‘No sé por qué, pero como actor es más atractivo ser el malo’
Álvaro Rudolphy
— ¿Qué le trae por Bolivia y qué le pareció?
— La Paz es muy linda (sonríe). Estas montañas son una locura y la topografía… Llegué por invitación del consulado chileno y de la Cinemateca para presentar este ciclo de cine que comienza con Ilusiones ópticas, un filme en el cual participo. En los próximos días se verá la cinta más vista en Chile, Sexo con amor, en la que también trabajé.
— En Bolivia se le conoce por las telenovelas de Televisión Chilena. ¿Cuántas ya grabó y cómo llegó a ser actor de Tv?
— Tengo 24 novelas grabadas y, bueno, comencé con cosas chicas en la tele y luego de un casting entré. Desde el año 88 que trabajo en la televisión sin parar.
— Grandes empresas están comprando los guiones de las telenovelas chilenas. |¿Qué le parece este fenómeno?
— Es cierto, ahora son cuatro canales que realizan producciones dramáticas y debido al éxito de las últimas, Televisa y otras empresas grandes compraron los guiones, pero desgraciadamente para nosotros como actores, no el producto y eso nos ayudaría a internacionalizar la carrera, pero es porque no nos entienden, no entienden nuestros modismos y por eso sólo compran los guiones.
— ¿No pensó trabajar para otros canales a nivel internacional?
— No, me tienen amarradísimo con un contrato en TVN, pero yo estoy contento con el trabajo que estamos haciendo y me siento cómodo, me gusta también lo que pasa con el cine chileno que crece.
— ¿Prefiere ser el bueno o el malo de la película?
— Los primeros años de mi carrera siempre fui el galán romántico que sufría por amor y luego me pusieron de asesino (sonríe). No sé por qué, pero yo creo que para uno como actor es más atractivo ser el malo.
— ¿Por qué?
— Porque el malo crea la acción, genera el conflicto y se la pasa muy bien.
— ¿Elige los personajes que va a interpretar?
— No (sonríe). No los elijo porque tengo un contrato y ellos me indican cuándo, cómo y dónde.
— ¿Entonces no opina sobre sus personajes?
— A esta altura del partido yo tengo bastante injerencia: armo mi personaje de cierta manera, le doy personalidad, pero ellos me dicen cómo es ese personaje.
— ¿Se ha negado alguna vez a interpretar algún personaje?
— No he sido tan drástico, pero de repente hay escenas que a uno le producen un poco de pudor y uno dice «por favor cuidemos esto, no quiero salir corriendo desnudo por los cerros», (sonríe). Ese tipo de cosas se conversan y se manejan con mucho criterio, pero nunca hubo algo que no quisiera hacer.
— ¿Cuál es su personaje favorito?
— En Amores de mercado, guión que compraron Televisa y Univisión, fue uno de mis favoritos. Yo interpretaba a gemelos y fue muy divertido hacerlo. Otro personaje que me gustó fue el de un asesino en la teleserie Alguien te mira, fue un trabajo muy intenso.
— ¿Siempre quiso ser actor o fue casual?
— Siempre, pero era difícil porque había mucho prejuicio por la carrera teatral, pero igual lo decidí y a mis 18 años me puse a estudiar teatro.
— ¿Su familia lo apoyó?
— En un principio se asustaron, pero ahora están muy felices.
— ¿Recomienda esta carrera a otras personas?
— Si es lo que quieren, sí. Cuando te pones a trabajar en algo que no te gusta, no lo haces bien. Si es su vocación, que lo hagan, porque eso les va a llenar mucho más que cualquier otra cosa que les pueda llenar los bolsillos.