Tom Brady y el duro despertar de las criptomonedas
De todas las empresas que contrataron a celebridades para promover criptomonedas, FTX quizá fue la más entusiasta.
OPINIÓN
Cuando la casa de cambio de criptomonedas FTX implosionó el otoño pasado, Tom Brady, el mariscal de campo que logró ganar en siete ocasiones el Supertazón de fútbol americano, hizo una llamada telefónica urgente.
Llamó a Sina Nader, director de alianzas de FTX. Los empleados de la casa de cambio estaban en una junta de gestión de crisis con su atribulado fundador, Sam Bankman-Fried. Nader no pudo contestarle. “Nunca me hubiera imaginado no contestar una llamada de Tom Brady”, relató.
Brady tenía motivos para estar preocupado. Era “embajador” de FTX, por lo que había estado presente en la conferencia de la empresa en las Bahamas y había aparecido en comerciales de televisión en los que afirmaba que la casa de cambio era la institución “más confiable” del criptomundo, apenas regulado.
También estaba en riesgo su dinero. Como parte de un contrato de promoción que Brady firmó en 2021, FTX le había pagado $us 30 millones, convenio que constaba casi por completo de acciones de FTX, según informaron tres personas familiarizadas con el contrato. Una de las personas indicó que la esposa de Brady en ese momento, la supermodelo Gisele Bündchen, recibió un pago de $us 18 millones en acciones de FTX.
Ahora que FTX ya quebró y Bankman- Fried enfrenta cargos penales por fraude, Brady, de 45 años, y Bündchen, de 42, han sido demandados por un grupo de clientes de FTX que solicitan compensación de las celebridades que promocionaron a la casa de cambio. Además, las disposiciones del contrato estipulaban que la antigua pareja, que se divorció el año pasado, debía pagar impuestos por lo menos por parte de sus acciones de FTX, que ahora no valen nada, aseveraron dos personas enteradas del contenido del acuerdo.
Su situación es el ejemplo de mayor perfil de un humillante ajuste de cuentas para los actores, atletas y otras celebridades que no titubearon en aceptar el dinero fácil y el bombo publicitario en línea de las criptomonedas. Durante los años de bonanza, Paris Hilton, Snoop Dogg, Reese Witherspoon y Matt Damon hablaron con entusiasmo sobre proyectos de criptomonedas o invirtieron en ellos, y gracias a esto atrajeron a una audiencia convencional al retorcido mundo de las monedas digitales. Fue divertido (y lucrativo) mientras los precios iban al alza.
Pero el descalabro del año pasado le puso fin a la criptobonanza de las celebridades. En octubre, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés) le ordenó a Kim Kardashian pagar $us 1,26 millones por no haber revelado información adecuada cuando promovió el token de EthereumMax. En diciembre, un abogado de California demandó a dos empresas de criptomonedas, MoonPay y Yuga Labs, a las que acusa de usar “una vasta red de músicos de primera calidad, atletas y clientes famosos” para engañar a inversionistas sobre activos digitales.
En marzo, la SEC acusó a la actriz Lindsay Lohan, al influyente en línea Jake Paul y a músicos como Soulja Boy y Lil Yachty de promover ilegalmente criptoactivos. Y a finales de mayo, después de meses de intentos fallidos, un agente judicial le entregó documentos judiciales a Shaquille O’Neal, la estrella retirada del baloncesto, a quien demandaron por promover a FTX, según escritos oficiales del tribunal. O’Neal recibió la notificación durante la transmisión de un partido de eliminatoria de la Asociación Nacional de Baloncesto.
Las empresas emergentes tecnológicas y las celebridades desde hace mucho han tenido una relación simbiótica. Las empresas emergentes les ofrecen a las estrellas una opción para ganar dinero y además estar a la vanguardia de la cultura de internet. A cambio las celebridades les ayudan a las empresas jóvenes a ganar credibilidad y llegar a una audiencia mayor.
De todas las empresas emergentes que contrataron a celebridades para promover criptomonedas, FTX quizá fue la más entusiasta. Cuando Bankman- Fried planeaba convertir a FTX en una empresa famosa, hizo una lista de celebridades que creía podrían promover a la empresa, recordó Nader, el antiguo ejecutivo de FTX. El nombre de Brady encabezaba la lista.
Nader, exjugador de fútbol universitario, se encargó de reclutar a Brady y otras estrellas. En junio de 2021, Brady y Bündchen aceptaron un acuerdo con Bankman-Fried. En ese entonces, elogiaron al “equipo revolucionario de FTX”. Brady parecía realmente interesado en las criptomonedas, comentó Nader, y algunas veces conversaba con Bankman-Fried.
“Imaginen una conversación entre un tigre y un león”, describió Nader. “Son un poco diferentes, hacen cosas distintas, pero de verdad son formidables en su campo”.
En 2021, Brady también se convirtió en cofundador de Autograph, que ayuda a personas famosas a vender los criptoactivos coleccionables conocidos como tokens no fungibles, o NFT, por su sigla en inglés. Autograph recaudó más de $us 200 millones de sus inversionistas, y Bankman-Fried se integró al consejo de administración.
Cuando FTX se desmoronó en noviembre, la valuación de $us 32.000 millones de la empresa (incluidos los $us 48 millones en acciones de Brady y Bündchen) se desplomó a cero. La pareja también había recibido una pequeña cantidad de tokens de ethereum, bitcoin y solana para intercambiar en la plataforma, según relató una de las personas, que desapareció cuando quebró FTX.
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Brady no ha hecho ningún comentario en público sobre FTX ni su relación con Bankman- Fried. Después de la reunión de gestión de crisis de FTX en noviembre, Nader le devolvió la llamada. “Estaba preocupado”, señaló Nader. “Lo primero que me preguntó fue: ‘Sina, ¿cómo estás? Ya sé que pusiste todo tu corazón y tu alma en esto’”.
Bündchen afirmó en una entrevista realizada en marzo con Vanity Fair que había “confiado en el bombo publicitario” y sentía que la habían “pillado por sorpresa”. El otro negocio de Brady en el criptomundo también ha pasado dificultades. Las ventas de Autograph se fueron a pique el año pasado durante la crisis de las criptomonedas, según informó una persona familiarizada con las finanzas de la firma.
Algunos otros de los demandados por promover a FTX son los comediantes Larry David, la estrella de la NBA, Steph Curry, y la tenista Naomi Osaka.
Algunas celebridades apenas escaparon la debacle de las criptomonedas. Katy Perry, la estrella pop, sostuvo negociaciones para establecer una alianza con FTX que nunca se concretaron, según informaron personas enteradas de la situación.
Erin Griffith Corresponsal del New York Times en el área de tecnología, startups y capital de inversión