Quantum pone al país en el mapa automotriz
Se ofrece una garantía de 2 años. Surgen vacíos legales en los registros.
Quantum, una de las primeras fábricas bolivianas de vehículos, inició este mes de manera oficial sus operaciones con una capacidad anual productiva de 840 unidades y la meta de llegar hasta 2.400 en el corto plazo.
“Se fabrican en lotes y por ahora la capacidad es de 70 autos mes, pero podemos llegar a 200”, explicó el gerente general de la empresa, José Carlos Márquez, de profesión ingeniero industrial y de sistemas, quien tuvo la iniciativa hace poco más de dos años.
Quantum nació en Metalin, un taller de metalmecánica en el que se fabrica maquinaria para construcción y minería, y que también importa lo necesario para ese proceso, como motores eléctricos, rodamientos y cables de acero.
“Comenzamos a fabricar unas minivolquetas eléctricas para minería y vimos que la lógica de los autos eléctricos es la misma: un motor, un controlador y baterías, y nos dimos cuenta que también podíamos hacer autos porque la mecánica es sencilla”, recordó.
Luego de ver modelos y hacer consultas, se apuntó a la fabricación de autos compactos usados en Europa y Asia, para lo cual se contactó a industrias de Italia, Dinamarca, China y Japón. El próximo paso fue comprar un vehículo chino, “destriparlo, ver sus componentes y aplicabilidad en Bolivia, y ver también proveedores locales”, que en esa época “rechazaron el proyecto porque los moldes para autopartes costaban más de $us 3 millones”, contó Márquez.
En la siguiente etapa, se obtuvo la licencia de los moldes de un fabricante chino, por el costo bajo, y se buscó fuera del país proveedores de motores, controladores, baterías, pantallas, llantas, aros y otros componentes en función de la calidad y del precio.
El empresario y sus socios invirtieron al menos $us 700.000 en la nueva fábrica, ubicada en Colcapirhua, donde 60 trabajadores producen hoy vehículos urbanos eléctricos capaces de transportar tres pasajeros. Según Márquez, el sueño no se hubiera hecho realidad sin la participación de un ingeniero que aportó conocimiento adquirido en General Motors Venezuela.
En la planta se fabrican el chasis, los soportes, los componentes del tren delantero, las jaulas y los, asientos, y se realiza el armado y el pintado. El 40% de cada vehículo eléctrico es de fabricación nacional y el 60% es importado. La meta, además de inundar el mercado nacional con coches de esta marca, es integrar a más proveedores nacionales al proyecto, para reducir el empleo de autopartes importadas.
Transición. Carlos Soruco, director de Quantum, destacó que la empresa coadyuva al cambio de matriz energética. “Este vehículo es una alternativa económica insuperable”: Bs 2 en promedio por cada 50 km recorridos.
Con esta bandera, la empresa lanzó este mes al mercado nacional un lote de 50 unidades de los modelos E2 y E3, de los cuales 40 ya fueron reservados. El E3, el “preferido” por los clientes, tiene un precio de lanzamiento de $us 5.200, un peso de 410 kilos, una capacidad de arrastre de 250 kilos, 3.000 watts, una autonomía de 50 km y una velocidad hasta de 55 kilómetros por hora (km/h).
El E2, de $us 4.700, pesa 350 kilos y posee una capacidad de arrastre de 200 kilos, 2.000 watts, una autonomía de 40 km y velocidad máxima de 45 km/h.Funcionan con cinco baterías de plomo ácido con silica gel (cada una de 12 voltios) que se cargan en seis horas y cuentan con sistema de suspensión Mc-Pherson, frenos delanteros de disco, luces led, cámara de retro y radio con Bluetooth, MP3 y micrófono. Se encienden por medio de un botón y tienen cierre centralizado, alarma, levantavidrios eléctrico, calefacción, ventilación y techo solar, que contribuye a la autonomía del vehículo.
Quantum, que al momento fabrica un segundo lote de 60 motorizados y planifica un tercer lote de otros 60, ofrece una garantía de dos años o 20.000 km, además de asistencia técnica y los repuestos en las ciudades del eje central del país
Pero no todas son hoy buenas noticias para la empresa. Lo novedoso de la fabricación de vehículos en territorio nacional destapó vacíos normativos.
Sergio Rodríguez no pudo esta semana sacar la placa del E3 que adquirió porque “el auto no tiene póliza de importación”, uno de los requisitos que piden para el trámite. Además, “faltaría el CRPVA (Certificado de Registro de Propiedad el Vehículo Automotor), dicen que Diprove, debe entregar el documento”, contó el concejal cochabambino, quien tampoco puede obtener el SOAT porque éste requiere un registro que se realiza con los documentos anteriores.
El coronel Alfredo Vargas, responsable de la Dirección de Prevención y Robo de Vehículos (Diprove), explicó que el registro del “auto eléctrico es algo nuevo” para la institución. “Todos los vehículos y motocicletas que entran al país por Aduana son importados y con este vehículo de fabricación nacional —al que tenemos que darle todo el empuje y apoyo—, todavía estamos viendo cómo hacer, siempre se hizo con la póliza de importación que otorga la Aduana”.
Así que el RUAT y la Policía definirán qué documentos sirven para el registro y otros trámites como placas y SOAT. La simple factura, detalló, no es un documento válido, porque “puede haber algún error en la copia de un número o letra”. “Nos interesa, sobre todo, el VIN (número de identificación único para cada vehículo) y garantizar que no habrá duplicidad en el número de chasis o motor”, indicó Vargas.
Bolivia tiene 47 coches de motor eléctrico
Al menos el 83,7% del parque automotor se mueve con gasolina
Walter Vásquez – La Paz
En Bolivia hay 47 vehículos eléctricos que representan el 0,002% del parque automotor, según el Instituto Nacional de Estadística.
En 2017 (última clasificación por tipo de combustible), la cantidad total de motorizados en el país alcanzó los 1,8 millones, de los cuales el 83,7% usa gasolina, el 12,8% diésel, el 3,4% gas, el 0,002% electricidad, el 0,002% alcohol y el resto otras energías.
En julio de 2015, el entonces ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, reveló a La Razón que se analizaba la posibilidad de que el transporte público nacional utilice electricidad en lugar de hidrocarburos líquidos, lo que coadyuvaría a la transición a otras fuentes de energía en el país.
Este proyecto “está dando muy buen rendimiento en otros países (…). Entonces, creo que en el futuro, además del gas natural vehicular”, se impulsará también el empleo en los coches de “electricidad como combustible primario”, afirmó el alto ejecutivo del Gobierno, que impulsa un plan para convertir a Bolivia en exportador de energía.
El cambio de la matriz energética reduce la subvención a la importación de aditivos, gasolina y diésel; favorece la estructura de costos y el mantenimiento de tarifas en el transporte público; y contribuye a la disminución de las emisiones de gases tóxicos en un sector que es responsable del 90% de la contaminación atmosférica en el país.