Econegocio del país se presenta al mundo
Mamut compitió con proyectos de otros 80 países.
Con el lema “#ActuarEnVezDeHablar”, Mamut representa a Bolivia en un concurso global de emprendimientos creativos con el que podrá internacionalizar aún más su exitoso modelo ecológico de negocios.
Es así que el lunes y martes la empresa, la primera del país en hacerlo, participó en el Creative Business Cup (CBC), una competencia que cada año se celebra en Copenhague (Dinamarca).
Mamut, que fabrica pisos ecológicos procesando llantas en desuso, simbolizará así ante representantes de más de 80 países lo que Bolivia es capaz de crear y cómo esa creatividad mejora la vida de las personas y contribuye al desarrollo de ciudades amigables, inclusivas y sostenibles.
¿Y cómo lo hace? Por ejemplo su nueva planta, instalada en 2018, fabrica materiales de construcción usando llantas recicladas como materia prima, produce con electricidad generada en más del 70% por paneles solares y usa agua de lluvia acopiada.
Esta factoría trabaja al 80% de su capacidad para producir unos 2.000 metros cuadrados de baldosas amortiguantes al mes, pero también elabora moquetas (con base de goma y revestimiento textil, pavimento continuo y pisos podotáctiles) usadas para facilitar el tránsito de personas con discapacidad visual.
Otro de sus novedosos artículos es la “capucha” para cubrir rieles y reducir el ruido que éstas generan. Ésta se presentó a la Asociación Accidental Tunari, la cual se adjudicó el proyecto de $us 447,6 millones Mi Tren (de una extensión total de 24 kilómetros).
“Vimos que había más de 30 millones de llantas que ya no servían en Bolivia y visualizamos el potencial para fabricar baldosas de caucho de neumático. Así empezamos este proyecto, sin un centavo”, recuerda Manuel Laredo, gerente general de la empresa cochabambina y uno de los fundadores de Mamut.
Hoy, la joven industria, que ya recibió múltiples premios nacionales y latinoamericanos, exporta el 15% del total de sus ventas a Perú, Panamá, Costa Rica y Paraguay, donde está presente a través de un distribuidor.
En Bolivia, trabaja en la instalación de una pista atlética en Santa Cruz y de otra en Tarija, al igual que en un proyecto de impermeabilización en La Paz, en uno de pisos deportivos en Potosí, en tres de parques públicos en Cochabamba y en otros 20 para condominios privados y de crossFit.
Hasta fin de año, la primera empresa B certificada de Bolivia prevé concretar ventas por $us 2 millones a partir de la revalorización de más de 1.300 toneladas de caucho, equivalentes a 300.000 llantas recicladas, y el consiguiente impacto en la calidad de vida de más de 500.000 personas.
“Nos decían locos por hacer pisos de basura y querer exportarlos”, recuerda Laredo (el segundo de la foto), que tiene como meta la instalación de plantas en diferentes países del mundo que fabriquen materiales para la construcción con caucho reciclado.
Estas características fueron las que motivaron a FuturaLab a nominar a Mamut como representante nacional en el Creative Business Cup, en la que la empresa estará presente con el apoyo económico del Programa de Intervenciones Urbanas del Ministerio de Planificación del Desarrollo.
FuturaLab anunció, asimismo, que cada año financiará y organizará un concurso nacional de emprendimientos creativos, cuyos ganadores representarán luego a Bolivia en esta competencia danesa dedicada a la creatividad como apuesta hacia el futuro.