese proceso. Otra cosa que es nueva son las alianzas con empresas suizas medianas y grandes residentes en Bolivia para poner la formación técnica profesional en práctica. Es un proyecto muy grande que se está debatiendo con las compañías y que ayudará a parte de los miles de jóvenes que buscan un empleo. ¿Y por qué hacemos esto? La Agenda 2030 (de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible) dice que el desarrollo del planeta es responsabilidad de los gobiernos, de la sociedad y de las empresas privadas, y nosotros queremos mostrar que hay un interés de corresponsabilidad de las empresas privadas suizas en el desarrollo del país. Un ejemplo de estos nuevos proyectos de formación técnico-profesional se está gestando en el consorcio Tumiri —conformado por la española JOCA y la suiza Molinari y a cargo del tren metropolitano de Cochabamba—, porque al final se comprarán los trenes, se establecerá la infraestructura, pero ¿quién manejará el sistema? Entonces, queremos formar técnica y profesionalmente a los recursos humanos necesarios para gestionar ese sistema, obviamente también con la mirada hacia el corredor bioceánico.
— ¿Cómo influye la mayor cualificación de los recursos humanos en el desarrollo local?
— Nosotros no tenemos acceso al mar ni recursos especiales, no tenemos gas como Bolivia, lo que tenemos es población e invertimos un montón de recursos —el 16% del gasto público— en educación de muy alta calidad, en la universidad, la secundaria, primaria, kínder. Es la única salida. Claro, la infraestructura, las obras de cemento, está bien, pero al final es el conocimiento lo más importante para todo el país (…). Y obviamente tiene que ver también con las empresas privadas, que están invirtiendo mucho en la capacitación de sus colaboradores y en el desarrollo científico. Como país apoyamos la investigación y desarrollo con al menos un 3% del PIB. Es como aquí, si Bolivia quiere tener gas en los próximos 40 años tiene que invertir en la búsqueda de nuevas fuentes de desarrollo, si no hace eso tendrá problemas en 30 o 40 años. La misma cosa en educación.
— Respecto al bioceánico, el anterior viernes se reunieron el Lima representantes de Bolivia, Brasil, Perú y Paraguay para analizar los avances del proyecto. ¿Tiene información sobre las decisiones que se tomaron en ese encuentro?
— Nuestra Embajada en Lima estuvo presente en la cita. Se abordaron asuntos relacionados con la Secretaría Técnica, tecnología y fronteras. Los diferentes grupos técnicos efectuaron una rendición de cuentas sobre los avances del proceso y se reafirmó el interés de empezar las construcciones en 2019. Nosotros, como Suiza, estamos con nuestras empresas y tecnología a la espera de que lleguen las cosas y estamos seguros de que podemos apoyar en este megaproyecto que tiene mucho que ver no solo con bienes y servicios sino también con la formación técnica profesional. También estamos a la espera de saber cómo se va a financiar el proyecto, porque una cosa es financiarlo a través de créditos, de reservas de divisas, o a través de modelos en los que las mismas empresas o inversionistas vayan a quedarse en la gestión de algunos tramos. Eso todavía está en proceso, cada país debe definir cómo financiará la parte que le corresponde.
— ¿Suiza será parte del financiamiento del bioceánico?
— Siempre en cada proyecto tenemos vínculos con el sector financiero nacional e internacional (…). Depende mucho de la licitación. Nosotros estamos listos (…). Hubo mucha preinversión por parte de las empresa suizas en el asunto de intercambiar con el Gobierno tecnología y financiamiento y eso es algo para ver cómo se puede dar un paso más en la organización de manera conjunta.
— ¿Cuántas firmas suizas están interesadas en la obra?
— Molinari es una de las más fuertes en el sector de trenes, pero también hay muchas otras en infraestructura, tecnología, seguridad. Es todo un conjunto de empresas que participarán en una licitación, porque muchas veces los proyectos son tan complejos que no pueden ser ejecutados por solo una compañía, se van a juntar en consorcios y después ofrecer sus servicios.
— El año pasado se barajaba la posibilidad de un posible acuerdo entre Suiza y Alemania para trabajar en el proyecto. ¿La propuesta se mantiene?
— Pienso que se mantiene en el sentido de que los intereses son iguales por parte de ambos países. Se verá en la licitación si se puede manejar conjuntamente o cada uno por sí mismo.
— Suiza tiene mucha experiencia en la ejecución de este tipo de proyectos. ¿De qué depende el éxito del bioceánico?
— Cuanto más largos son los proyectos, mayor inseguridad; por eso es importante la planificación a largo plazo (1); la infraestructura disponible (2); el análisis económico (3) para saber cantidad de pasajeros, frecuencias de viajes y volúmenes existentes de oeste a este y viceversa; y la rapidez (del transporte) para pasar las fronteras (4). Todos esos son factores de éxito que se pueden lograr con un acuerdo entre los diferentes sectores.
Pérfil:
Nombre: Roger Denzer
Profesión: Economista
Cargo: Embajador de Suiza en Bolivia
Una carrera en cooperación
Se graduó en Ciencias Económicas y Gestión Pública en la Universidad de Basilea. Luego de tiempo en el sector bancario suizo y en la Secretaría de Estado de la Economía, se integró a la Cooperación Suiza ejerciendo diversos cargos como encargado de programa en Lima y para las regiones de África Oriental y del Oeste, director en Quito, jefe de la División América Latina y Caribe, jefe de Proyecto para la reorganización de la institución, suplente del área de Cooperación con Europa del Este y jefe del Estado Mayor del Directorio de la Cooperación Suiza. Ejerce como Embajador de Suiza en Bolivia desde julio de 2016.